Aprendí que la memoria no borra, esconde. Aprendí que el tiempo no cierra, pero ayuda a sanar. Aprendí a no ser vulnerable cuando dejaste de llamar. Aprendí a escuchar cuando oí tu silencio. Aprendí a pedir perdón cuando me di cuenta del error. Aprendí a levantar la cabeza cuando sentí odio y aprendí a llorar cuando me di cuenta de que no valió la pena. Aprendí a reír cuando soñé con tu sonrisa. Aprendí a recordar cuando entendí que todo vale la pena. Aprendí que no termina, que cambia de forma. Aprendí que se puede amar eternamente y aprendí que si compito contra el tiempo, siempre pierdo. Aprendí que nada es tan malo y que me gusta caminar en una carrera. Aprendí que hay que rodear y llegar al otro lado para darse cuenta de que siempre es lo mismo. Aprendí que los amores eternos pueden terminar en una noche, que grandes amigos pueden volverse grandes desconocidos. Aprendí que el amor no tiene la fuerza que imaginé. Aprendí que nunca conocemos a una persona de verdad, que todavía no inventaron nada mejor que el abrazo de mamá. Aprendí que el nunca más, nunca se cumple y que el para siempre, siempre termina. Aprendí que el que quiere puede y lo consigue. Aprendí que a veces el que arriesga no pierde nada y que perdiendo también se gana.
sábado, 12 de noviembre de 2011
Aprendí que la memoria no borra, esconde. Aprendí que el tiempo no cierra, pero ayuda a sanar. Aprendí a no ser vulnerable cuando dejaste de llamar. Aprendí a escuchar cuando oí tu silencio. Aprendí a pedir perdón cuando me di cuenta del error. Aprendí a levantar la cabeza cuando sentí odio y aprendí a llorar cuando me di cuenta de que no valió la pena. Aprendí a reír cuando soñé con tu sonrisa. Aprendí a recordar cuando entendí que todo vale la pena. Aprendí que no termina, que cambia de forma. Aprendí que se puede amar eternamente y aprendí que si compito contra el tiempo, siempre pierdo. Aprendí que nada es tan malo y que me gusta caminar en una carrera. Aprendí que hay que rodear y llegar al otro lado para darse cuenta de que siempre es lo mismo. Aprendí que los amores eternos pueden terminar en una noche, que grandes amigos pueden volverse grandes desconocidos. Aprendí que el amor no tiene la fuerza que imaginé. Aprendí que nunca conocemos a una persona de verdad, que todavía no inventaron nada mejor que el abrazo de mamá. Aprendí que el nunca más, nunca se cumple y que el para siempre, siempre termina. Aprendí que el que quiere puede y lo consigue. Aprendí que a veces el que arriesga no pierde nada y que perdiendo también se gana.
miércoles, 9 de noviembre de 2011
Si estás leyendo esto, el aviso va dirigido a vos...
Cada palabra que leas de esta letra inútil, es un segundo menos de vida que te queda. ¿No tenes otras cosas que hacer? ¿Tu vida esta tan vacía que no se te ocurre otra forma de pasar estos momentos? ¿o te impresiona tanto la autoridad que concedes crédito y respeto a todos los que dicen tenerla? ¿lees todo lo que te dicen que leas? ¿Pensas todo lo que te dicen que pienses? ¿Compras todo lo que te dicen que necesitas? Salí de tu casa, busca a alguien del sexo opuesto (o no). Basta ya de tantas compras y masturbaciones. Deja tu trabajo. Empeza a luchar. Demostra que estas vivo. Si no reivindicas tu humanidad te convertirás en una estadística. Estas avisado...
Tyler Durden
lunes, 7 de noviembre de 2011
"De tanto perder aprendí a ganar. De tanto amargarme se me dibujó esta sonrisa. Conozco tanto el
piso que sólo miro el cielo.Toqué tantas veces fondo que cada vez que bajo ya sé que mañana
subiré... Me asombra tanto cómo es el ser humano, que aprendí a ser yo mismo.Tuve que sentir la
soledad para aprender a acompañarme... Intenté ayudar tantas veces a los demás, que aprendí a
esperar a que me pidan ayuda. Hago solo lo que debo, de la mejor forma que puedo y los demás que
hagan lo que quieran. Vi tantas liebres correr sin sentido que aprendí a ser tortuga y apreciar el
recorrido..."
Suscribirse a:
Entradas (Atom)