sábado, 17 de mayo de 2014

Cigarras De Alambre de Marcos Jimenez León

Aguacero
Ha llegado la lluvia.

Repentinamente acarició mi cara 
sabiéndome lluvia.

De la ciudad
emergen pequeños soles,
cañaverales de cristal.

Los coches
hablan lenguas muertas,
hojas negras vierten en las aceras.

Fragancia de lluvia
irrumpe en los sentidos,
impregna los labios,
endulza la saliva.

Delgada transparencia 
derrama el agua en los ojos.

Armoniza mi cuerpo.
Tiene la lluvia 
dulce voz,
la siento cuando me llama.

Ella 
sabe mi nombre.




No hay comentarios: