lunes, 24 de agosto de 2015

Estamos transitando los últimos días del Mes 8.

El 8 representa el infinito y también es el número del año (2015 suma 8)
En astrología, la casa 8 es reino de Plutón, es el ámbito de transformación profunda, regeneración y transmutación. Cuando trazamos con el dedo el símbolo del infinito, nos damos cuenta de que es cíclico y que hay un lugar, un nudito en donde ambas líneas se encuentran. Ese nudo es como una aplanadora, una planta procesadora, por la que pasamos muchas veces.Tal vez infinitas, para lograr mutar y cambiar y regenerar lo obsoleto actualizando los códigos internos. Pero cuando pasamos por ese nudito, nos sentimos morir: de nuevo caigo en esto?, ¿de nuevo esta reacción? . Si pasamos muchas veces por ese nudo, y duele. Justamente los nudos son apretados, caóticos y difíciles de desanudar, sobre todo para los ansiosos que prefieren intentar cortar por lo sano, pero no pueden realmente.
Son nudos heredados de otras vidas, de nuestros ancestros, son lugares de trauma y bloqueo, porque siempre hay resistencias. Pero eliminarlos brinda una gran evolución y desafío personal. En estos últimos días del mes 8, el Sol sigue cuadrando a Saturno, el Dios del Karma, que se encuentra bajo la regencia de Plutón, a los 13 grados de Escorpio, grado 13, con todo lo que ese número significa, en el Tarot, el Arcano de la Muerte (arquetipo de Hades, Plutón, regente del inframundo)
Aún es invierno y aún hay labor por hacer en ese inframundo. Pronto vendrá la Primavera, pero esos frutos nacerán influenciados por todo nuestra labor en nuestra raíz. Nutrir esa raíz, desentramarla, equivaldrá a frutos más abundantes y sabrosos. Seguimos desatando nudos, aflojando, con amor nuestra historia, honrando el proceso, sanando y evolucionando, con esfuerzo, sí, el esfuerzo que requiere avanzar y salir del confort, el esfuerzo y la valentía del viaje del Héroe, que sale al frío, la nieve y a su viaje iniciático dejando las comodidades, como Buda, como Jesús.





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