“Que te tengan pendiendo de un hilo, no te hace fuerte…lo fuerte es en verdad el hilo…y siempre tienes la opción de cortarlo”.
Cuántos hilos son los que debemos cortar pero no lo hacemos? Esa sensación de depender, de que tu estado de ánimo varíe de acuerdo a la presencia o ausencia de alguien o algo, es perder tu poder personal , entregarlo y quedar desenergizado, disminuido y pequeño. La verdadera fortaleza es soltar las codependencias, los miedos a la soledad, los miedos al futuro, y empezar a reconocer a la persona con la que convivimos permanentemente: nosotros mismos. ¿Cómo me siento a mi lado? ¿Estoy a gusto? ¿Me quiero o me odio? Mi relación conmigo es eterna. Entonces, ¿cómo es esta relación? Si pienso que no tengo luz, salgo a buscarla en otro que sí la tiene, y si éste otro se va, vuelvo a las tinieblas, me victimizo, lo culpo, y luego viene otra persona y la historia se repite.
Si no tengo una buena relación conmigo, ¿cómo puedo tenerla con otra persona?
Es tiempo de soltar los hilos, dejar de estar "pendientes" y volver a re-conectarnos con nosotros para cambiar nuestros mecanismos y expandir y potenciar esta encarnación que nos toca vivir.
¡Que el Universo te obsequie una espada para cortar tus hilos de dependencia!