sábado, 22 de noviembre de 2014

Pretérito Imperfecto

Mañana conocí el amor. Hundo ahora mis pies en el barro cuando fui feliz.
Mañana volví a las luces del tiempo, los besos húmedos y a los gritos del adiós.
Mañana ya pasó hace un tiempo. Lavo mi dudoso rostro cuando reflejé el dolor.
Mañana, tal vez, la conocí mejor. Tengo la seguridad que es eterna cuando se durmió.
Mañana, quien sabe, creí que fuimos para siempre. Fumo y espero lo que ya no regresó.
Mañana le hice cosquillas en los pies, arrumacos de bebé, caricias que se quedaron en la piel, palabras que se dijeron como se dice pasión, miradas enamoradas en retinas del placer.
Mañana fueron promesas. Esas cosas que tiene el querer.
Mañana, sí, mañana puede volver a suceder.


Juan Marin



Suspensión




Siempre pensé enamorarme una sola vez en mi vida,
deduje que tal vez eso fuera posible.
Siempre creí que una mirada me devolviera la mía,
para así dejar pendiente al amor de mi vida.

Beyoncé


Día de la Música








Somos un par de sueños después de tantos insomnios 

lunes, 17 de noviembre de 2014

Ayer dejó su fase retrógrada el planeta Neptuno, regente de Piscis, y se puso directo. ¿Qué significa esto? Tiempo de usar la intuición, los lenguajes simbólicos, los arquetipos, lo onírico desde un lugar más claro y luminoso. Saldrán a la luz nuevas energías espirituales latentes, y será un buen tiempo para sanar y traspasar a energías más transpersonales. Neptuno y Piscis rigen las artes visuales, aquello que no es lineal, que no es pensante, aquello que transmite, que siente, que ve desde otra perspectiva. No por nada es la carta de Tarot "El Colgado"que ve todo desde una perspectiva no pensante.
Aprovechemos estas energías para dejar un poco de lado la mente, para activar el tercer ojo, para recibir mensajes de símbolos, fotos, música, cine, para escribir poesía, para soñar, para rendir culto al hermoso Mar, para trabajar las emociones. Bienvenido hermoso Neptuno directo en Piscis.











Hoy desdije todo lo que había afirmado en los últimos días. Desperté solitario como todas las mañanas, serví café, puse música y empecé a cancelar algunas pocas visitas. Tampoco le di importancia a los quehaceres de mi mente y de mis manos, aunque acuciaran las urgencias, las presiones y ansiedades. 
Hoy salí temprano a caminar el pasado, prefería aquellos restos y no los del presente helado, esas imágenes que eran fantasmas en juego, abordajes que hacían tacto lo intocable.
Hoy el sol de primavera estalló en mi cara, supe que aquel día había tenido una certeza, de aquellas que no se tienen en la vida, que devuelven los pasos que se han perdido, los llantos que el dolor ha adormecido.
Hoy no pensé en nada, ni en mis dolores del alma, ni en mis errores malnacidos, pensé solamente en alguien que no estaba conmigo, en la digna apariencia que daba la soledad cuando simulaba tristeza.
Hoy recorrí adoquines, calles repletas porque sin ella estaban vacías, un silencio que pagaría a cuenta de todas las risas compartidas, aquellos besos a cualquier hora del día, un gemido y un desconcierto, proyectos que habían nacido como el hijo tan deseado, la incoherencia de pensar que todavía era posible, como la ley natural que otorgaba el nombre, esa marca perpetua que nos hacía factibles.
Hoy no atendí él teléfono, no leí mails ni di atención a los reclamos. Hoy me desnudé en la sala, abrí una cerveza bien fría, observé las hojas secas de laurel que aún permanecían en la nevera, la luna que iba naciendo despacio, las luces que a los lejos crecerían como luciérnagas voraces.
Hoy me tomé el día para pensar en vos.
Hoy volví a mi casa enamorado.

De Juan Marín