sábado, 3 de agosto de 2013

Los sábados están regidos por Saturno




 Tradicionalmente, no es demasiado querido pues es el señor de las obligaciones, de las responsabilidades, del deber. Es el Señor del Karma que nos hace conscientes de la ley de Causa y Efecto, y no nos perdona una. Pero también es justo, y reconoce nuestros esfuerzos y nos deja cosas concretas como recompensa de nuestros esfuerzos.
Hoy agradezco profundamente a Saturno por lo concedido, por lo concreto, que me ha dado, porque me lo he ganado. Saturno no te regala nada que no te merezcas.

¡Namasté Saturno!

¡Ya mi vela marrón está prendida para vos!


 
Lo digo ahora  y el resto de mis días.

Siempre

















Love me







viernes, 2 de agosto de 2013

Mi



Casa Tomada- Julio Cortázar



Nos gustaba la casa porque aparte de espaciosa y antigua (hoy que las casas antiguas sucumben a la más ventajosa liquidación de sus materiales) guardaba los recuerdos de nuestros bisabuelos, el abuelo paterno, nuestros padres y toda la infancia.
Nos habituamos Irene y yo a persistir solos en ella, lo que era una locura pues en esa casa podían vivir ocho personas sin estorbarse. Hacíamos la limpieza por la mañana, levantándonos a las siete, y a eso de las once yo le dejaba a Irene las últimas habitaciones por repasar y me iba a la cocina. Almorzábamos al mediodía, siempre puntuales; ya no quedaba nada por hacer fuera de unos platos sucios. Nos resultaba grato almorzar pensando en la casa profunda y silenciosa y cómo nos bastábamos para mantenerla limpia. A veces llegábamos a creer que era ella la que no nos dejó casarnos. Irene rechazó dos pretendientes sin mayor motivo, a mí se me murió María Esther antes que llegáramos a comprometernos. Entramos en los cuarenta años con la inexpresada idea de que el nuestro, simple y silencioso matrimonio de hermanos, era necesaria clausura de la genealogía asentada por nuestros bisabuelos en nuestra casa. Nos moriríamos allí algún día, vagos y esquivos primos se quedarían con la casa y la echarían al suelo para enriquecerse con el terreno y los ladrillos; o mejor, nosotros mismos la voltearíamos justicieramente antes de que fuese demasiado tarde.
Irene era una chica nacida para no molestar a nadie. Aparte de su actividad matinal se pasaba el resto del día tejiendo en el sofá de su dormitorio. No sé por qué tejía tanto, yo creo que las mujeres tejen cuando han encontrado en esa labor el gran pretexto para no hacer nada. Irene no era así, tejía cosas siempre necesarias, tricotas para el invierno, medias para mí, mañanitas y chalecos para ella. A veces tejía un chaleco y después lo destejía en un momento porque algo no le agradaba; era gracioso ver en la canastilla el montón de lana encrespada resistiéndose a perder su forma de algunas horas. Los sábados iba yo al centro a comprarle lana; Irene tenía fe en mi gusto, se complacía con los colores y nunca tuve que devolver madejas. Yo aprovechaba esas salidas para dar una vuelta por las librerías y preguntar vanamente si había novedades en literatura francesa. Desde 1939 no llegaba nada valioso a la Argentina.
Pero es de la casa que me interesa hablar, de la casa y de Irene, porque yo no tengo importancia. Me pregunto qué hubiera hecho Irene sin el tejido. Uno puede releer un libro, pero cuando un pullover está terminado no se puede repetirlo sin escándalo. Un día encontré el cajón de abajo de la cómoda de alcanfor lleno de pañoletas blancas, verdes, lila. Estaban con naftalina, apiladas como en una mercería; no tuve valor para preguntarle a Irene qué pensaba hacer con ellas. No necesitábamos ganarnos la vida, todos los meses llegaba plata de los campos y el dinero aumentaba. Pero a Irene solamente la entretenía el tejido, mostraba una destreza maravillosa y a mí se me iban las horas viéndole las manos como erizos plateados, agujas yendo y viniendo y una o dos canastillas en el suelo donde se agitaban constantemente los ovillos. Era hermoso.
Cómo no acordarme de la distribución de la casa. El comedor, una sala con gobelinos, la biblioteca y tres dormitorios grandes quedaban en la parte más retirada, la que mira hacia Rodríguez Peña. Solamente un pasillo con su maciza puerta de roble aislaba esa parte del ala delantera donde había un baño, la cocina, nuestros dormitorios y el living central, al cual comunicaban los dormitorios y el pasillo. Se entraba a la casa por un zaguán con mayólica, y la puerta cancel daba al living. De manera que uno entraba por el zaguán, abría la cancel y pasaba al living; tenía a los lados las puertas de nuestros dormitorios, y al frente el pasillo que conducía a la parte más retirada; avanzando por el pasillo se franqueaba la puerta de roble y mas allá empezaba el otro lado de la casa, o bien se podía girar a la izquierda justamente antes de la puerta y seguir por un pasillo más estrecho que llevaba a la cocina y el baño. Cuando la puerta estaba abierta advertía uno que la casa era muy grande; si no, daba la impresión de un departamento de los que se edifican ahora, apenas para moverse; Irene y yo vivíamos siempre en esta parte de la casa, casi nunca íbamos más allá de la puerta de roble, salvo para hacer la limpieza, pues es increíble cómo se junta tierra en los muebles. Buenos Aires será una ciudad limpia, pero eso lo debe a sus habitantes y no a otra cosa. Hay demasiada tierra en el aire, apenas sopla una ráfaga se palpa el polvo en los mármoles de las consolas y entre los rombos de las carpetas de macramé; da trabajo sacarlo bien con plumero, vuela y se suspende en el aire, un momento después se deposita de nuevo en los muebles y los pianos.
Lo recordaré siempre con claridad porque fue simple y sin circunstancias inútiles. Irene estaba tejiendo en su dormitorio, eran las ocho de la noche y de repente se me ocurrió poner al fuego la pavita del mate. Fui por el pasillo hasta enfrentar la entornada puerta de roble, y daba la vuelta al codo que llevaba a la cocina cuando escuché algo en el comedor o en la biblioteca. El sonido venía impreciso y sordo, como un volcarse de silla sobre la alfombra o un ahogado susurro de conversación. También lo oí, al mismo tiempo o un segundo después, en el fondo del pasillo que traía desde aquellas piezas hasta la puerta. Me tiré contra la pared antes de que fuera demasiado tarde, la cerré de golpe apoyando el cuerpo; felizmente la llave estaba puesta de nuestro lado y además corrí el gran cerrojo para más seguridad.
Fui a la cocina, calenté la pavita, y cuando estuve de vuelta con la bandeja del mate le dije a Irene:
-Tuve que cerrar la puerta del pasillo. Han tomado parte del fondo.
Dejó caer el tejido y me miró con sus graves ojos cansados.
-¿Estás seguro?
Asentí.
-Entonces -dijo recogiendo las agujas- tendremos que vivir en este lado.
Yo cebaba el mate con mucho cuidado, pero ella tardó un rato en reanudar su labor. Me acuerdo que me tejía un chaleco gris; a mí me gustaba ese chaleco.
Los primeros días nos pareció penoso porque ambos habíamos dejado en la parte tomada muchas cosas que queríamos. Mis libros de literatura francesa, por ejemplo, estaban todos en la biblioteca. Irene pensó en una botella de Hesperidina de muchos años. Con frecuencia (pero esto solamente sucedió los primeros días) cerrábamos algún cajón de las cómodas y nos mirábamos con tristeza.
-No está aquí.
Y era una cosa más de todo lo que habíamos perdido al otro lado de la casa.
Pero también tuvimos ventajas. La limpieza se simplificó tanto que aun levantándose tardísimo, a las nueve y media por ejemplo, no daban las once y ya estábamos de brazos cruzados. Irene se acostumbró a ir conmigo a la cocina y ayudarme a preparar el almuerzo. Lo pensamos bien, y se decidió esto: mientras yo preparaba el almuerzo, Irene cocinaría platos para comer fríos de noche. Nos alegramos porque siempre resultaba molesto tener que abandonar los dormitorios al atardecer y ponerse a cocinar. Ahora nos bastaba con la mesa en el dormitorio de Irene y las fuentes de comida fiambre.
Irene estaba contenta porque le quedaba más tiempo para tejer. Yo andaba un poco perdido a causa de los libros, pero por no afligir a mi hermana me puse a revisar la colección de estampillas de papá, y eso me sirvió para matar el tiempo. Nos divertíamos mucho, cada uno en sus cosas, casi siempre reunidos en el dormitorio de Irene que era más cómodo. A veces Irene decía:
-Fijate este punto que se me ha ocurrido. ¿No da un dibujo de trébol?
Un rato después era yo el que le ponía ante los ojos un cuadradito de papel para que viese el mérito de algún sello de Eupen y Malmédy. Estábamos bien, y poco a poco empezábamos a no pensar. Se puede vivir sin pensar.
(Cuando Irene soñaba en alta voz yo me desvelaba en seguida. Nunca pude habituarme a esa voz de estatua o papagayo, voz que viene de los sueños y no de la garganta. Irene decía que mis sueños consistían en grandes sacudones que a veces hacían caer el cobertor. Nuestros dormitorios tenían el living de por medio, pero de noche se escuchaba cualquier cosa en la casa. Nos oíamos respirar, toser, presentíamos el ademán que conduce a la llave del velador, los mutuos y frecuentes insomnios.
Aparte de eso todo estaba callado en la casa. De día eran los rumores domésticos, el roce metálico de las agujas de tejer, un crujido al pasar las hojas del álbum filatélico. La puerta de roble, creo haberlo dicho, era maciza. En la cocina y el baño, que quedaban tocando la parte tomada, nos poníamos a hablar en voz más alta o Irene cantaba canciones de cuna. En una cocina hay demasiados ruidos de loza y vidrios para que otros sonidos irrumpan en ella. Muy pocas veces permitíamos allí el silencio, pero cuando tornábamos a los dormitorios y al living, entonces la casa se ponía callada y a media luz, hasta pisábamos despacio para no molestarnos. Yo creo que era por eso que de noche, cuando Irene empezaba a soñar en alta voz, me desvelaba en seguida.)
Es casi repetir lo mismo salvo las consecuencias. De noche siento sed, y antes de acostarnos le dije a Irene que iba hasta la cocina a servirme un vaso de agua. Desde la puerta del dormitorio (ella tejía) oí ruido en la cocina; tal vez en la cocina o tal vez en el baño porque el codo del pasillo apagaba el sonido. A Irene le llamó la atención mi brusca manera de detenerme, y vino a mi lado sin decir palabra. Nos quedamos escuchando los ruidos, notando claramente que eran de este lado de la puerta de roble, en la cocina y el baño, o en el pasillo mismo donde empezaba el codo casi al lado nuestro.
No nos miramos siquiera. Apreté el brazo de Irene y la hice correr conmigo hasta la puerta cancel, sin volvernos hacia atrás. Los ruidos se oían más fuerte pero siempre sordos, a espaldas nuestras. Cerré de un golpe la cancel y nos quedamos en el zaguán. Ahora no se oía nada.
-Han tomado esta parte -dijo Irene. El tejido le colgaba de las manos y las hebras iban hasta la cancel y se perdían debajo. Cuando vio que los ovillos habían quedado del otro lado, soltó el tejido sin mirarlo.
-¿Tuviste tiempo de traer alguna cosa? -le pregunté inútilmente.
-No, nada.
Estábamos con lo puesto. Me acordé de los quince mil pesos en el armario de mi dormitorio. Ya era tarde ahora.
Como me quedaba el reloj pulsera, vi que eran las once de la noche. Rodeé con mi brazo la cintura de Irene (yo creo que ella estaba llorando) y salimos así a la calle. Antes de alejarnos tuve lástima, cerré bien la puerta de entrada y tiré la llave a la alcantarilla. No fuese que a algún pobre diablo se le ocurriera robar y se metiera en la casa, a esa hora y con la casa tomada.



Cortázar

Billet deux.

Ayer he recibido una carta sobremanera.
Dice que "lo peor es la intolerable, la continua".
Y es para llorar, porque nos queremos,
pero ahora se ve que el amor iba adelante,
con las manos gentilmente
para ocultar la hueca suma de nuestros pronombres.
En un papel demasiado.
En fin, en fin.
Tendré que contestarte, dulcísima penumbra, y decirte:
Buenos Aires, cuatro de noviembre de mil novecientos cincuenta.
Así es el tiempo, la muesca de la luna presa en los
almanaques, cuatro de.
Y se necesitaba tan poco para organizar el día en su justo paso,
la flor en su exacto linde, el encuentro en la precisa.
Ahora bien, lo que se necesitaba.
Sigue a la vuelta como una moneda, una alfombra, un irse.
(No se culpe a nadie de mi vida.)


"El amor es para darlo, no para pedirlo. No pida amor. Delo, si tiene. Y si no, pues no."

- Fernando Vallejo.

Gabriela Mistral.

Sólo quisiera ser uno de los motivos de tu sonrisa, quizá un pequeño pensamiento de tu mente durante la mañana, o quizá un lindo recuerdo antes de dormir. Sólo quisiera ser una fugaz imagen frente a tus ojos, quizá una voz susurrante en tu oído, o quizá un leve roce en tus labios. Sólo quisiera ser alguien que quisieras tener a tu lado, quizá no durante todo el día, pero de una u otra forma, vivir en ti.


Amor de tarde -Benedetti



Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cuatro
y acabo la planilla y pienso diez minutos
y estiro las piernas como todas las tardes
y hago así con los hombros para aflojar la espalda
y me doblo los dedos y les saco mentiras.

Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cinco
y soy una manija que calcula intereses
o dos manos que saltan sobre cuarenta teclas
o un oído que escucha como ladra el teléfono
o un tipo que hace números y les saca verdades.

Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las seis.
Podrías acercarte de sorpresa
y decirme "¿Qué tal?" y quedaríamos
yo con la mancha roja de tus labios
tú con el tizne azul de mi carbónico.


Andre Breton

Primero la vida primero la vida Infancia venerable
La cinta que sale de un faquir
Se parece a la barrera del mundo
Pese a que el sol sea un deshecho
Por muy poco que el cuerpo de una mujer se le parezca
Sueñas contemplando detenidamente la trayectoria
O sólo cerrando los ojos sobre la tormenta adorable llamada tu mano
Primero la vida


Los corazones se reconocen energéticamente, a través del tiempo y la distancia. 
Las relaciones se prolongan a través de las encarnaciones 
y debemos tener el corazón abierto 
para el reconocimiento con distintas almas que ya experimentaron amor juntas. 
Hoy día de Venus, día del Amor, voy preparando mi corazón para fluir con el amor. 
Voy reconociendo mi ser romántico, 
 voy alimentando esas mariposas que aún viven en mi estómago
 y esos pajaritos que habitan en mi cabeza y prendo una velita rosa 
para agradecer a la Diosa Afrodita por los amores de mi vida.



jueves, 1 de agosto de 2013

Título: Una lluviosa mañana de domingo

Todo está demasiado silencioso esta mañana. Como si yo fuera la única persona despierta en el mundo entero. Afuera está lloviendo. Garúa suavemente, sin sonido. Hoy es domingo y son apenas las siete de la mañana. ¿Estará lloviendo en todos los rincones del mundo? Tal vez estén cayendo gruesos copos de nieve en algún lugar. La blanquísima nieve cae y se acumula en los techos y los árboles. ¿Será domingo por la mañana, allí también?



Antoine B. Daniel- El oro de Cuzco

Lo añora todo de ella: su voz,
su boca, su nuca, su perfume
de hierba seca y de flor pimentada.
Quisiera besar sus hombros y su vientre,
pero su boca sólo respira el frío de la montaña.
Por la noche, despierta como si esperase sus caricias,
sus susurros, el azul inmenso de su mirada cuando hacen el amor. 
Sueña con su cuerpo, que ella tiene el arte
de ocultarle y entregarle al mismo tiempo;
con su dulzura salvaje; con ese modo
tan suyo de inclinar la cabeza,
entornando los párpados,
cuando le susurra que le ama.




"Si vas a soñar, sueña en grande"




¡Viva la libertad, 
viva el derecho de cambiar de camino, 
de meta, de escuela, de trabajo, de pareja, de ideas, de imagen de un@ mism@!

El silencio no significa aceptación, tampoco perdón, menos aun indiferencia. 
No olvidemos que el ojo de un tornado es silencioso, también el centro del huracán, al igual que los ríos de lava.

- Nah Nauh -

Fragmento de Romeo y Julieta de William Shakespeare

ROMEO [adelantándose]

Se ríe de las heridas quien no las ha sufrido.
Pero, alto. ¿Qué luz alumbra esa ventana?
Es el oriente, y Julieta, el sol.
Sal, bello sol, y mata a la luna envidiosa,
que está enferma y pálida de pena
porque tú, que la sirves, eres más hermoso.
Si es tan envidiosa, no seas su sirviente.
Su ropa de vestal es de un verde apagado
que sólo llevan los bobos ¡Tírala!
(Entra JULIETA arriba, en el balcón]

¡Ah, es mi dama, es mi amor!
¡Ojalá lo supiera!
Mueve los labios, mas no habla. No importa:
hablan sus ojos; voy a responderles.
¡Qué presuntuoso! No me habla a mí.
Dos de las estrellas más hermosas del cielo
tenían que ausentarse y han rogado a sus ojos
que brillen en su puesto hasta que vuelvan.
¿Y si ojos se cambiasen con estrellas?
El fulgor de su mejilla les haría avergonzarse,
como la luz del día a una lámpara; y sus ojos
lucirían en el cielo tan brillantes
que, al no haber noche, cantarían las aves.
¡Ved cómo apoya la mejilla en la mano!
¡Ah, quién fuera el guante de esa mano
por tocarle la mejilla!


No acojas el sufrimiento con sufrimiento, ponle alegría. 
Una sola luciérnaga ilumina toda la noche.


Es el Mes 8, correspondiente con el Arcano de la Justicia. Este arcano nos pide acomodar, limpiar, equilibrar y hacernos cargo de las causas y efectos en nuestras vidas. Es un mes para vibrar en armonía, para dejar ir aquello que ya no forma parte de nosotros, para balancearnos, y para ir más livianos dejando lugar para lo nuevo. Es un mes de éxitos. ¡A vivirlo con todo! Y comienza un Jueves con Júpiter iluminando y nada más ni nada menos que celebrando el Día de la Pachamama. Honrándola y respetándola.




Hamlet – Shakespeare







Ser o no ser, esa es la cuestión. 
¿Qué es más noble para el alma sufrir los golpes y las flechas de la injusta fortuna o tomar las armas contra un mar de adversidades y oponiéndose a ella, encontrar el fin? Morir, dormir… nada más; y con un sueño poder decir que acabamos con el sufrimiento del corazón y los mil choques que por naturaleza son herencia de la carne… Es un final piadosamente deseable. Morir, dormir, dormir… quizá soñar. Ahí está la dificultad. Ya que en ese sueño de muerte, los sueños que pueden venir cuando nos hayamos despojado de la confusión de esta vida mortal, nos hace frenar el impulso. Ahí está el respeto que hace de tan larga vida una calamidad. Pues quien soportaría los latigazos y los insultos del tiempo, la injusticia del opresor, el desprecio del orgulloso, el dolor penetrante de un amor despreciado, la tardanza de la ley, la insolencia del poder, y los insultos que el mérito paciente recibe del indigno cuando él mismo podría desquitarse de ellos con un puñal. Quejarse y sudar bajo una vida cansada, por el temor a algo después de la muerte – El país sin descubrir de cuya frontera ningún viajero vuelve- aturde la voluntad y nos hace soportar los males que sentimos en vez de volar a otros que desconocemos. La conciencia nos hace cobardes a todos. Y así el nativo color de la resolución enferma por el hechizo pálido del pensamiento y empresas de gran importancia y peso con lo que a esto se refiere, sus corrientes se desbordan y pierden el nombre de acción. 










Pablo Neruda

Levántate y mira el sol por las mañanas
y respira la luz del amanecer.
Tú eres parte de la fuerza de tu vida,
ahora despiértate, lucha, camina, decídete
y triunfarás en la vida; nunca pienses en
la suerte, porque la suerte es
el pretexto de los fracasados.



¡Bienvenido Agosto!




Joaquín Sabina

Estoy tratando de decirte que, me desespero de esperarte; que no salgo a buscarte porque sé que corro el riesgo de encontrarte.
Para vivir una vida creativa, primero hay que perder el miedo a equivocarse
 
 
 

C.Bukowski

…y entonces me di cuenta de que todo el mundo sufría continuamente, incluidos aquellos que pretendían no sufrir.


 


Tengo que escribirte estas cosas cuando quisiera no escribirte ni decirte nada,

sino abrazarte y besarte en silencio,

y mirarte, y sentirte a mi lado y estar juntos no más, así, todo el tiempo.

 




 

miércoles, 31 de julio de 2013

“Donde quiera que estés, te gustará saber que te pude olvidar y no he querido y por fría que fuese mi noche triste no eché al fuego ni uno solo de los besos que me diste.”

— Joan Manuel Serrat

Preguntemos a Alejandro Jodorowsky sobre el Tarot:

  ¿Qué es el Tarot?
El Tarot es la suma del conocimiento simbólico de Occidente. Podríamos definirlo como un alfabeto, donde cada carta es una letra y estas se conectan pa...ra formar frases. Es en definitiva una lengua que sirve par desarrollar la intuición.

¿Cuál es su origen?
Parece ser que nació alrededor del año 1000, pero nadie sabe quien invento el Tarot, ni donde, ni cuando. Tampoco se sabe lo que significa esta palabra, ni a que idioma pertenece. Nace del cristianismo, el judaísmo y el Islam…

¿Por qué dice que el Tarot es un arte sagrado?
Todo arte simétrico es profano. El cuerpo humano tampoco es simétrico: en el lado derecho nuestro pulmón tiene tres lóbulos, en el izquierdo dos. En el Tarot, nunca en una carta la parte superior es idéntica a la inferior, ni el lado izquierdo es igual al derecho. Siempre hay un pequeño detalle que rompe el parecido.

¿Cuántas letras tiene este alfabeto y cómo se organizan?
Nos encontramos frente a un alfabeto óptico, formado por 78 cartas, una verdadera enciclopedia visual. Donde se trasmite el conocimiento no por sonidos sino por figuras, formas y colores.

¿Cada una de las cartas, o letras, tienen un único significado?
Cada carta del Tarot tiene mil explicaciones distintas, nada está fijo. El enemigo del Tarot es la interpretación estrecha, la ignorancia…

¿Qué es básicamente una tirada?
Los Arcanos que aparecen en una tirada configuran el espejo del alma del consultante en ese momento presente, es por un fenómeno de sincronicidad que escoge esas cartas y no otras. Una lectura consiste en el encuentro de tres azares: el que lleva el consultante ante mí, el que me lleva a mí ante el consultante y el momento en que se eligen las cartas.

¿Qué tipo de preguntas se pueden hacer?
La mayor parte de las preguntas que la gente hace tienen que ver con traumas de la infancia. El Tarot es un instrumento, un test psicológico para comprender dónde está el bloqueo y encontrar la explicación en el pasado de cada uno. Nos muestra el inconsciente del consultante y, si puede ayudarle, le ayuda.

¿Hasta dónde se puede interpretar?
Hay personas que no quieren saber el porque del dolor, sólo quieren que le calmes ese dolor. Cuando se está realizando una lectura de Tarot a un consultante, hay que llegar hasta donde la persona quiere que vayas. Lo sabes por su expresión, sus resistencias, no tenemos derecho a ir más allá. El ser humano tiene límites que, aunque dolorosos, está identificado con ellos.

¿Cómo está estructurado?
Fue dibujado por una conciencia suprema, es matemáticamente exacto. Las unidades de medida se corresponden: el bastón del Ermitaño tiene, por ejemplo, la misma longitud que el de la Muerte, que el cetro de la Emperatriz, etc. Ningún detalle se dejó al azar.
Si quiero aprender a usarlo ¿Por dónde puedo empezar?
Cuando uno quiere aprender una lengua es necesario aprender su gramática. Creo que si alguien se interesa por el tarot es necesario que vea cada carta detalle a detalle, color por color, forma por forma, comparando unas con otras y memorizándolas: es necesario que el tarot entre completamente en el inconsciente con las particularidades de cada dibujo. Este esfuerzo es el mismo que el de los monjes que memorizaban el Evangelio o el de los religiosos judíos que memorizaban la Torah.

¿Para qué hacerlo?
Porque así el libro vuelve a entrar en el inconsciente y eso va a crear analogías, referencias; todo el texto va a ponerse a hablar de otra manera y va a encontrarse vibrando al unísono con él. El tarot es como una gran orquesta: cuando suena un instrumento, los demás vibran

¿Cuál es en esencia su utilidad?
El mayor aprendizaje es “aprender a mirar, no intentar adivinar el futuro, sino entender el presente”. El tarot no cura, ayuda simplemente a evolucionar
Usted dice que usa la tarología ¿Cuál es la diferencia con la cartomancia?
La cartomancia se usa para adivinar el futuro y la tarología habla del presente. El tarot no predice el futuro pero sí nos puede hacer pensar en nuestra realidad de una manera menos racional, y nos mostrará cosas que sabemos a nivel inconsciente, pero de las que no nos damos cuenta racionalmente. Es una puerta a nuestro interior…

¿No tiene más sentido preguntar por el futuro?
La consulta sobre el futuro revela un miedo del presente. Cualquiera que vaticina el futuro a otro toma poder sobre él, porque el cerebro es programable, tiende a cumplir las predicciones.

¿A qué lugar nos conduce esa lectura?
El Tarot sirve para que la persona pueda relacionarse consigo misma. No herir, ni atacar, ni desenmascarar, entrando en una nueva forma de pensar. Con el tarot detectamos cualquier problema… las personas se defienden y si quieres ayudarlas, hay que ir avanzando hacia su ser, como si navegáramos en el Polo Norte, esquivando los icebergs que son sus defensas.
Y ¿Qué hacemos después con el problema?
Después, con la psicogenealogía podemos encontrar el origen del mismo. Pero hacerse consciente del problema no es curarlo, hay que actuar. Por eso inventé la psicomagia que es el acto de curación, una metáfora para el inconsciente.

¿El Tarot es un lenguaje objetivo, científico?
El tarot de Marsella está diseñado de tal manera que la respuesta es siempre subjetiva. Es como la prueba de las manchas de Rorschach: cada uno ve lo que quiere. Y lo que puede. Hablar del significado de las cartas es como hablar de arenas movedizas, hay infinitas posibilidades. .” La visión que nos transmiten nuestros ojos cambia según el nivel de consciencia que desarrollemos. Las cartas son cada vez más positivas si nuestro espíritu crece y cada vez más negativas si se va hacia la autodestrucción.

¿Cuál es la diferencia entre los Arcanos mayores y los menores?
Una pirámide comienza con una base ancha y termina en una sola piedra tope. La cumbre del Tarot son los 22 Arcanos Mayores que contienen las altas significaciones espirituales. Pero para lograr su conocimiento es necesario basarse en los humildes 56 Arcanos menores. Éstos hablan de la vida cotidiana (necesidades, deseos, emociones y pensamientos. Los cuatro palos son como las cuatro patas de un altar, o de una mesa, o las cuatro paredes de un templo.

¿Qué puede decir sobre los 22 arcanos mayores?
Los arcanos tienen significados múltiples que van de lo particular a lo general, de lo evidente a lo inhabitual. Estos significados adquieren mayor o menor importancia de acuerdo al sistema cultural de quien los interpreta
Unas preguntas sobre el significado de algunas cartas: El Arcano XV del Tarot de Marsella, El Diablo, está lleno de ojos ¿Por qué?
Quiere decir que no tiene miedo de verse. Si no desarrollamos una valiente humildad que nos haga capaces de observar nuestros defectos, nuestras debilidades, nuestra pereza, nuestra cobardía, nunca llegaremos a ser personas realizadas.

¿Qué podemos decir sobre El Sol, el arcano XVIIII?
“El sol es bueno para cualquier nueva construcción, indica que actúa el amor incondicional y presagia éxito basado en un recorrido cálido e iluminado. También es indicio de una nueva vida, dejando atrás las dificultades del pasado; el encuentro de un alma gemela, la firma de un buen contrato”.
Algo breve sobre el Arcano XXI, el último de los Arcanos Mayores, El Mundo.
Al final de la tirada es la máxima realización. Un ser equilibrado ha desarrollado los cuatro elementos: intelectual, emocional, libidinal y material.

Por último, una pregunta que puede interesar a muchos lectores, ¿es posible leerse uno el Tarot a sí mismo?
Basta tener una baraja a mano, eso es fácil, pero a la vez es lo más difícil del mundo ser simultáneamente consultante y lector, porque uno tropieza con sus propias resistencias. Una autolectura es una formidable escuela de profundización y de humildad que nos permite conocer nuestras defensas y desarrollar la intuición. Para leerse el Tarot a uno mismo, hay un postulado básico: no me conozco en el presente. Por lo tanto, preguntarme acerca de mi situación, de mi presente, es esencial.

Fuente Plano Creativo