Mañana conocí el amor. Hundo ahora mis pies en el barro cuando fui feliz.
Mañana volví a las luces del tiempo, los besos húmedos y a los gritos del adiós.
Mañana ya pasó hace un tiempo. Lavo mi dudoso rostro cuando reflejé el dolor.
Mañana, tal vez, la conocí mejor. Tengo la seguridad que es eterna cuando se durmió.
Mañana, quien sabe, creí que fuimos para siempre. Fumo y espero lo que ya no regresó.
Mañana le hice cosquillas en los pies, arrumacos de bebé, caricias que se quedaron en la piel, palabras que se dijeron como se dice pasión, miradas enamoradas en retinas del placer.
Mañana fueron promesas. Esas cosas que tiene el querer.
Mañana, sí, mañana puede volver a suceder.
Juan Marin
Mañana volví a las luces del tiempo, los besos húmedos y a los gritos del adiós.
Mañana ya pasó hace un tiempo. Lavo mi dudoso rostro cuando reflejé el dolor.
Mañana, tal vez, la conocí mejor. Tengo la seguridad que es eterna cuando se durmió.
Mañana, quien sabe, creí que fuimos para siempre. Fumo y espero lo que ya no regresó.
Mañana le hice cosquillas en los pies, arrumacos de bebé, caricias que se quedaron en la piel, palabras que se dijeron como se dice pasión, miradas enamoradas en retinas del placer.
Mañana fueron promesas. Esas cosas que tiene el querer.
Mañana, sí, mañana puede volver a suceder.
Juan Marin