sábado, 28 de febrero de 2015

Esto suena muy bien, pero ¿es practicable en la realidad? ¿Resulta fácil para una persona corriente enfrentarse a las contaminaciones? Cuando surge la ira, nos coge tan de sorpresa que ni siquiera nos damos cuenta de ello. Arrastrados por la ira cometemos actos físicos o mentales que nos dañan a nosotros y a los demás. Poco después, al desaparecer la ira, empezamos a llorar y a arrepentirnos, pidiendo perdón a los demás o pidiendo perdón a Dios: "Oh, he hecho un error, perdóname". Pero la próxima vez que nos encontremos en una situación semejante volveremos a reaccionar igual. Este arrepentimiento no nos habrá servido para nada.

La dificultad estriba en que no somos conscientes del momento en el que comienza esta contaminación. Empieza en las profundidades de la mente inconsciente y cuando llega al consciente ha tomado tal fuerza que nos arrastra y no podemos observarla.

Supongamos por un momento que empleo un secretario privado para que me avise cuando surja la ira diciéndome: "Mire, va a aparecer la ira". Pero como no sé cuando va a surgir la ira tengo que emplear tres secretarios haciendo tres turnos que cubran las veinticuatro horas del día. Supongamos que puedo mantener ese gasto y aparece la ira. Inmediatamente mi secretario diría: "Mire, la ira ha comenzado". Lo primero que haría sería darle una mala contestación: "¿ Eres tonto, crees que te pago para que me lleves la contraria?". La ira me arrastraría de tal forma que un buen consejo no podría ayudarme.

Supongamos que prevalezca la sabiduría y que no le regaño sino que le digo: "Muchas gracias, ahora debo sentarme y observar mi ira". Pero, ¿acaso es eso posible? Nada más cerrar los ojos para observar la ira, y el objeto de mi ira, ya sea una persona o un incidente, surge de inmediato en mi mente y ya no observo la propia ira sino meramente el estímulo externo de aquella emoción, lo cual, sólo conducirá a la multiplicación de la ira y por tanto, no es una solución. Es muy difícil observar una negatividad abstracta, una emoción abstracta divorciada del objeto exterior que la originó.

Sin embargo, hubo alguien que habiendo llegado a la verdad última encontró una solución auténtica. Descubrió que al surgir una contaminación en la mente ocurren dos cosas simultáneamente al nivel físico: la respiración pierde su ritmo normal, - es fácil observar que respiramos más fuerte cuando surge una negatividad - y en niveles más sutiles se inicia en el cuerpo una reacción bioquímica que da lugar a una sensación. 
Todas las contaminaciones generan algún tipo de sensación en el cuerpo.

Esto nos ofrece una solución practica: una persona corriente no puede observar las contaminaciones abstractas: miedo, ira o pasión, pero con un adiestramiento adecuado y practicando es fácil observar la respiración y las sensaciones del cuerpo, y ambas están relacionas directamente con las contaminaciones mentales.

La respiración y las sensaciones ayudan de dos formas: primero se comportaran como secretarios privados y en cuanto surja una impureza la respiración dejará de ser normal y empezara a gritarnos: "¡Algo va mal!". Y como no podemos regañar a la respiración tenemos que aceptar el aviso. De igual forma también las sensaciones nos dirán que algo va mal. Tras habernos avisado podemos empezar a observar la respiración, a observar las sensaciones y nos daremos cuenta de que la impureza desaparece enseguida.

Este fenómeno físico - mental es como una moneda, en una cara están los pensamientos y las emociones que surgen en la mente y en la otra: la respiración y las sensaciones del cuerpo. Todos los pensamientos y emociones, todas las impurezas mentales que surgen se manifiestan en la respiración y en las sensaciones de ese momento. Por eso, al observar las sensaciones o la respiración estamos observando, de hecho, las contaminaciones mentales. En vez de huir del problema nos enfrentamos a la realidad tal y como es, las negatividades ya no nos arrastrarán como hicieron en el pasado y si perseveramos terminarán por desaparecer y permaneceremos felices y en paz.

De esta forma la técnica de la auto-observación nos muestra los dos aspectos de la realidad: el interno y el externo. Antes sólo mirábamos al exterior perdiendo la verdad interna; buscábamos en el exterior la causa de nuestra desgracia culpado siempre a algo o a alguien e intentábamos cambiar la realidad externa. Al ignorar la realidad interna, no comprendíamos que la causa del sufrimiento se encuentra en nuestro interior, en nuestras reacciones ciegas hacia las sensaciones agradables o desagradables.

Ahora, al adiestrarnos, podemos ver la otra cara de la moneda, podemos ser conscientes de nuestra respiración y también de lo que ocurre en nuestro interior. Sea lo que sea, respiración o sensación, aprendemos a observar sin desequilibrar la mente. Dejamos de reaccionar y de multiplicar nuestra desdicha y permitimos que las contaminaciones se manifiesten y desaparezcan.

Las negatividades se disuelven más deprisa cuanto más se practica esta técnica Vipassana. Poco a poco la mente se libera de las contaminaciones y se hace pura. Una mente pura está siempre llena de amor, amor desinteresado hacia los demás, llena de compasión hacia el sufrimiento y las faltas ajenas, llena de alegría al ver los triunfos y la felicidad de otros, llena de ecuanimidad en cualquier situación.

Al llegar a este estado nuestra conducta habitual cambia, ya no es posible cometer actos físicos o verbales que puedan perturbar la paz y la felicidad ajenas. Una mente equilibrada esta llena de paz e impregna el ambiente que la rodea de paz y de armonía que también afectan a los demás ayudándoles.

Al aprender a mantenernos equilibrados haciendo frente a lo que experimentamos en nuestro interior, desarrollamos también el desapego hacia todo lo que nos deparen las situaciones externas. Pero este desapego no es escapismo o indiferencia hacia los problemas del mundo. Quienes practican Vipassana con regularidad se sensibilizan más a los sufrimientos de los demás, y hacen cuanto pueden para aliviar el sufrimiento en la forma que puedan, sin agitación, con la mente llena de amor, compasión y ecuanimidad. Aprenden la santa indiferencia, aprenden a entregarse por completo, a ocuparse totalmente de ayudar a los demás, manteniendo simultáneamente el equilibrio mental. Así permanecen llenos de paz y de felicidad mientras trabajan por la paz y la felicidad de los demás.


Todos buscamos la paz y la armonía, porque carecemos de ellas. De vez en cuando todos experimentamos agitación, irritación, falta de armonía, sufrimiento; y cuando padecemos la agitación, no guardamos esta miseria limitada en nosotros, sino que continuamente la distribuimos a los demás. Una persona desdichada impregna el ambiente que le rodea de agitación, y quienes estén cerca de ella también se alteran, se irritan. Ciertamente, ésta no es la manera adecuada de vivir.

Tenemos que vivir en paz con nosotros mismos y en paz con los demás porque, en definitiva, los seres humanos somos seres sociales que vivimos dentro de una sociedad interrelacionada. ¿Pero como vivir en la paz y armonía internas, y mantenerlas para que los demás puedan también vivir en paz y armonía?

Para poder librarnos de nuestra agitación, tenemos que conocer la razón básica de la misma, la causa del sufrimiento. Al investigar este problema, nos damos cuenta que nos sentimos agitados en cuanto generamos negatividades o contaminaciones en la mente. La negatividad, la contaminación o la impureza mental, no pueden coexistir con la paz y la armonía.

¿Cómo empezamos a generar negatividades? También ahora nos damos cuenta, al investigar, de que nos sentimos desdichados cuando estamos con alguien que se comporta de una manera que no nos gusta o cuando sucede algo que nos desagrada. Cuando ocurre algo que no deseamos, surge tensión en nuestro interior y también surge cuando no ocurre o existen obstáculos para que se cumpla algo que deseamos, y con todo ello empezamos a atar nudos en nuestro interior. Y como durante toda la vida van a suceder cosas que no queremos y las queridas puede que sucedan o puede que no sucedan, no cesamos en este proceso de reacción de atar nudos - nudos gordianos - que hacen que toda la estructura física y mental esté en tensión, llena de negatividades, convirtiendo nuestra vida en continua desdicha.

Una manera de resolver este problema sería arreglárnoslas para que en nuestra vida no ocurra nada no deseado, para que todo sea tal como deseamos. Para lograrlo deberíamos desarrollar en nosotros mismos el poder o bien conseguir que venga en nuestra ayuda alguien que lo tenga, para que las cosas no deseadas no sucedan y solo sucedan las cosas deseadas. Pero eso es imposible. No existe nadie en el mundo que pueda satisfacer todos sus deseos, en cuya vida todo transcurra como quiere, sin que pase algo no deseado. Constantemente ocurren cosas que van en contra de nuestros deseos y querencias, de ahí la pregunta oportuna: ¿Cómo podemos dejar de reaccionar ciegamente cuando debamos enfrentarnos a situaciones que no nos gustan? ¿Cómo podemos dejar de generar tensión y permanecer llenos de paz y de armonía?

Desde los tiempos de Buda, la Vipassana ha sido trasmitida hasta el presente, por una cadena ininterrumpida de maestros. Aunque es de ascendencia Hindú, el Maestro actual en esta cadena, el señor S. N. Goenka, nació y creció en Birmania (Myanmar). Durante su residencia allí, tuvo la buena fortuna de aprender Vipassana de su Maestro, Sayagyi U Ba Khin, quien era en aquel tiempo un alto funcionario de gobierno. Luego de recibir entrenamiento de su maestro durante catorce años, el Sr. Goenka se estableció en la India, y comenzó a enseñar Vipassana en 1969. Desde entonces, ha enseñado a decenas de miles de personas de todas las razas y religiones, tanto en Oriente como en Occidente. En 1982 comenzó a designar profesores asistentes, para que le ayudasen a atender la creciente demanda de los cursos de Vipassana.

Tanto en la India como en otros países hubo personas santas y sabias que estudiaron este problema - el problema del sufrimiento humano -, y encontraron una solución: cuando ocurre algo no deseado y empezamos a reaccionar con ira, miedo o cualquier negatividad, hay que dirigir lo antes posible la atención a cualquier otra cosa, por ejemplo te levantas, coges un vaso de agua y empiezas a beber; de esta manera la ira no solo no se multiplicará sino que empezara a disminuir: O empiezas a contar: uno, dos, tres, cuatro... O repites una palabra, o una frase, o un mantra, o quizá el nombre de una persona santa hacia la que sientas devoción. Así desviamos la mente y hasta cierto punto nos liberamos de la negatividad, de la ira.

Esta solución era útil, funcionaba y aun funciona; practicándola, la mente se siente libre de agitación. No obstante solo funciona en el nivel de la mente consciente porque lo que de hecho hacemos al desviar la atención es empujar la negatividad a lo mas profundo del inconsciente donde sigues generándola y multiplicándola. Hay paz y armonía en la superficie, pero en las profundidades de la mente hay un volcán dormido de negatividad reprimida que antes o después entrará en erupción con una gran explosión.

Hubo otros exploradores de la verdad interna que llegaron algo más allá en su búsqueda, y que tras experimentar en su interior la realidad de la mente y de la materia se dieron cuenta de que desviar la atención es solo huir del problema. Escapar no es una solución, hay que enfrentarse al problema;cuando surja una negatividad en la mente, obsérvala, hazle frente y tan pronto como empieces a observar la contaminación mental, empezará a perder fuerza y poco a poco se irá marchitando y podrá ser arrancada de raíz.

Es una buena solución que evita los dos extremos: represión y dar rienda suelta. Enterrar la negatividad en el inconsciente no la erradicará y permitirle manifestarse con un acto físico o verbal dañino solo creará más problemas. Pero si te limitas a observarla, la contaminación desaparece y habrás erradicado esa negatividad, estarás libre de esa contaminación.



Meditación Vipassana




Vipassana es una de las técnicas de meditación más antiguas de la India. Estuvo perdida durante siglos para la humanidad, y fue redescubierta por Gotama el Buda hace más de 2.500 años.
Vipassana significaver las cosas tal y como son en realidad. Es un proceso de auto-purificación mediante la auto-observación. Se comienza observando la respiración natural para concentrar la mente y luego, con la conciencia agudizada, se procede a observar la naturaleza cambiante del cuerpo y de la mente y se experimentan las verdades universales de la impermanencia, el sufrimiento y la ausencia de ego. Este es el proceso de purificación: el conocimiento de la verdad a través de la experiencia directa. Todo el camino (Dhamma) es un remedio universal para problemas universales y no tiene nada que ver con ninguna religión organizada ni con una secta. Por esta razón, todo el mundo puede practicarla libremente en cualquier momento y lugar, sin que se produzcan conflictos por motivos de raza, comunidad o religión a la que se pertenezca; es igualmente beneficiosa para todos y cada uno de los que la practican.




viernes, 27 de febrero de 2015

DEFINE SEDUCIR





Aquel que sólo vive para seducir, o ser seducido, está atrapado en su ego libidinal. En una vida plena debe haber espacio para los otros tres egos: intelectual, emocional y corporal. // Cuando conozcamos a alguien que nos guste de verdad, en la etapa de cortejo, no nos pongamos máscaras y seamos nosotros mismos. // Ante la pareja, no se puede mantener permanentemente un personaje creado para enamorar al otro. Tarde o temprano esa máscara se caerá y aflorará quien de verdad somos, nuestro mundo, nuestro interior.

Fuente Plano Sin Fin


jueves, 26 de febrero de 2015

Dentro de mi

Afuera el bochorno es suplicante. Por dentro también. ¿Qué observo cuando me miro al espejo? Tal vez lo que dura un instante, lo que parece eterno. Esa palabra tuya que me conmueve, que me produce escalofríos en esta previa noche de tormenta.
Afuera se escapa el tiempo y nada es lo que parece. Por dentro también. ¿Qué intuyo cuando tu beso llega en oleadas y se pierde en la agonía? Tal vez suceda mucho, aunque no me guste demasiado. Tal vez la distancia sea alegoría y los sueños se mueran de pena. Quizás sólo exista un mísero hueco desde donde alzar la cabeza. Es posible que la ronda nocturna deje mi mirada en el vacío, haciéndome a la idea de que existe lo que ha existido desde el inicio de los tiempos, desde el clamor del suplicio de este calor sofocante, de este pensar en los atajos que los dos nos hemos propuesto para hacer más breve el transcurso de la ausencia.
Afuera llega la noche, madrugada que le dicen. Sempiterna y agobiante, las costras del alma que saben a lágrimas perdidas, a broncas y desconsuelos, a momentos imprecisos que colman de felicidad los momentos compartidos, a locuaces artilugios que derriten la piel con caricias.
Afuera está dentro mío, el salvaje acontecimiento de haber renacido contigo.

de Juan Marin 

Somos uno








Jueves 26 de febrero la luna en Géminis sigue en cuadratura con el Sol y Neptuno en Piscis.
En èstos tiempos de fines de ciclo podemos sentir en estos aspectos la tensión entre nuestra mente y nuestros ideales. Entre nuestra personalidad y nuestra alma.
Cuando los pueblos están espiritualmente inseguros y moralmente derrotados , las promesas de salvación en los niveles más bajos de confusión neptunianos buscan los mesías para convertirse en sus obedientes discípulos.
La Luna, que representa nuestras emociones, que representa la teta que nos alimentó para sobrevivir , esta amigablemente conversando con Mercurio , Urano y Jùpiter (R), acerca de la inteligencia como forma de conocer y sintetizar las experiencias, los deseos de libertad con responsabilidad de este tramo de la vida en el planeta tierra y la posibilidad de convertirnos en maestros de nosotros mismos.
El cielo en su conjunto nos habla y nos ayuda a la gran transmutación de este fin de ciclo.
Un Yod o Dedo de Dios en lenguaje astrólogico, pone a Plutòn en el Apex o vértice de un triángulo en cuya base esta la Luna y Júpiter. Esto representa las emociones en estado puro y la necesidad de ser conscientes de nuestro lugar en el esquema universal de las cosas.
Plutón es el alma misma que nos lleva al retorno a la Fuente de la creación.
Podemos preguntarnos ¿En dónde estamos disociados, en dónde nos sentimos rígidos y asustados?
Necesitamos el silencio para guardar la memoria de las experiencias y abrir el corazón al amor incondicional planetario. Necesitamos otras experiencias.

Fuente: Silvia P.M.


domingo, 22 de febrero de 2015

DÓNDE SE OCULTAN LOS BESOS

Dónde está el rocío de tu aliento,
el caballo salvaje de los sueños,
los rincones prohibidos,
los corazones dibujados en el viento.
Dónde están tus labios de jugos
cristalinos, musicales.
La brisa de tus ojos al mirarme,
el remolino de tus cabellos en la tarde.
Dónde están las sábanas de hierba,
las flores nocturnas, las luciérnagas.
Los versos que escondí bajo las hojas
caídas de una estrella distante.
Dónde están los besos nómadas
que nunca me atreví a darte.

M. J.