La verdad es que la única razón por la que no estamos juntos es porque no supimos cómo hacerlo, pero no está mal porque lo intentamos e incluso cuando sabíamos que nos aferrábamos, nos besábamos las manos para pedirnos perdón anticipadamente por todas las veces que nos equivocaríamos en nuestro afán por no dejarnos
(...) Fuimos estupendos y espléndidos, nos creímos invencibles, nos besamos muchas veces, nos extrañamos más, nos odiamos en silencio y nos gritamos en los aeropuertos que nos esperábamos, nos regalamos flores y nos emocionábamos cuando nos desnudábamos. Y nos lastimamos más, el triple de todo lo demás, por eso, mi antiguo amor, te escribo para matarnos sin hacer ruido.