jueves, 30 de noviembre de 2017

Cerati & Melero - Vuelta por el universo



Si puedes amar no te limites, 
amar nunca es en vano, 
el amor no se malgasta,
el amor es vida, es esperanza
y da vida a quien alcanza
pero más a quien lo da,
a quien ama sin medida, 
sin miedo, sin dudas.
Y aunque a veces
los caprichos del amor, 
te jueguen malas pasadas
se firme y ama aún más,
pues de amor no muere nadie,
pero siempre alguien se salva. 

Emiliano Sanchez



Deja de buscar las respuestas de extraños. Las respuestas a tu vida están dentro de ti. Sólo tú sabes lo que hace que tu corazón se sienta en casa. Sólo tú puedes oír tu voz interior. La clave está en hacer las preguntas correctas.

Nordyke





Trata de comprender que todo está dentro de ti, nadie más puede hacer que cambies y veas que en realidad eres muy pequeño y que la vida fluye dentro y fuera de ti.

George Harrison


Los #RegistrosAkashicos contienen toda la información de nuestra alma, pasado, presente, futuro, como así también, las infinitas posibilidades de evolución presente.
Son uno de varios caminos para el descubrimiento del verdadero potencial, de la magnificencia que yace en todo ser.
Nos podemos conectar con los Registros Akáshicos a través de nuestro ser superior y guías espirituales y revelar las respuestas a las preguntas más profundas del alma.



La abundancia

La abundancia es un estado mental de armonía conmigo mismo y con el universo que me rodea. Es encontrar el equilibrio, la coherencia entre lo que pienso, digo y hago. En éste estado mental, se manifiestan nuestros pensamientos. Es cuando podemos enfocar nuestra atención e intención para materializar nuestros verdaderos deseos. 
La abundancia esta en el terreno de lo abstracto. Por que no es un lugar, ni una meta, ni un estilo de vida, ni un tener. Es una manifestación del ser. Del pensamiento, del inconsciente. 

Qué significado tiene para ti  la abundancia? 
Empieza por cuestionarte ésta simple pregunta. 

El arquetipo de la abundancia es la madre. La madre que alimenta abundantemente. Que protege y organiza. Que consuela y se hace presente. 

Cómo es la relación con mi madre? 
Si hay una relación toxica, del mismo modo sera mi relación con mi abundancia. En éste punto se hace imprescindible sanar la relación con mi madre. Entrar en armonía con lo que llevo en mi de ella me traerá paz y me conectará con el universo mismo para alcanzar éste estado mental que es la abundancia. 

Decía San Francisco de Asís: 

"Las cosas que necesito para vivir son pocas, y las necesito poco". 


Esto es abundancia. 


Luis Quiroz 







Lago en el cielo


miércoles, 29 de noviembre de 2017

Sia - The Greatest


SANANDO LA PARTE FEMENINA DEL ÁRBOL GENEALÓGICO

“La salud de la mujer es el terreno sobre el que crece toda la humanidad. Mejorar la salud física, mental y emocional de una mujer fertiliza y aprovisiona el terreno para todos: hombres, mujeres, niños, animales, plantas y el propio planeta. 
El vínculo madre-hija, en toda su belleza, dolor y complejidad, forma el cimiento mismo del estado de salud de una mujer. 
Esta relación primordial deja su huella en todas y cada una de nuestras células para toda la vida.”
Las mujeres, como los hombres, nos creamos en el útero de nuestra madre. Bebemos sus emociones, sentimos todo aquello que acontece en su cuerpo, mente y espíritu. 
Es nuestro universo durante nueve meses y constituye nuestra esencial referencia de la vida humana. 
En el caso de las mujeres, nuestros úteros son creados en el útero de nuestra madre y en él se imprimirán sus emociones básicas acerca de la feminidad. 
Así, en su útero, que simbólicamente representa "la primera casa", se albergan también aquellas emociones de nuestra abuela y, si seguimos esta espiral, caeremos en la cuenta de que este útero de creación y recreación, está construido sobre los pilares de todas las mujeres de nuestro clan familiar.
La herencia de todas estas mujeres, hasta llegar a nosotras y a nuestras hijas, está impreso en nuestro cuerpo, en concreto en nuestros genitales, nuestros órganos sexuales, nuestros senos y nuestro abdomen. 
Tener conciencia de esto nos ayuda a entender el por qué de tantos dolores “inexplicables”, de tanta ira contenida, de tanta sexualidad prohibida o sucia y de tantas lágrimas sordas anudadas en nuestra garganta.
Las mujeres de nuestro clan, han sufrido toda clase de abusos, grandes o minúsculos, que pueden ir desde una idea de ser "pecadoras", si disfrutaban del sexo, haber sido tal vez humilladas, hasta haber sido condenadas a vivir encerradas en una cocina criando hijos.
Las mujeres de nuestros clanes, incluso arriba de nuestras tatarabuelas, también fueron niñas, fueron hermanas, fueron hijas y en un momento dado, fueron las madres que de una manera indirecta, provocaron que hoy estemos aquí, tan mujeres como ellas.
Ellas también jugaron, sonrieron, soñaron, se enamoraron, ilusionaron, trabajaron.
Y de igual manera, sufrieron, lloraron, callaron.
Al igual que nosotras hoy, también tuvieron inquietudes y la necesidad de "ser alguien" importante.
Platicaron de sus miedos con alguien que las escuchó, tal como nosotros lo hacemos con nuestras amigas o vecinas.
Leyendo el libro de Madres e Hijas de la Dra. Northrup pude poner palabras a lo que tantas veces había sentido hacía mi madre y hacia mi abuela. Esa necesidad de verlas como mujeres, sin el lazo específico de la sangre familiar sino con el lazo universal que nos une a las mujeres en manada. Llorando encontré que en el seno de mi madre residía una mujer llena de poder. Una mujer a la que podía admirar. El reflejo de la Diosa, que tantas veces ilustré con dibujos prestados, estaba ahí y era real. Todos estos años la buscaba y hasta que no bajé la espada del reproche y abracé nuestras sombras no pude ver el verdadero rostro de la mujer que me dio la vida, que me arropó y me crió.
Mi madre también es hija, como lo es mi abuela y todos mis ancestros femeninos. Todas tenemos en común nuestra Fuente de Origen y sólo cuando pude llegar hasta ella entendí los misterios más inciertos y oscuros de mi. Comprendí que muchos no eran míos, supe que tantos otros no eran de mi madre y así fui deshilando la manta de los recuerdos, hasta llegar a Ellas. Las mujeres del pasado se manifiestan en nosotras a través de los pálpitos de nuestro útero.
Esta Sagrada Vasija contiene las aguas de todas las emociones, suyas y nuestras.
Hemos de sentirla sin miedo para poder elegir qué es lo que queremos quedarnos y qué queremos desechar. Ellas nos acompañan desde la luz si así se lo pedimos. Simplemente hemos de nombrarlas con solemnidad, con el corazón y los brazos abiertos pidiendo su presencia y ayuda.
Reconociendo el linaje de sangre lunar, puedes invocarlas, a todas ellas, diciendo hoy por la noche en voz alta:
"En este caminar soy "tu nombre", hija de "nombre de tu mamá", hija de "nombre de tu abuela", hija de "nombre de tu bisabuela", hija de "nombre de tu tatarabuela", hija y nieta de las mujeres valientes que me precedieron. A ustedes, abuelas, las invoco desde el amor, buscando la sabiduría femenina que reside en su legado.
Con estas palabras reconozco su labor aún perenne en esta Tierra, pues todas ustedes viven en mi sangre. 
Hoy decido honrarlas, las nombro. Porque decido liberarme de aquello en sus vidas que no quiero (aquí mencionan todo aquello que no desean de ellas: sus enfermedades, sufrimientos, etc).
Ustedes son la fuerza que impulsa cada una de mis acciones. Ustedes son la savia de mi cuerpo, que hoy limpio para siempre.
De todas y cada una, una sonrisa y cientos de lágrimas recorriendo mi cara. De todas y cada una, el regazo acogedor. De todas y cada una de las mujeres de mi casa llevo la luz y devuelvo la sombra. 
A ustedes, muestro mi veneración, porque del linaje de mis mujeres viene a este cuerpo, a esta familia en concreto. Como hija y nieta de tantas, decido caminar hacia las profundidades de sus úteros para encontrar el origen de la angustia y ponerle fin".
Y es que, no estamos completas hasta el día en que tomamos aire y nos aventuramos a bucear en las profundidades de nuestro linaje femenino. El momento en el que nos reconocemos únicas y reconocemos aquello de lo que formamos parte. 
Sólo cuando puedo sentirme cómoda y reconfortada en los brazos de mi madre, pude dar el paso hacia mi propio universo. Hasta entonces puedo ser una niña perdida, buscando la aprobación de una mujer o mujeres que no sé si amar u odiar. Sea como sea, algo nos dice que debemos amarlas, pero si hay dolor es necesario reconciliarse en espíritu, comprender, perdonar, aceptar.
Mi universo fue esa mujer y como nuestra Madre Tierra, por mucho que trates de ignorarla ella siempre te sostiene. Quizás no es como esperas, pero Ella es el mundo que necesitas para aprender lo que has de aprender. Cuando comienzas a amar tus tormentas, cuando entiendes tus torbellinos, llegas a encontrarla hermosa. La miras y te reconoces en ella. Entonces sabes que eres Una, tal y como desde siempre.
Hemos de aventurarnos a recorrer este laberinto mágico que nos conduce a la Fuente. Nuestro primer pasadizo es nuestro cuerpo y de ahí se abren las puertas hacia las mujeres de nuestra casa. Pasamos a través de nuestro útero al útero materno y de allí al útero de nuestros ancestros femeninos. De una a otra tomamos conciencia de quiénes somos en realidad. Cada una descubrimos nuestros misterios y os aseguro, hermanas, que todos son bellos, sea cual sea su forma.
Para avanzar, no sólo hemos de comprender, sino también honrar nuestro origen. Gracias a Ellas palpitamos. Sólo Nosotras podemos elegir cómo.

Akasha Sanación Integral.
Elizabeth Romero Sánchez.
Edgar Romero Franco.




Solo si aceptamos nuestros errores, podremos abrazarlos y superarlos. 



Suede - Everything Will Flow








Mirar con lupa mágica todo lo que nos rodea, volver a ver el mundo con los ojos de un niño, 
para recordar que todo es posible, inclusive volar de amor.

lunes, 27 de noviembre de 2017

Native Flutes



IDENTIFICANDO PROBLEMAS EN LA PAREJA

 Viendo como día a día los conflictos de pareja toman más fuerza y como una gran mayoría de las personas vive en búsqueda del gran amor, llego a la conclusión de que si bien cada cabeza es un mundo, del mismo modo hay comportamientos o situaciones específicas que nos pueden ayudar a identificar cuando nuestra vida de pareja ya no está en un estado saludable.
Todos sabemos que cuando una relación amorosa comienza, ésta se disfruta con mucha pasión, con muchas ganas de compartir, con infinita aceptación, infinito perdón, alegría, ilusión, entusiasmo y demás.
No hay para ninguno de nosotros una prioridad superior a la de compartir tiempo con esa persona amada. Todo es descubrimiento, disfrute, paz, optimismo, sueños y optimismo.
Todo parece fácil, no hay imposibles.
Los besos, las caricias y hasta un simple roce nos hace volar tan alto, que perdemos el miedo a caer.
Dejamos de ver hasta nuestros propios defectos, luego claro, de que ya desde un inicio, hemos quedado cegados a los defectos del otro.
Esta etapa de “enamoramiento masivo” como yo la llamo, es sin duda, la mejor. En una dulce y tierna miel sobre hojuelas.
Sin embargo, y conforme pasan los meses o los años, se llega inevitablemente a la rutina.
Los besos en sí mismos ya tienen una forma particular. Las tomadas de mano a veces ya resultan hasta incómodas porque ya tenemos en la cabeza otras cosas.
Ya sabemos cómo ríe y como llora la otra persona, ya sabemos lo que le gusta y lo que le molesta y ya no tan fácilmente podemos “dejarlo pasar”.
Es entonces que hay que hacer un ajuste en nuestra vida para poder seguir adelante, porque de no hacerlo a tiempo, esa miel se convertirá en veneno y terminaremos intoxicados.
De pronto nos encontramos en la encrucijada de tener que ceder en muchas de nuestras cosas, muchas cosas que en un principio fueron aceptadas por nuestra pareja pero que ahora le molestan.
Y comenzamos a dudar, llegamos justo al punto en que nuestro sexto sentido nos plantea varias situaciones:
- ¿Es realmente el amor de mi vida?
- ¿Será sólo una etapa de ajuste y al final de ésta estaremos bien y amándonos para siempre?
- ¿Realmente puedo vivir toda la vida con aquello de la otra persona que me molesta?
- ¿No estaré exagerando y eso que me molesta no es tan importante?
- ¿Será que gracias a mi amor infinito la otra persona cambiará sus cosas molestas?
Y mientras dudamos, continuamos. Porque una parte de nosotros, quiere volver a sentir lo que sentía al principio. Una parte de nosotros, acepta que debe haber una evolución en la pareja. Otra parte de nosotros duda realmente el estar con la persona correcta. Y otra parte de nosotros prefiere “hacerse el loco” y seguir adelante con tal de no estar solo.
Y aceptémoslo, sólo una de cada 10 parejas que comenzaron muy enamoradas e ilusionadas, logra real y conscientemente, dar paso a una relación madura de atracción y respeto. De amor y alegría. De confianza y fidelidad. Sólo una.
Las restante 9, siguen adelante no importando o no siendo conscientes de las consecuencias.
Dicho esto, hablemos ahora de esas parejas que desde un principio no están seguras de quedarse o irse, de esas parejas que aún al momento de casarse o tener hijos aún dudan estar con la pareja ideal.
Hablemos de esos 4 elementos que sin duda los harán sufrir más adelante. Porque no pueden permanecer ajenos a esa avalancha de desilusión que se está formando.
¿Cuáles son las señales? ¿Qué indicadores me dicen que mi relación se está rompiendo? ¿Cuándo aparecen éstas señales hay solución?
1. CRÍTICA DESTRUCTIVA
Es normal que cuando hay confianza y se quiere mucho a una persona, haya críticas por ambas partes. Esto es una forma sana de conocerse mejor y mejorar ciertos aspectos de la pareja que desconocíamos. Sin embargo, hay un tipo de crítica que es mucho más dolorosa y que se usa para hacer daño a la otra parte. Es lo que se llama crítica destructiva y sólo logra una sola cosa: desvalorizarnos y con ello, dañar nuestros huesos, músculos, articulaciones y ganglios.
Todo el mundo comete errores, pero cuando nuestra pareja critica nuestra manera de proceder, decidir, elegir, hablar, caminar, vestir, etc, hiriéndonos denota sin duda que esa persona ya no siente esa miel sobre hojuelas que nos unió al principio.
Y comienzan los reclamos claro:
- Antes te gustaba como era yo.
- Antes no me decías nada cuando yo decidía lo mismo.
- Antes cuando me amabas no me criticabas.
- Antes te preocupabas más por mí.
- Antes tenías más interés por mí.
Entrando a ésta etapa de críticas, es normal comenzar las conversaciones de pareja con el “Antes tu….”
Solución: 
Dejar de repetir el “antes tú…” y de manera inmediata, dialogar sobre esas críticas recibidas por parte de la pareja y dejar en claro que no se tolerarán más.
Intentar averiguar mediante una plática sana y pacífica, la verdadera intención de la pareja al tratarnos así, porque efectivamente puede estar sucediendo, que ya no se sienta enamorado o enamorada de nosotros y que ya le sea imposible tolerarnos.
Y cuidado con la respuesta: Ay cómo exageras, era una broma!
Porque eso ya habla del carácter impositivo de la pareja, que busca dominarnos sutilmente, nuevamente desvalorizándonos.
Sólo con un diálogo maduro y tranquilo, podrás expresarte abiertamente y del mismo modo, escuchar y comprender lo que ocurre con tu pareja.
2. DESPRECIO
Cuando existe el desprecio tanto por una como por ambas partes, ya de forma usual, diaria o cotidiana, se puede decir que la pareja no llegará a buen puerto. El desprecio se manifiesta en forma de burlas, sarcasmos, insultos y hasta en movimientos que nos imitan “mímica” o “imitaciones de la voz”. 
En cualquiera de sus formas provocará que la otra persona no se sienta apenas valorada.
Solución: 
La única solución ante el desprecio, nuevamente se basa en el diálogo y en el acuerdo. Reconstruir nuevamente el respeto entre ambos comenzando nuevamente a decir cosas buenas del otro.
- “Qué bien te ves hoy”
- “Qué rápido hiciste esto”.
- “Qué delicioso platillo cocinaste”.
- “Qué bueno que lo recordaste”.
3. PONERSE A LA DEFENSIVA
Comúnmente, cuando una persona se equivoca en algo, tiende a justificarse o a ponerse a la defensiva y es normal.
Sin embargo, cuando ante la pareja las justificaciones o estar a la defensiva se convierte en el comportamiento de todos los días, puede denotar que ya no existe el mismo grado de interés por estar nosotros.
Lega tarde todo el tiempo, olvida que teníamos un compromiso o una cita, ya no es tan importante vernos, ya el trabajo le impide todos los días un tiempo para mí, etc.
Esto suele ocurrir mucho para ocultar infidelidades, consiguiendo así que el infiel o la infiel no se sientan tan culpables por su “aventura.”
Solución:
Y volvemos al diálogo maduro y tranquilo entre la pareja, encontrando el por qué de las actitudes defensivas y el por qué de las justificaciones o pretextos.
Porque casi un 99% de las parejas, deja pasar estos instantes para venirse a dar cuenta luego ya de años, que desde entonces algo ya se había roto en la relación y no se hizo nada.
Cuando surja un problema y nuestra pareja esté a la defensiva o se justifique, lo mejor será intentar poner una solución inmediata y permanente entre ambos y dejar atrás reproches y orgullos.
4. EL MURO DE PIEDRA
Esto es uno de los últimos factores que aparecen cuando la pareja está ya casi deshecha.
No hay comunicación alguna.
Puede haber aludos, despedidas y hasta besos de buenos días o buenas noches, pero ya no hay comunicación.
Lo único que mantiene juntas a éstas personas es la rutina, los apegos, los miedos, pero ya no hay amor. Tan sólo costumbre y conformismo.
Es una vida de pareja en silencio, en donde de lo que se habla, es de los demás. De los vecinos, del trabajo, del jefe, de la mamá, de las hermanas, de los hijos, de todos menos de ellos.
Ya no se pregunta nada, todo se da por hecho. Ya está establecida una rutina de comidas, horarios, salidas, todo. Lo demás, permanece lleno de silencio.
Ya no hay mariposas en estómago, ya no hay nervios o emoción, es una etapa casi mecánica, robotizada, tan sólo esperando el final, la despedida, la muerte.
Cada uno hace sus cosas, sale con sus amigos, hace sus tareas pendientes, compra lo que necesita pero duermen juntos. Están juntos sin estarlo realmente. Ya no se tocan, ya no se emocionan, se están apagando. Y cuando hablan, pareciera que lo hacen con un muro, que no hay respuesta, que no hay eco, tan sólo vacío.
Solución:
Si de verdad te importa tu pareja… ¡Pues actúa! 
Y lo primero es hablar, dialogar, platicar, aceptando que probablemente, escuches cosas que no te gusten y que habrás de modificar. Y del mismo modo, entiende que tú deberás ser escuchado recibiendo lo mismo.
Y es que si hubiera una fórmula mágica y perpetua para asegurar el amor incondicional en una pareja, todos viviríamos felices y en armonía.
En la gran mayoría de las parejas, se trata de pulir día con día, todo aquello que nos va lastimando e incomodando del otro, pero sí tiene que haber una conciencia de la gran diferencia que existe entre limar asperezas que como pareja nos están molestando y querer cambiar al otro porque desde el inicio elegí mal.
La persona que te ame, debe amarte con tus cosas buenas y tus cosas malas, desde el principio. Y tal vez tan sólo modifiques en unos años, tu forma de gastar en zapatos o la forma en que ordenas tus herramientas.
Lo que nos hace llegar a la conclusión de que mucho del éxito o el fracaso de una pareja está en la elección consciente de la otra persona. Observando desde el inicio todo aquello que sabemos, en un futuro será intolerable.
Siendo sinceros y honestos con nosotros mismos, antes de que caiga la miel sobre las hojuelas.
Así las cosas…
Akasha Sanación Integral
Elizabeth Romero Sánchez y Edgar Romero Franco.





Lp Halo


BIODESCODIFICANDO LA DULZURA

Ah verdad! Definitivamente éste título suena más ameno que Diabetes.
Yo podría decir con la mano en la cintura, que a diferencia de varios autores, incluyendo a Hamer, la diabetes en un 95% de los casos de consulta, obedece no tanto a una emoción de RESISTENCIA, de OPOSICIÓN.
Hemos encontrado en la gran mayoría de los casos, que la Diabetes se origina a partir de una emoción de abandono.
Hijos que perdieron a su padre
Esposas que perdieron al esposo
Hijos que fueron “regalados”
Hijos que quedaron huérfanos
Hermanos que fueron separados en la infancia y crecieron separados.
Y yo lo podría resumir en: Hijos que crecieron SOLOS.
Y cuidado, porque no me refiero a crecer solos como flores silvestres, no. Me refiero a niños que crecieron carentes de amor, de cuidados, de abrazos, de compañía, de una familia amorosa.
Son precisamente esos hechos, los que conforman el conflicto programante.
¿Qué quiere decir esto?
Que cuando dicha persona crezca y vuelva a sentirse “abandonado”, “no querido”, “no procurado”, etc. Disparará un diagnóstico de diabetes.
Y no sólo esa persona puede presentar diabetes, sino que trasmite a toda su descendencia, el programa de “carencia de dulzura”.
Hasta aquí, todos podríamos pensar que los diabéticos son personas “carentes de dulzura” o en “búsqueda de dulzura”, pero no es así.
Un diabético si bien puede estar programado para una vida de abandono, también puede estarlo para una vida en la que todo el mundo le demuestra amor, pero él o ella, no saben procesarlo.
Personas duras, frías, secas, incapaces de abrazar o recibir un abrazo. Incapaces de poder el lado bonito de la vida.
Por lo tanto tenemos pues que la diabetes, es más bien un problema de “no saber cómo procesar la dulzura”. Ya sea porque jamás la hemos tenido, ya sea porque la hemos añorado toda la vida y cuando la recibimos no sabemos cómo procesarla, o también porque tememos encariñarnos y luego sufrir tristemente si se pierde.
Y todo diabético debería, en lugar de ceder el poder a un diagnóstico médico. Tomar su verdadero poder y analizar si entre sus abuelos o bisabuelos hubo historias de abandono, de orfandad, de hermanos separados o regalados. Y seguramente, casi lo apuesto, ya en la línea de los abuelos y los padres, encontrará que sí.
Esto claro, le ayudará a comprender primeramente, que su diabetes no es suya, que fue un programa emocional que se ha heredado.
Luego de esto, el diabético deberá analizar su propia vida, revisar si ha sido feliz, si ha sido capaz de dar amor y dulzura a los demás, recibiendo lo mismo o cuando menos en la medida en que él o ella se lo imaginaba.
Revisar si no ha ocurrido algún hecho familiar (la muerte de un ser querido por ejemplo), que lo haya trasladado a un estado de “ya no recibo esa dulzura que me hacía vibrar y ser feliz), situación que pudo ser el fuego que encendió la polvorita de “diabetes”.
Si una persona diabética, si cualquier persona diabética, entiende y comprende todo éste proceso. Si cualquier persona es capaz de entender que para el cerebro es lo mismo la dulzura de un abrazo que una cucharada de azúcar en un café o té, podrá tomar consciencia de que ese diagnóstico de diabetes, que ha recibido de su médico, no es definitivo. Y que en la medida en que él o ella encuentre una razón para vivir y ser feliz, en la medida en que esa persona sepa besar y abrazar además de dejarse besar y abrazar, poco a poco irá reconformando sus procesos orgánicos para que dicha azúcar se procese perfectamente.
Nadie necesita la diabetes, nadie. Y el problema de todo esto, es que por ejemplo, en el caso de Diabetes Tipo 1, la persona se va acostumbrando tanto a la insulina, que aunque fuera consciente del evento que desató todo el programa y el síntoma, tomaría más tiempo y más esfuerzo, porque ahora ha creado “una dependencia” a la misma.
Entonces, si bien el conflicto teóricamente manejado para la Diabetes es:
- Conflicto de Resistencia (negar u oponerse a algo o a alguien), que ocurre en mujeres diestras ya en la menopausia o en hombres diestros.
- Conflicto de Asco, disgusto o temor, que ocurre sólo en mujeres zurdas pre-menopáusicas o en hombres zurdos con trastornos hormonales.
Tenemos un elemento Transgeneracional IMPERATIVO de buscar, de comprender y de soltar.
Tenemos que encontrar ese abandono ocurrido, ese crecer solos ocurrido, ese quedar huérfanos ocurrido. Porque sumará a nuestra sanación y liberación.
Porque si yo soy padre o madre de un menor de 14 años, y yo soy doble de aquel familiar (padre, madre, abuelo, bisabuelo, etc) que creció solo, puedo presentar diabetes sí y también inconscientemente, puedo heredarle el programa a mi hijo o hija.
O tal vez es mi hijo o mi hija la que es doble de esa persona que creció solo y sufrió tanto. O tal vez mi hijo o hija no es doble por fechas pero se me ocurrió ponerle el nombre de ese familiar que creció solo.
Como ven entonces, esa diabetes diagnosticada, puede tener una solución, antes que una grave complicación.
Busquen esas historias en su árbol, en su familia, en la familia de su pareja y manos a la obra, a hacer una carta de duelo en donde liberen toda esa historia desde ya.
Tomen consciencia de que hay solución antes de acostumbrarse al tratamiento.
Así las cosas….
Akasha Sanación Integral
Elizabeth Romero Sánchez y Edgar Romero Franco.




Sefa Emre İlikli feat - Okan & Tolga İlikli





Native flutes




Que el corazón se fortalezca, 
pero que nunca pierda sensibilidad. 

André Rieu