"Aquello que decides tolerar más de una vez, inevitablemente se convertirá en un patrón que se repetirá. Al no marcar límites claros, enseñas a los demás –y a ti mismo– que ciertas conductas o situaciones son aceptables, aunque te incomoden o te perjudiquen. Cada vez que permites algo que va en contra de tus principios o tu bienestar, abres la puerta para que se repita. Establecer límites no es solo una cuestión de firmeza, sino de respeto hacia uno mismo."
UN GRITO DEL CORAZÓN.
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