viernes, 11 de abril de 2014

Rubén Dario

Só quem amou na vida ao ponto de não-retorno, pode entender Rubén Darío... e a relação que deveríamos ter com a Terra.

 "Amar, amar; amar; amar siempre y con todo/El ser y con la tierra y con el cielo,/Com lo claro del sol y lo obscuro del lodo./Amar por toda ciencia y amar por todo anhelo./Nos sea dura y larga, y alta, y llena de abismos,/Amar la inmensidad, que es de amor encendida,/Y arder em la fusión de nuestros pechos mismos.





LOS CODEPENDIENTES



¿Sos una persona adicta a las personas?
La adicción a personas o la codependencia es algo más común y problemático de lo que pensamos. Aparece cuando alguien permite que el comportamiento del otro lo afecte y se obsesiona por controlarlo hasta que su vida se torna ingobernable. Hablamos sobre el tema con dos expertas, que nos ayudan a detectar los signos de que algo anda mal.


 No es algo nuevo. De hecho, una psicóloga y una psiquiatra lo vienen estudiando desde hace 14 años: muchas personas son adictas a las personas. Inés Olivero y Mónica Picheu se metieron de lleno en el tema, crearon FUNDAPAP, una fundación para ayudar a quienes viven esta problemática, y escribieron el libro  "Adicción a las personas".



¿Cómo reconocemos a alguien que sufre esta adicción?

Lo primero es discernir qué significa una adicción. Adicción es aquella conducta que se instala creando dependencia de una sustancia, conducta o persona. Al principio es algo atractivo, parece que mejora el estado de ánimo y llena un vacío. Luego, se instala el sufrimiento. Cuando estas dos emociones se alternan en una constante que va deteriorando la propia vida, podemos entender que se trata de una adicción.



¿Y cuándo estamos, particularmente, ante un caso de codependencia o adicción a las personas?  

Decimos que existe cuando el comportamiento de otra persona ocupa toda nuestra atención en desmedro de los propios intereses, hasta herir la autoestima y reducir la capacidad creativa. O sea, cuando la vida se ha vuelto ingobernable.



¿Con qué frecuencia aparecen estos casos?

Le pasa a un amplio porcentaje de la sociedad. Se ve en profesionales, empresarios, amas de casa, estudiantes universitarios, empleados, y otros. En nuestros grupos, el número de asistencia es de unas 300 personas por semana. La gravedad está en ignorar que esto está ocurriendo en nosotros, en nuestros vecinos, en nuestros amigos, en ámbitos académicos... Por supuesto existen diferentes niveles de adicción y, por eso, sus consecuencias varían.



¿En qué tipo de relaciones es común? ¿En la pareja, con los amigos, entre familiares...? 

En las relaciones de pareja es muy frecuente que se inhiban ciertos deseos de desarrollo por “miedo de que el otro/a se ofenda”. Que se limiten las relaciones con amigos o se frene la posibilidad de tener un hobby. Aún cuando sea de una forma leve, cuando se siente el condicionamiento de la relación como un freno a la libertad y el despliegue personal, hay codependencia. En la base de esas limitaciones está el miedo. El miedo coarta y empobrece el vínculo y anula la alegría de estar vivo. Si el poder se ejerce sobre otra persona, las posibilidades no son equitativas y el sufrimiento está presente. 

Pero la codependencia también está presente en otros vínculos. Se puede dar en cualquier tipo de relación: padres, hermanos, amigos, jefes o compañeros de trabajo. Siempre la forma de detectarlo es a través de la vivencia del miedo de ser uno mismo. El miedo a no ser querido si se muestra tal como es.



¿Cuáles son los signos, las señales de alarma?

En nuestro sitio web publicamos un test para indagar si alguien es adicto a las personas y a las relaciones. Consiste en responder sí o no a estas afirmaciones: 

1) Soy capaz de hacer cualquier cosa con tal de que una relación no se disuelva. 

2) Generalmente me siento atraído por personas muy problemáticas, necesitadas, irresponsables o caóticas. Al comienzo de la relación estos problemas no me parecen tan graves. Intento justificarlos o creo que se van a solucionar. 

3) Necesito controlar permanentemente al otro para poder sentirme seguro. Disimulo este control bajo la apariencia de "ser útil". 

4) Estoy pendiente de las necesidades del otro y me esfuerzo en complacerlo, aún cuando no me lo pida. 

5) Si algo no funciona bien en la relación, me adjudico la mayor parte de la responsabilidad. 

6) Todo lo que hago por el otro me parece poco. Nada es demasiado costoso o problemático si con eso puedo ayudar. 

7) Mi autoestima es críticamente baja y dependo de la aprobación del otro. 

8) Cuando estoy en una relación, vivo soñando en cómo podría ser si todo cambiara en lugar de ponerme en contacto con la realidad. 

9) Tengo tendencia a los episodios depresivos. 

10) Desde muy chico asumí las responsabilidades inadecuadas para la edad. 

11) Es frecuente que me sienta avasallado o que no pueda poner límites. 

12) Provengo de una familia con serios problemas emocionales (familia disfuncional). 

13) Algunos de mis padres padecía algún tipo de conducta adictiva (al trabajo, al alcohol, a las drogas, a los sedantes, a la comida, etc.) 

14) En mi infancia sufrí importantes carencias afectivas. 

15) Convivo con el dolor emocional desde hace tanto tiempo que sólo lo percibo cuando llega a límites extremos. 

16) Para combatir mis momentos depresivos recurro con frecuencia a los tranquilizantes, a la comida o al alcohol. 

17) Debido a la tensión a la que estoy expuesto, he tenido una extensa gama de síntomas psicosomáticos. 

18) Siempre atribuí a la mala suerte el hecho de haber tenido relaciones afectivas desafortunadas.
 
Si una persona respondió afirmativamente a nueve o más de estos ítems, es probable que nuestros grupos puedan ayudarla.



Hay quienes piensan que ser independiente es ser egoísta. ¿Es así?

Ser autónomo no tiene que ver con falta de respeto a la pareja, hijos o familia, sino en ser libre de elegir dentro de los parámetros establecidos de común acuerdo. Negociar los tiempos propios y los compartidos es indispensable para que el vínculo sea “parejo”, con iguales derechos y deberes, aunque sean en ámbitos diferentes.



¿Cuál es el tratamiento para un codependiente? 

Como se trata de una enfermedad de autodiagnóstico, para poder iniciar un camino de liberación de esta modalidad vincular es necesario que la persona sienta que está viviendo de un modo insatisfactorio y que existe un cambio posible. En nuestros grupos hemos recibido a cientos de personas de ambos sexos que obtuvieron nuevos recursos para crecer en autoestima y aprender a respetarse a sí mismos y a los demás. 


Los grupos de ayuda funcionan los martes y jueves de 19 a 21 horas y sábados de 10 a 12 en Casa Polaca, Borges 2076, al fondo subsuelo, Sum (Salón Usos Múltiples), Ciudad de Buenos Aires.

jueves, 10 de abril de 2014

Alejandro Jodorowsky

Cuando vi por primera vez a la curandera Pachita, lo primero que me dijo después de examinarme en silencio fue: “Hijo querido del alma, acepta el don”. Al principio creí que al tratarme de hijo quería convencerme de que era mi madre, para provocar una transferencia. Pero luego comprendí que lo que me estaba diciendo era “Eres hijo de tu propia alma. Acéptala”. Es decir, acepta ser lo que eres y no lo que los otros te han obligado a ser. Vence al tabú: realiza lo que te está prohibido… Toda sanación nos invita a salir de la isla del Yo para aceptar la unión con el Otro. Claro está que, en la soledad de nuestra celda, es necesario que demos los primeros pasos, es decir ayudarnos a nosotros mismos hasta donde podamos: este esfuerzo creará la grieta por donde comenzarán a penetrar otras voces. Hijo/a querido/a del alma, acepta el don.



9 EFECTOS CORPORALES RESULTANTES DE ESTAR LOCAMENTE ENAMORAD@S



¿Alguna vez has estado locamente enamorado? ¿O ciegamente enamorado? ¿O directamente enfermo de amor? Pues es hora de que sepas que estas expresiones tienen una base científica.

Los sentimientos intensos y apasionados del amor pueden afectar a tu mente y a tu cuerpo, desde tu forma de hablar hasta tu forma de andar. Sigue leyendo si quieres descubrir alguna curiosidad más que te hará entrar en razón…

1. El amor te atonta. Algunos estudios han demostrado que las personas que están apasionadamente enamoradas tienen más dificultad para concentrarse y para realizar tareas que requieran atención.

“Cuando estás empezando una relación, probablemente te des cuenta de que te resulta más difícil concentrarte en otras cosas, ya que empleas gran parte de tusrecursos cognitivos en pensar en tu amante”, afirma en un artículo el profesor Henk van Steenbergen, de la Universidad de Leiden en los Países Bajos.

2. El amor te coloca. Así lo prueban las imágenes por resonancia magnética (MRI). Cuando te enamoras, se activa en tu cerebro la misma red neuronal que se asocia a la adicción a la cocaína, provocándote ese estado de euforia.


3. El amor puede hacerte menos sensible al dolor. Olvídate del paracetamol, lo que necesitas es amor.

“Resulta que algunas de las áreas del cerebro que se activan por un sentimiento de amor intenso son las mismas zonas que los medicamentos utilizan para reducir el dolor”, sostiene en su artículo Arthur Aron, profesor de psicología en la Universidad Stony Brook de Nueva York.

De hecho, sólo cogerte de la mano con la persona que amas puede calmar tu dolor.

4. El amor hace que camines más lentamente. Si eres chico, te afecta. Algunas investigaciones han descubierto que los hombres adaptan su ritmo al andar para ajustarlo a la velocidad de su pareja, lo cual no ocurre cuando un hombre va andando con un amigo o amiga.

5. También cambia el ritmo de tus latidos, que se acompasa con el de tu pareja. Ciertos estudios señalan que cuando estás enamorado, los latidos de tu corazón van a la misma velocidad que los de tu amante. ¡Qué romántico!

6. Hace que tu voz se vuelva más aguda. Las mujeres tienden a adoptar un tono de voz más agudo cuando se dirigen a hombres que les parecen atractivos. El mismo estudio sugiere que los enamorados a veces imitan el tono de voz de su parejacomo una forma de comunicar su afecto y la sensación de formar parte de lo mismo.

7. El amor ciega. Algunos estudios demuestran que alguien que ha estado

pensando en su pareja aparta inconscientemente de su mirada a otras personas atractivas del sexo opuesto. Es lo que se conoce como una sesgo de atención inconsciente.

8. Te convierte en un temerario. Todos hemos oído cuentos sobre el típico caballero con armadura que se arriesga por su amada. A este respecto, existen estudios que han probado que los hombres están más dispuestos a correr riesgos innecesarios por su pareja.

9. Dilata tus pupilas. Si pensabas que la cara es el espejo del alma, estás un poco equivocado; son los ojos. Ciertas investigaciones sugieren que la dilatación de las pupilas está relacionada con estados emocionales intensos, como estar enamorado, por ejemplo.

Jaqueline Howard y Traducción de Marina Velasco Serrano

Coldplay - Clocks


Alejandro Jodorowsky


Conocer el propio árbol genealógico es en cierta forma como conocer nuestro inconsciente. Lo que está escrito en nuestro árbol, también lo está en nuestro inconsciente, por tanto vamos a repetirlo a menos que lo conozcamos y lo trabajemos. Nuestra parte inconsciente no sale a flote sólo en los sueños, sino que toma parte activa de alguna manera también en las horas de vigilia: manifestándose en el cuerpo, en forma de síntoma o enfermedad, en actos fallidos, por nombrar algunos ejemplos. 





Mantenemos una poderosa e inconsciente fidelidad a nuestros designios familiares: a sus tradiciones, a sus traumas, a sus secretos, a sus proyectos más o menos advertidos. Adoptamos los sentimientos de la familia como si fueran propios.
Fuente Plano Sin Fin

Paul Klee

"Estamos erguidos y enraizados en la tierra
 con leve vaivén nos mecen las corrientes
 lo único libre es la nostalgia que nos lleva
 hacia lunas y soles"  



Carl G. Jung




"El conocimiento descansa no solo sobre la verdad sino también sobre el error." 

"Todo vivir humano ocurre en conversaciones y es en ese espacio donde se crea la realidad en que vivimos." 
Humberto Maturana 

Conversar (pero conversar DE VERDAD) es un arte. "Charlar" no. Una gran cantidad de personas ha charlado millones de horas en su vida sin haber tenido nunca una real conversación. "Con-versar", según el diccionario etimológico, remite a "dos o más amigos que se reúnen (CON) a exponer sus DI-VERSOS puntos de vista, VERTIÉNDOSELOS mutuamente y ayudando así ampliar, cambiar (VERSARE) el propio punto de vista". 


En una conversación nos escuchamos para desplegarnos mutuamente, para conocernos, para experimentar comunión, para llegar a ver lo que no habíamos mirado. En una conversación el objetivo no es "tener razón" sino, siendo la realidad de 360° y mi "punto de vista" sólo UN PUNTO de los 359 restantes, puedo COMPRENDER MÁS, porque EXPANDO MI PEQUEÑO PUNTO DE VISTA, o el otro puede expandirlo si somos COMPAÑEROS DE CONVERSACIÓN. 






Coldplay - Fix You


martes, 8 de abril de 2014







Martes 8 de abril Luna en el signo de Leo aparece conjunta a Lilith en trìgono a Mercurio, cuadrando al Nodo Norte. Leo necesita que el otro le confirme que es el rey. El quiere ser reconocido en su identidad.
¿Cuánta energía ponemos en hacer creer a los demás que nuestras máscaras son verdaderas?.
El cielo de abril pide enfocarnos. Trascender la competitividad hacia la madurez y la responsabilidad de la propia vida.
Nuestro interior con el exterior, es tiempo de ir más allá de la pequeña personalidad a la cual estamos apegados y convertirnos en el ser cósmico, planetario que somos.









Octavio Paz




"La libertad, para realizarse, debe bajar a la tierra y encarnar entre los hombres. 
No le hacen falta alas sino raíces." 

lunes, 7 de abril de 2014

Virginia Gawel




Los cuatro perdones

Hay cuatro perdones con los que necesitamos trabajar para sanear nuestra vida íntima. Desde hace años mucho se habla básicamente de dos. Quisiera enunciar a los cuatro. Pero antes deseo aclarar que el perdón no es un acto: esun proceso. O sea: no es posible perdonar desde la voluntad; desde la voluntad lo que sí podemos es elegir cultivar ese proceso, sabiendo que si no lo hacemos una porción de nuestra vida permanecerá infectada, inflamada, y cada vez que algo la toque, dolerá.

No podemos, entonces, decidir “Te perdono”. Pero sí podemos decidir colaborar conscientemente con ese proceso. Este trabajo psicológico, sin embargo, es sólo una parte. La otra es que, a medida que sostenemos en el tiempo la intención de cultivar el perdón, algo nuclear de nuestro Inconsciente (nuestra Esencia, nuestro Sí Mismo) a su vez trabaja subterráneamente para que el perdón acontezca. Sí: la médula del perdón deviene de una instancia interna superior. Por eso se llama per-don: es un don que viene desde algo muy hondo (en inglés, forgive, siendo que to give no sólo es dar, sino también consagrar, o sea: con-sagrar). De manera que decidir perdonar implica disponerse a hacer, humanamente, nuestra parte en ese proceso, y también a pedir a esa instancia interna (como en una oración) que tenga a bien desplegar eso más sutil que, desde nuestro psiquismo limitado, no podemos ejecutar. Así, cuando el perdón adviene y sentimos la herida limpia, es porque muy dentro han convergido nuestro trabajo psicológico intencional y el trabajo de nuestro Sí Mismo (sin el cual el perdón no acontece).

 Esto toma tiempo; y perdonar no significa aceptar que el dañador nos siga dañando, o que retorne a nuestra vida si lo hemos expulsado: implica que esa persona ya no ocupe tanto espacio dentro de uno. De modo que no se trata sólo de “ser magnánimo con quien nos hirió”, sino de des-enquistar al otro del enorme lugar que ocupa cuando una herida no ha cicatrizado. Ése es el primer perdón. Pero hay tres más.

El segundo es el que refiere a pedir perdón (tarea indispensable en el propio proceso evolutivo): revisar nuestra historia y el día a día, determinando a quiénes hemos lastimado. Por torpeza, por inmadurez, por ignorancia, por egoísmo... Una vez detectados a conciencia estos actos incisivos, será necesario ofrecerle al otro, -si aún es posible-, nuestro reconocimiento del error: ayudarle a que despliegue el proceso de su primer perdón, pues ese proceso es más fluido si quien hirió se hace cargo de la herida frente al herido. Éste también es un acto liberador, ya sea que nos brinden la disculpa o no (y debemos estar preparados para lo último, con coraje y dignidad).

Del tercer perdón también se habla mucho: perdonarse a sí mismo por el daño causado a otros. Pero al cuarto no se lo menciona, y quiero destacarlo: en un momento de soledad, de quietud, a corazón abierto, pedirse perdón a sí mismo.Pues en muchos aspectos de nuestra vida hemos sido el heridor y el herido: nos hemos despreciado, nos hemos saboteado, nos hemos exigido hasta agotarnos, nos hemos expuesto al abuso reiterado de otros heridores, sin brindarnos cuidado ni afecto... (Incluiría en ello el pedirle perdón a nuestro cuerpo, pues con frecuencia ha sido lastimado por nuestras actitudes hacia él.) Si no nos disponemos a transitar este cuarto perdón, los otros tres por sí mismos no alcanzarán a cerrar los círculos abiertos, dado que cada uno de los cuatro perdones dinamiza el proceso de los otros tres, necesitándose recíprocamente. Pedirse perdón es un acto de amistad consigo mismo, tal como lo haríamos en el segundo perdón con cualquier ser querido. Y… necesitamos ser para con nosotros mismos un ser querido! El único con el que conviviremos hasta el fin de nuestros días (y más). Recordando también que, como dijo el gran Jung: “Nadie puede relacionarse con otro mientras no se relacione primero consigo mismo”. Que así sea!

AMOR Marcos Jimenez León

Palidecen los días
dejando la ausencia de un beso
impregnada en mi boca.
Sonríe el horizonte de los deseos
en la niebla de los labios.
Regresan los minutos
mal vestidos
sedientos de noches sin tregua.
Anda el amor por las calles
escondiéndose de las miradas.
Es aire
enamorado de las veletas.
Una estepa desnuda
donde se abrazan las mariposas de arena.
(La Melancolía De Los Relojes)



DECRETO CONTRA LA TRISTEZA O NEGATIVIDAD

Niego la propia existencia de esta tristeza . El Universo no la autoriza. Borro en mí toda tendencia a la negatividad. No la necesito. No la acepto. El Universo es dicha, gozo, alegría. Yo soy dicha, gozo, alegría. Gracias Universo por… 



(Comienza a enumerar todo lo que tengas, hasta lo más insignificante)




Usemos Abril de una manera novedosa, en vez de aprender, desaprendamos!
Mi deseo este mes que comienza es que des-aprendas mucho, porque muchas cosas aprendidas, forman estructuras viejas y obsoletas, hemos aprendido a conformarnos, a conectarnos con la carencia, hemos aprendido a no tenernos confianza y a no querernos, hemos aprendido a callarnos y a no respetar nuestros deseos, hemos aprendido a obedecer sin cuestionar, a copiar un modelo impuesto por la sociedad, a ser uno más , a trabajar con "el sudor de nuestra frente" y no disfrutar lo que hacemos, a sobrevalorar lo material, hemos aprendido que llorar es para cobardes y que hay que esconder las emociones. Hemos aprendido a ser fotocopias, no originales. Hemos aprendido en proyectar nuestras frustraciones y expectativas sobre los demás y así mismo hemos aprendido a quejarnos cuando esos deseos dependientes en otros no se cumplen. Mi deseo es que des-aprendamos todo eso y aprendamos cosas nuevas con una mente más flexible y abierta y siendo más auténticos HACIÉNDONOS CARGO.