Retirarse no es rendirse,
ni estar en contra es agredir.
Cambiar no es hipocresía,
y derrumbar no es destruir.
Estar a solas no es apartarse,
y el silencio no tener que decir.
Quedarse quieto no es pereza,
ni cobardía es sobrevivir.
Sumergirse no es ahogarse,
ni retrocedes para huir.
No se desciende trastabillando,
ni el cielo ganas por bien sufrir.
Y las condenas no son eternas,
ni por perdones vas a morir.
A veces, sólo a veces
hace falta soltarse, izar las velas, abandonarse,
dejar que fluya, que aquel viento cambie,
cerrar los ojos y enmudecer.
Soltar para encontrar.
Renunciar para vencer.
Cambiar para sanar.
Saber para querer.
Querer para poder.
Romper para liberar.