En el trabajo de sanación con los ancestros, el honrar el Linaje masculino es esencial. Muchas personas, hombres y mujeres, traen consigo rabia, dolor y miedo ante el masculino. Dicho dolor, resentimiento es una semilla que crece desde el niño hasta el adulto y se perpetua a través del tiempo. Trabajar la sanación ancestral paterna, permite aceptar, reconocer y regresar a los antepasados aquellos que hemos heredado "quizá sin mucha conciencia". Repetimos modelos, hacemos alianzas de menosprecio, menos valor a lo masculino en la familia y mantenemos enojos, de los cuales vemos las consecuencias y actuamos en función de un prográmate que hemos sentido o escuchado. Todo ser humano tiene la capacidad de comenzar el proceso de sanarse a sí mismo y despertar; pero no todos efectivamente lo llevan a cabo. En cada familia nace por lo menos un integrante con la decisión álmica de concretar esa valiente misión. Y al hacerlo, no sólo se sana a sí mismo, sino que además su despertar termina impactando positivamente en toda su familia, ascendencia y descendencia.
Si estas palabras resuenan en tu corazón, muy probablemente de tu familia seas vos quien eligió ese desafío.
Si estas palabras resuenan en tu corazón, muy probablemente de tu familia seas vos quien eligió ese desafío.
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