sábado, 6 de febrero de 2016

El icosaedro es el troide emocional, representa al elemento agua. 
Trabaja sobre las angustias , la retención de líquidos, la vida familiar.





Re-descubrí-te a través de la Geometría Sagrada

Son momentos de profunda necesidad de transformación, momento de re-decodificar y recordar.
Permitiéndonos pasar del caos al orden, la Creación juega transformándose y buscando siempre el equilibrio.
Estamos recibiendo cada día mayor información y elementos para que nuestra conciencia sea más activa logrando así vislumbrar otras realidades. No todo es lo que aparenta ser, en la búsqueda puedes comprender que cada detalle de tu vida tiene una correlación perfecta.
Vivimos profundas experiencias, nuevas miradas, para lograr comprensión y atención sobre la vida que nos rodea, embebida de Códigos y mensajes, que por mucho tiempo se mantuvieron a la sombra esperando el momento propicio para resurgir a la luz. La percepción se agudiza, entramos en una nueva asociación con todo lo que nos rodea, todo toma un nuevo sentido, aprendes a observar y a percibir la vida, la armonía que hay en ella y su completud.
Los patrones Geométricos, los números, la forma Sagrada son información pura que penetra en tu campo de energía, despertando, reordenando, hace que replantees tus pensamientos, tus prioridades en la vida, hace que te reorganices y consideres vivir la vida en forma más iluminada.
La conciencia se está despertando, buscando un legado ancestral, resguardado cuidadosamente para que hoy lo re-descubras.
A través de la Geometría Sagrada  la vida se expresa, se forma y evoluciona. Cuando vives en una obra de teatro en la cual tu eres el guionista, y experimentas en el circulo Sagrado de tu propio Ser, vives tu libertad, tu libre albedrio y tu vida en responsabilidad consciente.
Conviértete en quien realmente eres, e inicia un viaje Mágico a través de revelar en ti todo aquello que aun no has redescubierto pudiendo resonar en una frecuencia más alta.


Monique Dumoulin




jueves, 4 de febrero de 2016






Soy naturaleza



Soy mis decisiones 

Tu cabello no es casualidad

El cabello es la manifestación física de nuestros pensamientos y una extensión de nosotros mismos; lo mismo sucede con los pensamientos de la madre Tierra, podemos ver el constante crecimiento de su cabello de hierba; mismos que desde tiempos ancestrales fueron usados por los pueblos indígenas con fines medicinales y rituales. Ellos han usado el cabello de la tierra en sus ceremonias con fines de curación física y espiritual o en rituales que ellos consideraban sagrados.
Nuestro cabello es la extensión física de nuestros pensamientos, nos brinda la dirección a lo largo de nuestra vida; cada uno de nuestros cabellos nos representa a nosotros mismos, son puntos de conexión fuertes tanto de nuestro cuerpo como de nuestro espíritu según los pueblos indígenas. En todos los pueblos de la tierra existen cuentos o leyendas en donde el cabello juega un papel crucial en el destino de los protagonistas, por ejemplo aquellas historias que cuentan sobre los hechiceros o brujas que emplean el cabello de una persona para causarle daño, aunque no es el cabello en sí lo que usan para ese propósito sino las emociones que lleva dentro.
Los hombres y mujeres de sabiduría han llevado el cabello largo; en cambio en los lugares donde se ha presentado la tiranía en cualquiera de sus formas el cabello corto ha sido obligatorio y este, junto a otros factores ha culminado con la derrota espiritual y física de los pueblos.
El cabello tiene su propio lenguaje y carácter, y la forma en que sea peinado es sumamente importante para quién lo porte:
- La raya en medio representa la alineación del pensamiento.
- La trenza la unidad del pensamiento con el corazón.
- El cabello suelo significa seguridad.
- El cabello recogido convicción.
Actualmente las personas se peinan sin conocer el significado de sus acciones el estilo en que se use el cabello es importante pues haciendo a un lado la vanidad o practicidad, la forma en que uno lleve el cabello repercutirá directamente sobre nuestro estado de ánimo.

Adentrándonos al pensamiento de los pueblos indígenas encontraremos que la forma de llevar peinado el cabello era de suma importancia pues de esta manera se describía y anunciaba su participación en diversos eventos: matrimonio o guerra, alegría o duelo. A través del cabello y los tocados que se llevaba sobre él se podía saber la madurez de las personas, su estatus en la sociedad o los tiempos de paz y guerra.

Los peinados eran como las estaciones; cambiaban en ocasiones públicas, privadas y ceremoniales. El cabello representaba los pensamientos y el estado espiritual del individuo; mostrando los vínculos y la unidad espiritual de su familia y definiendo la armonía cultural y el alineamiento espiritual de su comunidad.
El cabello representaba los estados de la naturaleza, fluían en línea recta como las cascadas o eran ondulados como el agua del río. A los niños indígenas se les enseñaba a lavar y enjuagar el cabello. El cuidado de sus cabellos era tan importante como el mantenimiento de su salud física y espiritual; también se les enseñaba a crear los peinados rituales usando madera, huesos, plumas o piedras como tocados.
El cabello que se caía o quedaba acumulado en los peines era recogido y mantenido en una bolsa; al llegar la luna llena las mujeres se reunían en una ceremonia y ofrecían el registro de sus sentimientos e ideas acumuladas en el cabello caído a los espíritus del fuego, tierra y aire para que fueran bendecidos; posteriormente las ofrendas de cabello eran colocadas en el fuego sagrado y los pensamientos y emociones de cada una de ellas se elevaban junto a sus oraciones a través del humo y el viento hasta llegar a la luna.

Para los pueblos indígenas el cortar el cabello no solo representaba el corte de la corriente de su pensamiento sino en algunos casos una deshonra. Una guerrero con el cabello cortado en la batalla no tendría lugar en el seno de sus ancestros pues no tenía alma, ni recuerdos ni corazón. Automáticamente se convertiría en un espíritu gris atrapado entre los mundos. En las enseñanzas de muchas tribus indígenas el cortar el cabello representaba un proceso de duelo o la proximidad con la muerte. El cabello era un elemento místico en todas ellas. No permitían que nadie tocara su cabello sin su permiso.

Como podemos ver, el cabello era de suma importancia para los pueblos indígenas por muchas razones y aunque en la actualidad tales prácticas han desaparecido casi por completo nunca es demasiado tarde para re-aprender y re-aprehender todo aquello que nuestros ancestros nos han enseñado.
Leyenda sobre la importancia del cabello largo
Desde hace mucho tiempo, pueblos de diferentes culturas, no cortan su cabello, porque es una parte de lo que son.
Corte de Pelo
A menudo, cuando las personas eran conquistadas o esclavizadas, les cortaban su cabello como un signo de esclavitud, impotencia y humillación.
Los huesos de la frente son porosos y su función es de transmitir la luz a la glándula pineal, que afecta la actividad cerebral, así como a la tiroides y a las hormonas sexuales.
El corte de flequillo que cubre la frente impide este proceso.
Cuando Ghenghis Khan conquistó China, él sabía que los chinos eran un pueblo inteligente y que no se dejarían subyugar.
Por lo tanto, hizo que todas las mujeres en el país se cortaran el pelo y usaran flequillo, él sabía que iba a servir para hacerlas tímidas y fácilmente controlables.

Así como tribus y sociedades enteras fueron conquistadas, el corte de pelo se hizo tan frecuente que la importancia del cabello se perdió después de unas pocas generaciones, y los peinados y la moda llegaron a ser el foco.
Cuando al cabello se le permite alcanzar su máxima longitud, entonces, fósforo, calcio y vitamina D son producidos, y entran en el líquido linfático y finalmente al líquido cefalorraquídeo a través de dos conductos en la parte superior del cerebro. Este cambio iónico hace a la memoria más eficiente y conduce a una mayor energía física, mayor resistencia y estoicismo.
Si decides cortar el pelo, no sólo se perderá esta energía extra y nutrientes, si no que tu cuerpo deberá proporcionar una gran cantidad de energía vital y nutrientes para que vuelva a crecer el cabello perdido.
Además, los cabellos son las antenas que recogen y canalizan la energía del sol o (prana) a los lóbulos frontales, la parte del cerebro que se utiliza para la meditación y la visualización.

Estas antenas actúan como conductos para lograr una mayor cantidad de energía sutil, energía cósmica. Se tarda aproximadamente tres años desde la última vez que se cortó el pelo para formar nuevas antenas en las puntas del cabello.
Cabello mojado
Cuando te recoges el cabello húmedo, tenderá a disminuir y apretar un poco, e incluso romperse mientras se seca.
Una mejor idea es tomar de vez en cuando el tiempo para sentarse al sol y permitir que su cabello limpio y húmedo se seque de forma natural y absorba parte extra de vitamina D.

Los yoguis recomiendan lavar el cabello cada 72 horas (o más frecuentemente si el cuero cabelludo suda mucho). También puede ser beneficioso lavarse el pelo después de estar molesto o enojado, para ayudar a procesar las emociones.

Peine de madera
Los yoguis también recomiendan el uso de un peine de madera o un cepillo para peinarse el cabello, ya que ofrece una gran cantidad de circulación y la estimulación en el cuero cabelludo, y la madera no genera electricidad estática, lo que provoca una pérdida de energía del cabello hacia el cerebro.
Usted encontrará que, si te peinas desde la frente hacia atrás, de atrás hacia delante, y luego varias veces hacia la derecha y hacia la izquierda, te refrescará, no importa el largo de su pelo. Todo el cansancio del día se habrá ido.
Para las mujeres, se dice que el uso de esta técnica para peinar el cabello dos veces al día puede ayudar a mantener la juventud, un ciclo menstrual saludable y buena vista.
Si usted es calvo o calva, la falta de energía del cabello puede ser contrarrestada con más meditación. Si usted está encontrando algunas hebras de plata (canas) en el cabello, tenga en cuenta que la plata o el color blanco aumentan el flujo de energía y vitaminas para compensar el envejecimiento.
Para la salud del cerebro, a medida que envejece, trate de mantener su pelo lo más sano y natural como sea posible.
Se dice que cuando permites que tu pelo crezca en toda su longitud y lo enrolles en la corona de la cabeza, la energía del Sol, el prana, la energía vital, baja en la columna vertebral. Para contrarrestar esa tendencia a la baja, la energía vital Kundalini se eleva para crear equilibrio.
“Tu cabello no está allí por error. Tiene un propósito definido."

Vía: Cronicas de la tierra sin mal 



Infinito


Los cambios se viven muchas veces como la Carta de La Torre. Sacudones, despertares, ese "darse cuenta" que es momento de salir de la estructura vieja. Pero tiene varias instancias. Esa torre, a pesar de ser opresiva y no darnos felicidad, nos da una sensación de seguridad. Y la seguridad siempre tiene un gran poder de atrapar al humano, atrasarlo, anestesiarlo. Cuando el corazón pide un cambio, se resquebrajan las estructuras viejas y empezamos a ver otras posibilidades. Pero muchas veces, la libertad nos da miedo y volvemos a los escombros de la Torre, buscando refugio. Mucha gente vuelve a un trabajo viejo por dinero o seguridad, o con una ex pareja con la cual ya no hay crecimiento, volvemos a la Torre porque es lo conocido, no porque nos dé gozo ni disfrute. Pero esas segundas vueltas, nos dejan igual de apagados, porque el alma ya no quiere estar allí. Entonces viene nuestro Héroe interior, la Diosa nos llama, y salimos de ese lugar para llegar a donde realmente hay evolución. Esta transición tiene diferente duración cronológica para cada uno, pero nos llega. El cimbronazo de la Torre parece amenazante, pero es una gran oportunidad y un gran despertar. Ningún héroe mitológico evolucionó permaneciendo en casa, en lo seguro. Agradezcamos a las Torres de nuestras vidas, y cambiemos, porque cambiar es evolucionar, quedarse en lo cómodo es estancarse y morirse en vida.

Julieta Suarez Valente 



CUANDO LAS ALMAS SE RECONOCEN

En la vida y al largo de nuestra existencia se dan numerosos procesos evolutivos, unos conscientes y otros inconscientes, todo depende de nuestro estado de consciencia.
Uno de estos procesos es el reencuentro de almas, que en un pasado cercano o lejano ya estuvieron unidas y que de nuevo el Universo necesita que así sea para dar el salto final a éstas o a una de ellas, así como para implantar en la vida las semillas de luz y esperanza para el bien de la humanidad, procedentes éstas de la unión y amor entre ambas almas; no hay otra forma de que esto sea posible.
Se trata de una fuerte conexión de Ser a Ser, de Alma a Alma, de Corazón a Corazón, y la mejor manera de prepararnos para ello es tener consciencia universal, dejarte fluir con confianza, y sobre todo cuando una de las dos almas está más dormida, pues es el confiar en la otra y dejarte guiar por ese Ser especial que ha llegado a tu vida.
Normalmente casi siempre se dan estos casos, en los que una de las dos almas está más dormida y necesita de la otra para terminar de despertar, y así comenzar las dos juntas con su misión universal que les fue otorgada antes de su venida a esta vida, y con la que ambos se comprometieron como seres de luz con cuerpo físico, por el bien de la humanidad.
Estas relaciones álmicas son excelentes, son grandes regalos del universo, son relaciones en las que ambas partes se unifican para formar un solo Ser, aunque eso sí, sin perder libertad, ni individualidad.
Estas relaciones hacen despertar todos nuestros sentidos, nos ayudan a despertar y reconocer nuestras capacidades y cualidades innatas, nos ayudan a ser dueños de nuestra vida y de nuestra verdadera identidad, somos responsables de nuestra felicidad, nos colman de amor y bienaventuranzas; son relaciones muy especiales que aunque al principio cuesten un poco por todo el proceso alquímico interno que se produce entre ambas almas desde el momento que se reencuentran y se unen, y que a veces ninguna de las dos son conscientes de ello, pero que pasado este tiempo alquímico aparece el equilibrio, la armonía, pasión, plenitud, belleza, perfección, la “iluminación”.
Hay veces que estas relaciones no se dan por motivos personales o familiares, ya que nos dejamos arrastrar más por la opinión de los familiares que actúan muchas veces de forma egoísta, y otras veces por nuestra mente y emociones que nos hace dudar, desconfiar ante la belleza y el amor correspondido, nos pone en un estado de comodidad y pasividad, y se va dejando pasar el tiempo, mientras en el otro plano están esperando nuestra actuación para el bien universal.
El universo como siempre respeta la opinión que tomemos y no fuerza situaciones pues se guía por la ley del libre albedrío, y esperará pacientemente durante toda la vida, incluso hasta otra ocasión en que pueda repetirse este reencuentro si en este no se da.
Estas parejas álmicas son unos mágicos espejos en el que uno puede verse en el otro, siendo esta una visión interior de nuestra propia sabiduría, espiritualidad y evolución, y donde podemos ver todas nuestras cualidades-incluso aquellas ocultas y olvidadas por desprecio o desvalorización propia o de terceras personas-, también podemos ver nuestras luces y sombras (si es que se ha adquirido alguna al coger un cuerpo físico) para seguir perfeccionándonos con la ayuda del otro.
Estas parejas pasan por un proceso que lleva su tiempo, debido a la alquimia interior que se desarrolla en ellas, para poder reconocerse ambas almas mutuamente.
El fundamento de estas relaciones es estar presente y consciente para sí mismo y para el otro, por lo que a través de la meditación nos conectamos con lo más profundo de nuestro Ser y del otro, y a su vez con lo más sutil y amoroso del Universo, alimentándonos desde el interior.
En estas parejas cada uno tiene su camino en la vida y cumple su misión, aunque ambos se acompañen en el recorrido ya que el objetivo es el mismo, y uno complementa al otro, pero cada uno actuando desde sí.
Ambos se encuentran conectados con la esencia y magia de la vida, ambos están inmersos en la plenitud y el bienestar, ambos están llenos de amor y respeto, y ambos participan de un mismo objetivo, que es el que ha sido trazado por el Universo para ellos de forma especial y que nadie más puede cumplirlo, tan sólo esta pareja unida en amor.
En ambos tras la fusión alquímica, comienza un gran despertar interior, una magnífica evolución personal, despierta todo el potencial de sabiduría guardado en el interior, se desarrolla la creatividad porque así es la vida, hay compromiso entre ambos, y entre ambos con la vida, la espiritualidad, con la existencia de todo y todos, incluso de los planos superiores.
Son estas relaciones en las que reina la intimidad, sinceridad, verdad, complicidad, transparencia, respeto, y comunicación, siendo ésta muy importante ya que el alma va a nutrirse de la comunicación que haya entre ambas partes, incluso de la comunicación silenciosa de la mirada o de un abrazo.
Estas comunicaciones son para ayudarnos a seguir mejorando y evolucionando, por lo que también hay que expresar con consciencia aquellos aspectos negativos a trabajar para que con la ayuda de la otra parte y de la alquimia divina sea todo ello transformado en el opuesto de forma positiva, es decir, expresar los propios temores, dudas, miedos, traumas, dolor, necesidades, deseos, pensamientos, fantasías, etc.
Este hecho de “desnudarse” desde el corazón hará sacar del interior residuos que puede que lleven mucho tiempo ahí y que ya es hora de eliminar, hará también derribar barreras negativas impuestas por nosotros mismos como mecanismo de defensa ante el ataque e incomprensión de los demás, y en definitiva todo esto nos ayudará a conectar con nuestra propia autenticidad.
Además de la alquimia de las almas, también hay una alquimia de la propia relación, ya que en dicha integración-fusión de ambas personas, nace una co-evolución, y esta desarrolla la semilla de la “iluminación” que germinará el matrimonio sagrado en el que la pareja seguirá con plena consciencia su camino de conocimiento, exploración, transformación y descubrimiento del otro, un vínculo éste que se renueva constantemente, ya que de él sin hacer nada más, esta pareja está ayudando a la humanidad, a través de toda esa luz-energía-información que se expande en forma de ondas por el espacio, y que llega a todo y a todos, en cualquier parte del Universo.
Estas parejas álmicas están basadas en la amistad, amor, pasión, admiración, sencillez, sinceridad, verdad y vínculo por el bien común.
Pero también la sensualidad y erotismo forma parte de estas parejas, ya que el placer refuerza estos vínculos de pareja, en cada beso, abrazo…
En toda relación, ya sea álmica o no lo sea, debe de haber una valoración recíproca, comunicación, mucha comunicación.
El dar con una relación álmica es un gran regalo, se dan cualidades positivas y reina la felicidad.





Los ángeles


LOS ESENIOS


¿Así estamos?


miércoles, 3 de febrero de 2016

martes, 2 de febrero de 2016

Foteo


Amor amarillo



Piel de Gallina

Carolina C
Wed 01 Apr

--Podes agarrar lo que quieras y pagas en caja --comentó Hernán--. Yo voy a comer empanadas.
Los dos elegimos empanadas, por más que la oferta del día era guiso de lentejas.
Él, seguro, seguía comiendo carne; en mi caso intentaba dejarla. Preferí solo una de pollo. Condimentada con cebolla, huevo y morrón, el animal muerto pasaría desapercibido. No llegaría a imaginar cómo lo degollaron. Y menos cómo lo despedazaron.
Pedimos una cerveza fría. Todas las mesas tenían manteles rojos a cuadros y flores blancas de plástico. Estaban colocadas en vasos de boca ancha, como si fuesen frascos de mayonesa. Apoyé la bandeja y, por un momento, pensé en los años que pasamos sin vernos. Hernán fue un buen amigo en la adolescencia. Y de casualidad lo reencontré. 
Comí la primera empanada de brócoli y queso, la verdura estaba fresca, tenía poco aceite. Agarré la de espinaca y cebolla. Él comió las tres fritas, de carne cortada al cuchillo. Al rato palmeó mi hombro y dijo: 
-- ¡Qué bueno verte, loco! -- y agregó: -- ¿te acordás cuando caminábamos para tomar el tren? todo para ver las bandas de metal. ¡Qué movida, Esteban!
Eso se repetía casi todos los fines de semana. Cuando no había plata hacíamos lo mismo, pero terminábamos mirando las remeras, los buzos y las revistas que tenían las galerías de la peatonal. Hernán, acelerado como siempre, se reía; masticaba; hablaba. No había cambiado en nada. 
De tantas carcajadas, empecé a toser; tomé un vaso de cerveza; y agarré la última empanada. La música escapaba de una fonola, luminosa como las luces de un escenario. Mientras movía la punta del pie a la par de la batería, pensé en voz alta: ¡parece que el tiempo no hubiese pasado!
De repente varios eructos obligaron a que me sentara derecho. Hernán volvía del baño.
-- ¿Che, comemos una torta?, hay una de crema que pinta buena.
Le dije que si con la cabeza. Por segunda vez me palmeó el hombro y dijo:
-- ¡Sos el mismo Esteban, no cambias más!
Fui hasta la vitrina y todas las porciones me miraban, mientras yo pensaba no decirle nada sobre mis ganas de ser vegetariano. Seguro me diría: ¿nunca más vas a comer asado? Estaba intentando dejar las carnes, reemplazarlas por cereales y semillas. No iba a entender. Este "nuevo Esteban", Hernán no lo conocía. Lo imaginé comparándome con una mina que solo come verduritas. Por un momento, me di cuenta que estaba parado frente a la torta de crema, ¿rancia?, que podía sacarme el gusto asqueroso del pollo muerto, entonces elegí dos porciones.
Brindamos, varias veces, acordándonos de los recitales y los pantalones negros apretados y las remeras negras y las camperas de cuero. También negras. Él se reía de aquella vez que se encerró en el baño para usar la planchita de mi hermana. Le gustaba tener el pelo bien lacio.
Al terminar la torta de crema y cerezas de rojo artificial, sentí asco. Los pelos pero no los peinados con la planchita, sino los de ambos brazos se erizaron. Encima, no sé por qué, tuvo la buena idea de recordar cuando mi abuela trajo la sopa de gallina casera.
Los ruidos resonaban en mi estómago, como si hubiese comido dos platos de guiso de lentejas. Las que estaban de oferta. Él, contento por el encuentro, no se daba cuenta de nada. Insistió:
-- ¿Compro otra? 
Cuando se levantó, aproveché a eructar varias veces, tapándome la boca. La fonola tenía el volumen alto. Creo que nadie escuchó nada. Disimulaba mirando por la ventana.
Mientras se quedó hablando con el cajero, yo intentaba olvidarme todo lo que comí. Y lo que tomé. Tenía escalofríos. Pensé decirle que me sentía mal, pero también sabía que con su humor ácido iba a burlarse de por vida. Antes nos tomábamos varias cervezas sin comer ni siquiera una empanada y estábamos bien. Muy bien. Entre replanteos y descomposición, sentí una fuerza bruta desde lo más hondo, intenté frenarla, pero era irrefrenable. Miré el largo pasillo; la ventana; la mesa con el mantel rojo a cuadros; la cara de Hernán contento que volvía. Tiré al piso las flores blancas de plástico, y corrí con la boca dentro del vaso que parecía un frasco de mayonesa.