sábado, 13 de febrero de 2016
viernes, 12 de febrero de 2016
jueves, 11 de febrero de 2016
¿Qué es el karma?
A cada acción le corresponde una reacción. Lo vemos desde el punto de vista científico de la física mecánica más tradicional: la tercera ley de Newton o principio de acción y reacción, que aplica a todos los cuerpos, incluyendo los celestes, y que nos habla de este principio existente en toda la materia que nos rodea. Karma es una palabra de origen sánscrito que se traduce como “acción” y que está presente en varias religiones: budismo e hinduismo, por ejemplo. Para estas tradiciones espirituales, el karma es el resultado producido por nosotros mismos a lo largo de la existencia del alma, en el natural proceso del morir y reencarnar a través de una larga rueda de sucesivas encarnaciones que van generando resultados visibles en todos los aspectos de nuestra vida. Para el budismo, como dice Borges, “el karma es una suerte de organismo mental, que transmigra infinitas veces”.
Desde este lado del mundo, lo más cercano a la palabra karma tiene relación con eso de no hagas a los demás lo que no querés que te hagan a vos. La fórmula para pedir perdón cristiano que dice: “He pecado mucho de pensamiento palabra, obra y omisión” es una síntesis gloriosa del saber del karma. Acá aparece el mismo reconocimiento en Oriente y Occidente de los distintos niveles generadores de karma. Es que tanto “el pensar”, “el decir”, “el hacer” y “el evitar hacer cuando esto es necesario” genera irremediables respuestas kármicas.
Según la ley del karma, recibimos lo que damos ya que eso que obtenemos es el resultado de un movimiento iniciado, con anterioridad, por cada uno de nosotros. Y la respuesta kármica la recibimos de cualquier persona que esté dentro de la misma línea de aprendizaje.En este sentido, y como resultado de las muchas acciones que generamos a lo largo de la vida, hay buen karma y mal karma. Aunque, en general, se utiliza la palabra con un significado negativo y al buen karma casi ni se lo nombra y se lo sustituye muchas veces por la palabra suerte Pero la suerte, así como la entendemos en Occidente, es karma en el entendimiento de Oriente.
¿Cómo podemos reconocer cuando una relación es kármica?
Muchas veces pasa que vemos a alguien por primera vez y sentimos que lo conocemos de antes, nos resulta muy familiar y hay una inmediata afinidad. En otros casos, por el contrario, conocemos alguien que nos provoca una instantánea desconfianza y empezamos a actuar a la defensiva sin que haya ningún elemento de la realidad que nos diga que esa persona es peligrosa para nosotros. ¿Sexto sentido? Puede tratarse de vidas pasadas.Lo más habitual es conectar con personas de otras vidas ya que buscamos los mismos compañeros para seguir nuestro aprendizaje y otras veces pasa que quedaron cosas pendientes, cosas irresueltas, buenos o malos, pero siempre útiles para nuestra evolución.
Con respecto al tema del amor, hay varios tipos de parejas kármicas. En algunos casos vemos que los mismos patrones se repiten a pesar de que cambiamos de pareja y tienden a aparecen los mismos problemas que no logramos solucionar. Esto muestra que nos estamos relacionando con personas que están aprendiendo lo mismo que nosotros. Muchas veces ocurre que cuando se termina la cuestión kármica que mantenía unida a estas dos personas, deviene una crisis, y en esa crisis o bien cada uno sigue su camino, porque ya compensó el ciclo del karma, o se renueva la pareja desde un nuevo lugar de crecimiento mutuo con nuevas reglas. Así nace la pareja dhármica o de crecimiento compartido en la virtud, en el buen sentido, sin abusos por parte de ninguno de los dos y con un buen propósito mutuo.
Muchas de las relaciones kármicas más exigentes vienen a la vida en la forma de parientes sanguíneos, cosa imposible de sacarse de encima o terminar la relación ya que el tema de la sangre nos une para toda la vida y nos obliga a resolver el karma familiar o morir en el intento. El propósito del karma es el maravilloso aprendizaje de que todos somos uno, aún en nuestra individualidad.
Comprender esa conexión del campo unificado que incluye acciones y pensamientos y que manifiesta absolutamente “todo lo que existe” es el propósito del karma. Por eso se dice que es la herramienta de enseñanza y de evolución espiritual más impecable, justa y natural del universo y que gracias a ella avanzamos en el camino que nos transforma en humanos maravillosos.
Fuente: Monika Correia Nobre.
Desde este lado del mundo, lo más cercano a la palabra karma tiene relación con eso de no hagas a los demás lo que no querés que te hagan a vos. La fórmula para pedir perdón cristiano que dice: “He pecado mucho de pensamiento palabra, obra y omisión” es una síntesis gloriosa del saber del karma. Acá aparece el mismo reconocimiento en Oriente y Occidente de los distintos niveles generadores de karma. Es que tanto “el pensar”, “el decir”, “el hacer” y “el evitar hacer cuando esto es necesario” genera irremediables respuestas kármicas.
Según la ley del karma, recibimos lo que damos ya que eso que obtenemos es el resultado de un movimiento iniciado, con anterioridad, por cada uno de nosotros. Y la respuesta kármica la recibimos de cualquier persona que esté dentro de la misma línea de aprendizaje.En este sentido, y como resultado de las muchas acciones que generamos a lo largo de la vida, hay buen karma y mal karma. Aunque, en general, se utiliza la palabra con un significado negativo y al buen karma casi ni se lo nombra y se lo sustituye muchas veces por la palabra suerte Pero la suerte, así como la entendemos en Occidente, es karma en el entendimiento de Oriente.
¿Cómo podemos reconocer cuando una relación es kármica?
Muchas veces pasa que vemos a alguien por primera vez y sentimos que lo conocemos de antes, nos resulta muy familiar y hay una inmediata afinidad. En otros casos, por el contrario, conocemos alguien que nos provoca una instantánea desconfianza y empezamos a actuar a la defensiva sin que haya ningún elemento de la realidad que nos diga que esa persona es peligrosa para nosotros. ¿Sexto sentido? Puede tratarse de vidas pasadas.Lo más habitual es conectar con personas de otras vidas ya que buscamos los mismos compañeros para seguir nuestro aprendizaje y otras veces pasa que quedaron cosas pendientes, cosas irresueltas, buenos o malos, pero siempre útiles para nuestra evolución.
Con respecto al tema del amor, hay varios tipos de parejas kármicas. En algunos casos vemos que los mismos patrones se repiten a pesar de que cambiamos de pareja y tienden a aparecen los mismos problemas que no logramos solucionar. Esto muestra que nos estamos relacionando con personas que están aprendiendo lo mismo que nosotros. Muchas veces ocurre que cuando se termina la cuestión kármica que mantenía unida a estas dos personas, deviene una crisis, y en esa crisis o bien cada uno sigue su camino, porque ya compensó el ciclo del karma, o se renueva la pareja desde un nuevo lugar de crecimiento mutuo con nuevas reglas. Así nace la pareja dhármica o de crecimiento compartido en la virtud, en el buen sentido, sin abusos por parte de ninguno de los dos y con un buen propósito mutuo.
Muchas de las relaciones kármicas más exigentes vienen a la vida en la forma de parientes sanguíneos, cosa imposible de sacarse de encima o terminar la relación ya que el tema de la sangre nos une para toda la vida y nos obliga a resolver el karma familiar o morir en el intento. El propósito del karma es el maravilloso aprendizaje de que todos somos uno, aún en nuestra individualidad.
Comprender esa conexión del campo unificado que incluye acciones y pensamientos y que manifiesta absolutamente “todo lo que existe” es el propósito del karma. Por eso se dice que es la herramienta de enseñanza y de evolución espiritual más impecable, justa y natural del universo y que gracias a ella avanzamos en el camino que nos transforma en humanos maravillosos.
Fuente: Monika Correia Nobre.
¿Qué pasa en nuestro cerebro cuando nos reímos?
Cuando una persona se ríe de verdad entonces en su cerebro se liberan endorfinas (neurotransmisores secretados por la glándula pituitaria del cerebro, que tienen un efecto de tipo opiáceo similar a la morfina). Por eso las endorfinas se conocen como "opiáceos naturales". También se libera un neurotransmisor cerebral llamado dopamina muy relacionado con los estados de bienestar psicológico. Al mismo tiempo, cuando una persona se ríe de verdad, disminuyen sus niveles de cortisol que es una hormona conocida como la "hormona del estrés".
María Cristina Cuatara
María Cristina Cuatara
miércoles, 10 de febrero de 2016
Hace varios años que no andaba por el barrio de Belgrano. Entré a la iglesia. Y me senté en uno de los bancos de la última fila. El silencio invocaba rezar. Pensar en lo vivido. Y en lo que vendrá. En un instante escapé de mis pensamientos. Y observé a los santos que estaban de un costado. Miraban fijo, pero con serenidad, como si nada malo podría pasar.
Las iglesias son como campos silenciosos en medio de la ciudad.
Carol C
El Buscador de la Verdad
Cuentan que un Buscador de la Verdad salió en cierta ocasión a los caminos del mundo. Y allí, en el gran cruce del mundo, interrogó a sus hermanos:
—Decidme, ¿cuál es la verdad?
—Busca la filosofía —respondieron los filósofos.
—No —argumentaron los políticos—. La verdad está en el servicio.
—Entra a las catedrales —le aseguraron los clérigos.
—Sin duda, la verdad es la sabiduría —declararon los sabios.
—-Renuncia a todo —esgrimieron los ascetas.
—Contempla y ensalza las maravillas del Señor —le anunciaron los místicos.
—Acata y cumple las leyes —señalaron los gobernantes.
—Conócete a ti mismo —cantaron los guardianes del esoterismo.
—La verdad está en los números sagrados —dedujeron los cabalistas.
—Vive los placeres —aconsejaron los epicúreos.
—Únete a nosotros —le gritaron los revolucionarios.
—La verdad es un mito —respondieron los escépticos.
—Vive y deja vivir —clamaron los existencialistas.
—El pasado es la única verdad —lamentaron los nostálgicos.
Confundido aquel humano se dejó caer sobre el polvo del camino, mientras aquella multitud se alejaba cantando y reivindicando "su" verdad.
En eso acertó a pasar junto al hombre un venerable anciano que portaba un refulgente diamante.
— ¿Quién eres?, preguntó el derrotado Buscador de la Verdad.
Y el anciano, mostrándole el diamante, contestó:
—SOY EL GUARDIÁN DE LA VERDAD.
— ¿La Verdad? ¿Es que existe?
El anciano sonrió y aproximando la gema al rostro del humano, replicó:
—La VERDAD, como este tesoro, tiene mil caras. A cada uno corresponde averiguar cuál le toca.
Gurdjieff-Discípulos de C.M.
8 de Febrero
Comienza el Año del Mono de Fuego. Una energía innovadora, creativa, curiosa, ágil y flexible. Este nuevo año nos propone romper el molde, salir de lo obsoleto, usar nuestra capacidad creativa, generar cambios, hacer jugadas, saltos al vacío, movernos, ser flexibles y astutos. El mono es muy hábil y usa las cartas que la vida le da de la manera más inteligente. Tiene una gran alegría de vivir. La energía de fuego le suma acción, mucha energía vital, mucho liderazgo y capacidad de motivar y mucha iniciativa para los cambios. Para honrar este inicio, podemos usar algunos rituales chinos, como por ejemplo, comprar una nueva planta para la casa, que trae nuevos augurios, y llenar la despensa con comida, en señal de abundancia.
¡Que tengan un hermoso inicio, con la energía juguetona del Mono!
Julieta S. Valente
¡Que tengan un hermoso inicio, con la energía juguetona del Mono!
Julieta S. Valente
lunes, 8 de febrero de 2016
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