sábado, 11 de mayo de 2013

De Ánderson Imbert

Se fabricó unas alas con plumas de avestruz, subió al campanario y se lanzó al aire. Cuando lo recogieron, con las piernas rotas, explicó que había caído por culpa de las plumas que pesaban demasiado.
La próxima vez - dijo - volaré sin alas.



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