martes, 22 de marzo de 2016




La tierra no pertenece al hombre sino que el hombre pertenece a la tierra. Es parte de un gran tejido, una hebra más entre tantas especies. 
Todo lo que se teja en esta gran red será consecuente. Incluso para los hijos de los hijos. Lo sabemos bien. 
Las cosas están relacionadas como la sangre a los ancestros.




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