miércoles, 30 de marzo de 2011

Cuando el egoísmo no limite tu capacidad de amar.

Cuando confíes en ti mismo aunque todos duden de ti y dejes de preocuparte por el que dirán.

Cuando tus acciones sean tan concisas en duración como largas en resultados.

Cuando sepas distinguir una sonrisa de una burla, y prefieras la eterna lucha que la compra de la falsa victoria.

Cuando actúes por convicción y no por adulación.

Cuando puedas ser pobre sin perder tu riqueza y rico sin perder tu humildad.

Cuando sepas perdonar tan fácilmente como ahora te disculpas.

Cuando puedas caminar junto al pobre sin olvidar que es un hombre, y junto al rico sin pensar que es un ídolo.

Cuando sepas enfrentar tus errores tan fácil y positivamente como tus aciertos.

Cuando sepas obsequiar tu silencio a quien no te pide palabras, y tu ausencia a quien no te aprecia.

Cuando ya no debas sufrir por conocer la felicidad y no seas capaz de cambiar tus sentimientos o tus metas por el placer.

Cuando no trates de hallar las respuestas en las cosas que te rodean, sino en Dios y en tu propia persona.

Cuando aceptes los errores, cuando no pierdas la calma, entonces y solo entonces... habrás triunfado.




Cuenta la leyenda que una vez una serpiente empezó a perseguir a una luciérnaga. Esta huía rápido de la feroz predadora y la serpiente al mismo tiempo no desistía.
Huyó un día y ella la seguía, dos días y la seguía... Al tercer día, ya sin fuerzas, la luciérnaga paró y le dijo a la serpiente:

-“¿Puedo hacerte tres preguntas?”

-“No acostumbro dar este precedente a nadie pero como te voy a devorar, puedes preguntar”. -contestó la serpiente...

- “¿Pertenezco a tu cadena alimenticia?” -preguntó la luciérnaga.
- “No”, -contestó la serpiente.
- “¿Yo te hice algún mal?” -dijo la luciérnaga.
- “No”, -volvió a responder la serpiente.
- “Entonces, ¿por qué quieres acabar conmigo?”
- “¡¡¡ Porque no soporto verte brillar !!!”



Moraleja

Muchos de nosotros nos hemos visto envueltos en situaciones donde nos preguntamos: ¿Por qué me pasa, no he hecho nada malo, ni daño a nadie?
Sencillo es de responder... ¡¡¡¡Porque no soportan verte brillar.....!!!!
Cuando esto pase, no dejes de brillar, continúa siendo tú mismo, continúa y sigue dando lo mejor de ti, sigue haciendo lo mejor, no permitas que te lastimen, no permitas que te hieran, sigue brillando y no podrán tocarte... porque tu luz seguirá intacta.
Tu esencia permanecerá, pase lo que pase...
¡¡ Sé siempre auténtico, aunque tu luz moleste a los predadores !!

lunes, 28 de marzo de 2011

MIRANDO A UN ANIMAL...

Animal: 

Principiante Compañero
de este viaje al que llamamos Vida...
¿Quién me mira detrás de tu mirada,
a través de esos ojos sin malicia
que avergüenzan a mi mirada humana?

¿Quién te mueve, quién te impulsa, quién te habita?
¿Quién se irá de ti cuando te mueras?
¿Llevando qué experiencias, qué misterios?
¿Para qué simple o profundo aprendizaje
gozas y sufres silenciosamente?

Tal vez sea Dios el que te necesita
para jadear, retozar y acoplarse,
jugar y desangrarse a través tuyo.


 



Animal, tú que observas este mundo
sin interpretaciones ni prejuicios:
¿Qué realidad es la real?  ¿La que percibes
con tus sentidos limpios de opiniones,
o la que mi intelecto juzga cierta?

Tú cumples bien con tu breve destino:
ves cuando miras, cuando escuchas oyes,
estás presente con toda tu esencia.
Tú no te jactas de espiritualidades.
No pretendes ser: eres el que eres.

Apiádate, animal, de mi ignorancia...
tú que vibras a pleno y que te exaltas,
enséñame el secreto de la Vida:
a entregarme con tu misma inocencia
para que Dios me encuentre disponible.