sábado, 29 de noviembre de 2014


Las relaciones que formamos, hablan de nosotros más que de los otros. Si nos aceptamos, buscaremos relaciones que nos acepten, si nos rechazamos buscaremos relaciones que nos rechacen. Muchas veces ponemos energía en ocultar las propias debilidades en vez de mostrarnos auténticos. Una relación no puede prosperar cuando estamos dedicando mucha energía en disfrazar aquello que ocultamos. Y curiosamente es lo que más enriquece un vinculo. Si no puedo abrir mis puertas al cuarto desordenado el otro solo verá la perfección y el orden irreal que se sostendrá por corto tiempo.  
Cuando decidimos no relacionarnos, nos enajenamos de nosotros  y evitamos al otro por miedo, en realidad, tenemos miedo de saber quiénes somos. 





J Sartre



Somos lo que hacemos con lo que hicieron de nosotros



jueves, 27 de noviembre de 2014

"Donde quiera que estés, has de estar totalmente ahí. Si encuentras que tu aquí y ahora es intolerable y te hace infeliz, tienes tres opciones: sal de la situación, cámbiala, o acéptala totalmente".

Eckhart Tolle.






martes, 25 de noviembre de 2014

Keane


James Blunt



Thomas Newman


Destinados a no ser


Si no hay palabra, no es que haya silencio. 
Tal vez haya silencio cuando uno pueda hablarse. 
Hoy me hablé. Un diálogo imperdible. 
Una maratón de horas hablándome en silencio. 
La diferencia entre vivir desde el alma y vivir sólo desde el ego radica en tres cosas: la habilidad de percibir y aprender nuevas maneras, la tenacidad de atravesar senderos turbulentos y la paciencia de aprender el amor profundo con el tiempo.
Sería un error pensar que se necesita ser un héroe endurecido para lograrlo. No es así. Se necesita un corazón que esté dispuesto a morir y nacer y morir y nacer una y otra vez. 


De Mujeres que corren con los lobos





Cuando el ego esta de moda
Alejandro Jodorowsky dice que no tenemos un ego, sino cuatro, con cuatro lenguajes diferentes. Debemos preguntarnos si somos como:
-El filósofo que vive en su cabeza, el perfecto ejemplo de una persona situada en su ego intelectual, que puede acabar sus días recluido en su mente, desconectado de su cuerpo, de sus emociones y su creatividad. Para el que todo el universo es algo racional y teme aquello que no puede explicar intelectualmente. Entonces estaremos condenados a pasar el resto de nuestra vida en una jaula intelectual que tal vez nos puede quedar estrecha, queremos salir de la misma, pero solo sabemos usar ideas…
-Somos seguidores de un partido político. Asistimos con nuestra “banderita” de un determinado partido a un mitin en campaña electoral. Cada palabra de nuestro “gurú político” la aclamamos como si nos fuera la vida en ello. Realizamos cánticos colectivos donde se descalifica al rival político de turno. Impregnados de un sentimiento de afinidad, todos compartimos similares emociones conectadas con una determinada manera de entender la vida. Tal vez no nos habíamos dado cuenta de lo mucho que se parece un mitin a un partido de fútbol. Donde el aficionado realiza cánticos colectivos y donde los gritos, insultos al rival, descalificaciones y demás pueden acompañarse con banderas de los colores de nuestro equipo. En esos casos vivimos la vida desde nuestro ego emocional.
-El cuerpo musculado del personaje que vive en un gimnasio, obsesionado por la dieta, la comida con pocas calorías, es otro ejemplo que nos identificaría con un personaje instalado en su ego material o corporal. Otra de las caras de este ego es la necesidad de mantener una edad corporal determinada, entre 20 y 35 años. Luchando contra el paso del tiempo a golpe de bisturí.
-El que sólo vive para seducir, o ser seducido, vive en su ego libidinal. Cuando pensamos que en la vida sólo hay sexo, olvidando incluso nuestras capacidades creativas que también forman parte de ese mismo ego.
¿Por qué no vivir en todos los egos, trasladándonos de uno a otro, sabiamente conducidos por nuestra alma o quinta esencia?
Los religiosos viven desconectados de sus egos inferiores, desconectados de sus cuerpos (el cuerpo es pecado) y de sus instintos (los deseos son el demonio) Deberíamos preguntarnos si es posible que alguien que no vive la totalidad puede acceder a grados mayores de consciencia.
Fuente Plano Sin Fin
Cuando el ego esta de moda

Alejandro Jodorowsky dice que no tenemos un ego, sino cuatro, con cuatro lenguajes diferentes. Debemos preguntarnos si somos como:
-El filósofo que vive en su cabeza, el perfecto ejemplo de una persona situada en su ego intelectual, que puede acabar sus días recluido en su mente, desconectado de su cuerpo, de sus emociones y su creatividad. Para el que todo el universo es algo racional y teme aquello que no puede explicar intelectualmente. Entonces estaremos condenados a pasar el resto de nuestra vida en una jaula intelectual que tal vez nos puede quedar estrecha, queremos salir de la misma, pero solo sabemos usar ideas…
-Somos seguidores de un partido político. Asistimos con nuestra “banderita” de un determinado partido a un mitin en campaña electoral. Cada palabra de nuestro “gurú político” la aclamamos como si nos fuera la vida en ello. Realizamos cánticos colectivos donde se descalifica al rival político de turno. Impregnados de un sentimiento de afinidad, todos compartimos similares emociones conectadas con una determinada manera de entender la vida. Tal vez no nos habíamos dado cuenta de lo mucho que se parece un mitin a un partido de fútbol. Donde el aficionado realiza cánticos colectivos y donde los gritos, insultos al rival, descalificaciones y demás pueden acompañarse con banderas de los colores de nuestro equipo. En esos casos vivimos la vida desde nuestro ego emocional.
-El cuerpo musculado del personaje que vive en un gimnasio, obsesionado por la dieta, la comida con pocas calorías, es otro ejemplo que nos identificaría con un personaje instalado en su ego material o corporal. Otra de las caras de este ego es la necesidad de mantener una edad corporal determinada, entre 20 y 35 años. Luchando contra el paso del tiempo a golpe de bisturí.
-El que sólo vive para seducir, o ser seducido, vive en su ego libidinal. Cuando pensamos que en la vida sólo hay sexo, olvidando incluso nuestras capacidades creativas que también forman parte de ese mismo ego.
¿Por qué no vivir en todos los egos, trasladándonos de uno a otro, sabiamente conducidos por nuestra alma o quinta esencia?
Los religiosos viven desconectados de sus egos inferiores, desconectados de sus cuerpos (el cuerpo es pecado) y de sus instintos (los deseos son el demonio) Deberíamos preguntarnos si es posible que alguien que no vive la totalidad puede acceder a grados mayores de consciencia.


Fuente Plano Sin Fin