Muchas veces nos preguntamos dónde queda aquello que dimos, aquello que tuvimos, y pensamos que hemos perdido el tiempo sembrando ya que jamás hemos visto la cosecha. La realidad es que el tiempo nos muestra que nada se ha perdido y que todo vuelve de la manera menos pensada, en formas diferentes, pero vuelve. Todo el bien que hacemos nos vuelve cual boomerang, pero no podemos saber COMO, y el humano, en su afán de querer controlarlo todo, se frustra si no obtiene lo que él quiere. El Universo es sabio, nos da las cosas cuando siente que estamos listos para recibirlas. De toda situación de pérdida, hay transformación, alquimia, nada se pierde, todo se transforma en el Universo. De todo lo aparentemente malo que nos pasa, sale algo bueno y nuevo que nos ayuda a ser quienes somos. No hemos perdido NADA, todo vuelve con otra forma. Celebremos la transformación y trabajemos en dar lo mejor de nosotros mismos! Porque lo que nos regrese será energéticamente igual, pero en distinta forma, a lo que demos...demos lo mejor.