martes, 7 de octubre de 2014

Martes 7 de octubre

 Luna en Aries en quincuncio a Mercurio retrógrado en Escorpio , oposición Venus en Libra y cuadrado a Júpiter en Leo.
Fuego, agua farragosa, aire. ¿Qué es lo que realmente quiero?. ¿Cómo resuelvo esto que quiero terminar de la mejor manera posible sin cortar las relaciones?
Reviso, re aprendo, re veo, fijo límites , necesito ser consciente de esta oportunidad de expansión y sentirme más plena y satisfecha conmigo misma.
Le pido a mi ser interior que limpie en mi todas las creencias que me han llevado a estar en el papel de victima.





Las ramas de los arboles no crecen de afuera para adentro, sino de adentro hacia afuera. No podemos pegarnos las ramas, ya que caerían fácilmente. Tampoco puede venir alguien con un pegamento y tratar de disfrazarme de ramas si no están fijas en el tronco. También caerán. Con esto, quiero decir que nada se puede generar o desplegar esperando que el afuera me resuelva todo. Nada ni nadie puede hacer que yo decida desplegar mis brotes, mis frutos y flores, y extender mis ramas. Sólo regando las raíces, amorosamente, puedo desplegar. Si sigo esperando que el afuera me resuelva la vida, que me salven, que vengan a rescatarme, la realidad se encargará de mostrarme que eso no es posible, y seguiré estéril, inmadura, carente de frutos y de flores, carente de gestaciones. Nada provendrá del afuera que yo no pueda procurarme. Debo tomar decisiones desde el corazón, recibiendo ayuda, apoyándome en otros, escuchando, aprendiendo, pero no dependiendo ni esperando.





Los actos del poeta


¿Cómo es el vuelo de los salvajes enamorados? ¿Acaso es la trémula estadía en el cuerpo tan deseado o la sabiduría extrema de abandonarlo en el preciso instante que anochece?
Los actos del poeta sólo han sido besos de palabras, abrazos de vocales, sufrir de consonantes, artificios de la imagen, sentimientos descarnados. La muerte se ha esquivado y ese ha sido el peor de los castigos, los poetas han quedado suspendidos desde otra galaxia, rogando que esa llaga eterna se contagie sin escrúpulos, llenando de aire lo que ha estado ahogado y palpitando de sueños los que han quedado dormido.
¿Bajo qué oscura pasión se esconden los suspiros que murieron o los que renacieron bajo la tímida insolencia de la culpa? ¿Cuándo retornarán los cielos, los soles y las lunas si ya se han dado por tristes y extraviados? ¿Qué remota ilusión podrá despertarlos de esta pesadilla que los deja atónitos y con gusto a hiel en los labios?
Los actos del poeta son irreverencias a los sentidos, enamoramientos efímeros, distancias que se diluyen, vidas que nacen cantando, amores que expiran llorando. El fuego que perdura se congela en el tiempo y el destino mal parido, el auxilio de una caricia escrita siempre pretende sanar las heridas, esos hijos que nacen todos los días hacen que la nostalgia sea motivo de alegría.
¿Qué loco intercambio de arrumacos logra que mi vida tenga algún sentido? ¿Qué resurgir de las sombras logra que gane días si creando pierdo vida a cada instante? ¿Será posible esta dura letanía, será tan frágil este amor que aún profeso, será el olvido la certidumbre justa para este cruel desencanto?
El acto del poeta será una cinta de moebius, será una frase de carmín en el espejo del baño, será espiar en el alma ajena, será el recuerdo de una voz que ha quedado muda, será un risa que no se escucha, será la fractura expuesta del deseo, será un tiempo sin relojes, será un infinito que no empieza ni termina justo cuando el mío agoniza.

Juan Marin.





domingo, 5 de octubre de 2014

Encendió la vela. Observó la llama y pensó en el oxígeno del aire que tenía que ver con esa combustión. “-Esto es ciencia”, reflexionó. Pensó en la química. “-Química que tiene que ver con lo que pensamos”– se dijo. “-Si bebo un licor… mis pensamientos cambiarán.” La vela tenía una guarda roja que se le antojaba descendente, aunque bien podía ser vista como ascendente. “-Eso es arte…” pensó. Contemplaba la combustión en la vela. ¿Podría aquello suceder en su pensamiento, también?, se preguntó… Se concentró en esa llama: mientras la vela estuvo encendida, sintió su mente arder.






Tardes solitarias,
cafés amargos; extraños
en escaparates de dos caras.
Sudor de vidrio,
multitud de siluetas de espaldas.
Existe otra pared; detrás,
la indiferencia del miedo.
Este invierno es de añoranzas.
Hay pensamientos amarillos;
mercaderes comercian con el aire,
mosquitos construyen rascacielos
de papel de estraza.
Las nubes lloran
en las bocas de los ahogados.
Siempre ganan las batallas
quienes no tienen sangre que derramar,
siempre ganan las batallas los gusanos.
(M. J. inédito)




Caminando por la lluvia, haciéndome una con el agua que cae del cielo, cielo bravío, tempestuoso, misterioso y hondo que me atrapas una y otra vez en tus profundidades. Emociones a flor de piel, calando hondo, hasta los huesos, penetrando cada fibra y celular de mi ser, soy agua, soy emociones, soy sirena, soy mar, soy espuma y caracola, me amalgamo, me mimetizo y me convierto en gota de agua. Agua cambiante, agua pura, en tu esencia guardas todos los misterios de la Creación, de la humanidad, de la Vida. 
Soy tempestad, soy barco, soy navegante en estas aguas que contienen pedazos de cielo, esencias del Cosmos. Soy capitán, y en mi navío, atravieso las capas, derribo las defensas, rompo el dique interno y siento, siento hondamente, siento todo, siento y me permito sentir, el misterio de ser humano, el misterio de vivir, regresando tal vez a las aguas amnióticas en donde todo comienza y todo termina, y el ciclo repite infinitas veces, como las mareas, yendo y viniendo, siempre en constante movimiento, eternas, fugaces, tesoros, perlas, espumitas cambiantes, fragancias de sal, memorias de arena, cofres de piratas, historias de antaño, historias eternas. Sigo caminando bajo la lluvia de Domingo, transmutada, cambiada, y eterna, esencial, imperturbable, porosa, chorreante , una con el sentir.