sábado, 30 de enero de 2016

Juan Gelman

Habítame, penétrame.
Sea tu sangre una como mi sangre.
Tu boca entre a mi boca.
Tu corazón agrande el mío hasta estallar.
Desgárrame.
Caigas entera en mis entrañas.
Anden tus manos en mis manos.
Tus pies caminen en mis pies, tus pies.
Árdeme, árdeme.
Cólmeme tu dulzura.
Báñeme tu saliva el paladar.
Estés en mí como está la madera en el palito.
Que ya no puedo así, con esta sed
quemándome.
Con esta sed quemándome.
La soledad, sus cuervos, sus perros, sus pedazos.





viernes, 29 de enero de 2016




Hazte semilla
para ser flor 
y dar vida. 

La flor de loto y el barro

"Practicamos como la flor de loto y el barro. La flor de loto no piensa: “No quiero el barro”. La flor de loto sabe que puede florecer tan bella sólo gracias al barro. Para nosotros, ocurre lo mismo. Tenemos semillas negativas en nuestro interior, el elemento del barro, si sabemos cómo aceptarlo, nos aceptamos a nosotros mismos. La flor de loto no necesita deshacerse del barro. Sin barro, moriría.
Si no tenemos deshechos, no podemos florecer. No deberíamos juzgarnos, ni juzgar a los demás. Sólo necesitamos practicar la aceptación y así progresar sin lucha. El proceso de transformación y sanación requiere prácticas continuadas. Producimos desechos cada día, y por este motivo necesitamos practicar continuamente para cuidarnos de esos desechos y convertirlos en flores.”


  Thich Nhat Hanh            



Tratame suavemente



Ciudad de la Furia


Pájaros Azules





Carolina C
Tue 28 Oct

Cada verano Hanna y los hermanos viajan a las afueras de Frankfurt. Visitan a su padre Peter que vive, hace muchos años, en una cabaña antigua en media de la pradera. Pasan un mes entero. El mes de vacaciones. La madre se queda trabajando en las oficinas de la ciudad como administradora de seguros. Este verano, a diferencia de otros, Hanna lleva en su valija el vestido blanco con volados y hombros descubiertos que le regaló la tía Kelly.

Todas las tardes cuando el padre se acuesta a dormir una siesta, Hanna a escondidas le saca uno de los cigarrillos rubios que él guarda entre los pañuelos dentro de la cajonera de madera, que está al costado del escritorio de lectura. Con el cigarro oculto en su delgada mano sale en puntas de pies de la habitación, para irse al prado donde la esperan Lucy y Jonas.

Lucy no está de acuerdo que su hermana fume. No le gusta el olor ni la actitud de mujer adulta que aparenta Hanna cuando enciende el cigarrillo. Se pone fría, distante, extraña. Siempre hace lo mismo. Pone una mano debajo de la axila y la otra la levanta a la altura de la cara y mientras cierra los ojos, da una pitada. Lucy dice que se parece a su madre. Jonas, en cambio, espera la siesta para ir al prado y colgarse de unos palos que Peter plantó hace un tiempo para armar un molino de viento.



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Hellen siempre lleva puesta una vieja camisa con bordados y mangas largas. La pollera tiene volados, varias capas de volados, como la ropa que usaban las niñas en los años `20. El cabello largo, lacio y fino cae frágilmente sobre sus pequeños hombros ya que sus contextura es muy delgada. Ella no conoce la ciudad, siempre vivió en la pradera, en una cabaña.

Una mañana Hellen trepa un pino, para ver el nido de los pájaros azules que aparecen todos los veranos. Con los pies descalzos escala sobre la corteza del árbol. Logra subir más de un metro y medio, pero al llegar a una de las ramas, se raspa las piernas y como el surco del río, la sangre empieza a caer sobre los tobillos. Del susto, la niña quiere bajar rápidamente, pero se engancha el volado de la pollera y termina cayendo al piso desde lo alto. Pasan varias horas hasta que un leñador la encuentra sin vida.
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Una siesta como todas las siestas, Hanna mientras el padre duerme, se acerca a buscar un cigarrillo. Muy despacio abre el cajón, pero solo ve pañuelos. Mira sorprendida a su alrededor. Camina de puntas de pies hacia el escritorio de lectura y empieza a buscar entre unos papeles desordenados que están arriba de una pila de libros. Detrás suyo sopla una brisa lo suficientemente fuerte que logra abrir las ventanas. Peter despierta. La niña se toca, nerviosamente, la cabellera y asustada, le dice que está buscando un lápiz para dibujar. El padre dormido, saca de la cajonera donde están los pañuelos, un cofre con lápices de colores.

Hanna, callada toma el cofre y sale despacio del cuarto. Respira profundo. Se sienta en el umbral de la cabaña, abre el estuche de madera barnizada y ve que adentro entre los lápices de colores había dos cigarrillos sueltos. Corre al prado. Feliz. Pero no encuentra ni a Lucy ni Jonas. Empieza a llamarlos, pero ellos no aparecen. Entonces camina un poco más lejos del futuro molino de viento y se sienta debajo de un pino. Enciende el cigarrillo. Y a los dos segundos se le apaga. Vuelve a encenderlo y vuelve a apagarse. Mira a su alrededor y no hay nadie.
Al levantarse siente que alguien le toca el brazo. Se da vuelta y ve una niña de su misma edad, con el cabello largo, lacio y fino que cae frágilmente sobre sus pequeños hombros. Y con una voz muy suave le dice que es muy lindo su vestido. Que desearía tener uno igual.
Hanna abre los ojos grandes y le pregunta quién es. Nunca la había visto.

Hellen, en cambio, le responde que la conoce, que este verano a diferencia de otros, lleva un reloj pulsera y le aclara que el vestido de volados que tiene puesto es la primera vez que lo trae. Hanna se sorprende aún más. La mira y se aleja dando cortos pasos. Al día siguiente vuelve al mismo lugar, pero con los hermanos. La niña no aparece.
Queda una semana para que terminen las vacaciones. Esa tarde, Hanna no quiere robarle a su padre el cigarrillo de la cajonera que esta al costado del escritorio de lectura. Piensa que quiere ver a Hellen y saber más de ella.

Vuelve al pino, pero no la encuentra. De regreso toma el camino que da al costado de la cabaña. Y al pasar escucha una tímida voz que la llama. Se da vuelta y es Hellen que está sentada sobre el banco de cemento, entre los troncos que el padre guardará en el establo, preparándose para el invierno.

Hellen la invita a sentarse a su lado. Pasan la siesta charlando y riendo a carcajadas. Las tardes de esa semana son iguales, excepto la última en que Hanna guarda el vestido en una bolsa de tela y como siempre, espera la hora de la siesta. Sin intenciones de fumar, va hacia el pino, se sienta debajo de las ramas, escucha el ruido del viento moviendo las hojas, ve como vuelan los pájaros azules y espera a Hellen. Quiere regalarle el vestido. Sabe que el próximo verano su amiga invisible, debajo del mismo pino, acompañada del ruido del viento moviendo las hojas y el vuelo de los pájaros azules, estará de blanco, esperándola.

DESARROLLO DE LA MEDITACIÓN DE LA SONRISA



Cierra los ojos e inhala por la nariz profundamente y exhala por la nariz pasando porl a tráquea intentado sentir el  sonido desde ahí. Esta respiración se mantendrá ligeramente durante toda la meditación. La exhalación es profunda suave y lenta.
– Imagina una estrella sobre tú cabeza, unos 5 cm por encima....
Aquí estamos en el chakra de la corona.
Siente esta  energía divina  bañando cada parte de tu cuerpo.
– Sonríe e imagina enfrente de ti una sonrisa,  sonriendo a cada parte de tu cuerpo. Respira conscientemente, deja que el sentimiento de la sonrisa interior relaje tu cara,ojos, tu entrecejo, la frente, nariz, boca, y vas bajando hacia la garganta.Sonríele a todo tu cuerpo y siente como se relaja.


COMIENZA AQUÍ LO MAS IMPORTANTE:


– Sonríe al corazón y siente que el te devuelve la sonrisa. Para ello sitúa las manos sobre este chakra. Al sonreír al corazón consigues que el odio se transmute. Siente compasión y perdón, por nosotros mismos y haci­a los demás. Visualiza un color rojo brillante que te cargue de amor, felicidad y alegría. Respira y sonríe. Siente tu corazón expandirse, e irradiar amor desde el corazón a los pulmones.


– Sitúa las manos sobre el pecho, para conectar con los pulmones. Sonríe a tus pulmones, combina la energía de la sonrisa con el color blanco perlado, y mantente de 1 a 2 minutos sonriendo. Reconoce tus tristezas, la depresión y los sentimientos de nostalgia que te impiden estar alegre y optimista. ¿Qué hay ahí? ¿Qué hace que te entristezcas? Y contrarresta SONRIENDO, para cambiar esa energía.


– Permite que esa misma energía baje por tu lado derecho justo debajo de tus costillas:Pon las manos en la zona del hígado y la vesícula biliar. Sonríe a la ira, a los enfados, a las frustraciones, a los celos… ¿Desde cuando te sientes así? Visualiza el color verde, que te llena de amabilidad y generosidad. Pemanece de 1-2 minutos sonriéndole.


– Coloca las manos en la zona de los riñones, a ambos lados de la columna vertebral, a la altura de las vertebras lumbares. Sonríe a los riñones, siente tus miedos, tu carga genética. Los temores paralizan, bloquean deseos y acciones, e impiden avanzar con seguridad hacia el camino que anhelamos.Visualiza el color azul oscuro brillante y siente quietud, tranquilidad y paz.


– Permite a esa energía dirigirse hacia la izquierda y pon las manos en la zona del bazo y el páncreas y un poco más atrás hacia el estomago. Sonríe a tus preocupaciones, a las obsesiones. ¿Por qué no te permites estar tranquilo?Continúa sonriendo… Visualiza el color amarillo, sintiendo equilibrio y paz interior. Mantén la atención sonriendo a cada uno de los órganos.


– Poco apoco baja conectando con tu ombligo y centro. Lleva tu atención al bajo abdomen y se consciente de tu respiración, sintiendo como la parte baja de tu espalda se llena con tu respiración. Exhala y permite a tu abdomen relajar la espalda y toda tu espina dorsal. Manteniendo tu respiración lenta y suave.


– Sonríe a la columna vertebral, a todos los huesos del cuerpo, a los genitales, a tus órganos reproductores, sonríe porque eres hombre o mujer.Sonríe a todas tus células trabajando en armonía y repite: “Todas las células de mi cuerpo están relajadas, felices y sonrientes”. Si algún órgano sufre de algo continua la visualización sonriendo e imagina al órgano en perfecto estado,saludable y funcional.
Si necesitas más tiempo en uno u otro órgano mantente ahí hasta que sientas que es suficiente. Este recorrido te llevará entre 10 y 15 minutos, trata de concentrarte en la sonrisa todo el tiempo no la sueltes, no sueltes la sonrisa por fuera ni por dentro verás que sanadora es. Podrás acceder a esta energía a cualquier hora sabiendo que esta a tu disposición. Es increíble ver cómo la capacidad de sonreír puede cambiar la actitud de algún órgano débil.
Prueba a hacerla a diario durante 3 semanas y verás la diferencia en tu energía… Incluso es probable que  las personas a tu alrededor te noten cambiado: tu expresión se suavizara, tu andar, tus palabras…
– MantakChia.


Siempre ten en cuenta que la energía de la sonrisa, ese amor que contiene y que intentas sostener es tu sentimiento, pero también es el sentimiento de Dios. Y así como Él entra y trabaja dentro de ti , luego ese mismo amor de alegría  y gratitud debes devolverlo a Dios de donde vino y de dónde venimos. Y lo que somos.
Al devolverlo sentirás aun mas y mas amor y como un bumerang otra vez mas ese amor Divino volverá a ti.


Cristina Catuara



miércoles, 27 de enero de 2016

Brian Weiss








Antes de venir a este Planeta

Antes de venir a este Planeta, nos advierten que recibiremos un cuerpo, que podemos amarlo u odiarlo, pero será nuestro todo el tiempo.
Nos dicen que aprenderemos lecciones todo el tiempo. Estamos inscritos en una escuela informal de tiempo completo llamada vida. Cada día se tiene la oportunidad de aprender lecciones, podemos amarlas y pasar de nivel o simplemente considerarlas como dolorosas o irrelevantes y seguir cursando el mismo grado.
Nos dicen que no hay fracasos, sólo lecciones.
El crecimiento es un proceso ensayo y error, experimentación. Los experimentos que no resultan óptimos son parte del proceso y del aprendizaje.
Nos dicen que cada lección se repite hasta que se aprende. Esta se presentará de diversas formas. Cuando nosotros las hayamos aprendido, pasaremos a la siguiente automáticamente.
Nos dicen que aprender lecciones es una tarea sin fin, no hay ninguna parte de la vida que no contenga sus lecciones. Si estamos vivos, siempre habrá lecciones que aprender.

Nos dicen que los demás son simplemente espejos nuestros. No podemos amar u odiar algo en otra persona, a menos que ella refleje algo que amamos u odiamos en nosotros mismos. 
Nos dicen que lo que hacemos en y con nuestra vida es nuestro problema.
Nosotros tenemos todas las herramientas y recursos que necesitamos. Lo que nosotros hagamos con ellos no es asunto de nadie porque la elección es siempre nuestra.
Nos dicen que las respuestas a las preguntas de la vida están dentro de nosotros. Sólo necesitamos ver, sentir, escuchar y confiar.
Nos dicen que nos olvidaremos de toda esta información apenas lleguemos al Planeta pero que sin embargo recordaremos... Esta es la explicación de vacío existencial que algunos sentimos y que muy dentro nuestro recordamos que hubo un antes de esta vida.
Nos dicen que cuando te llenes de Amor lograras olvidar para poder recordar...

En total Conciencia y Libertad, Arushka Nakshmee






Todos somos manos, y lo que le haga
la mano derecha a la mano izquierda o viceversa
tú mismo lo sentirás, sea lo que hagas
TÚ LO SENTIRÁS, TÚ ELIGES

Lo que llevamos dentro...

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martes, 26 de enero de 2016

Seguir viviendo sin tu amor


Spinetta


Jorge Luis Borges


Nadie rebaje a lágrima o reproche
Esta declaración de la maestría de Dios
Que con magnífica ironía me dio a la vez los libros y la noche
Yo que me figuraba el paraíso bajo la especie de una biblioteca.

Julio Cortázar

Ahora aparece una gotita en lo alto del marco de la ventana; se queda temblequeando contra el cielo que la triza en mil brillos apagados, va creciendo y se tambalea, ya va a caer y no se cae, todavía no se cae. Está prendida con todas las uñas, no quiere caerse y se la ve que se agarra con los dientes, mientras le crece la barriga; ya es una gotaza que cuelga majestuosa, y de pronto zup ahí va, plaf, deshecha, nada, una viscosidad en el mármol.
Pero las hay que se suicidan y se entregan enseguida, brotan en el marco y ahí mismo se tiran; me parece ver la vibración del salto, sus piernitas desprendiéndose y el grito que las emborracha en esa nada del caer y aniquilarse. Tristes gotas, redondas inocentes gotas. Adiós gotas. Adiós.



Hello


“Yo no sé, mirá, es terrible cómo llueve. Llueve todo el tiempo, afuera tupido y gris, aquí contra el balcón con goterones cuajados y duros que hacen plaf y se aplastan como bofetadas uno detrás de otro”




Esto lo diría Cortázar en “Aplastamiento de las gotas”

lunes, 25 de enero de 2016

Verano


Clave: hablar

En unas horas concluye la fase de retrogradación de Mercurio. Se encuentra estacionario y preparado para ponerse directo. ¿Qué nos deja esta retrogradación? Recordemos que Mercurio sigue en conjunción con Plutón y en cuadratura con Urano, en Capricornio. Mercurio es nuestra mente y claramente el mensaje del Cosmos es que hay que abrirla. Pero hay tensión, ya que Capricornio quiere preservar las viejas formas, Urano le pide renovación y apertura, y Plutón le pide profundidad, pero también destapa miedos y pensamientos fijos. Nuestra mente es la clave para nuestro año. No por nada esta retrogradación sucede recién iniciado el año. La clave de cambio, son aquellas modificaciones en nuestros patrones de creencias, arraigados, fijos, que deben desprenderse para darle lugar a nuevas formas. La comunicación debe cambiar. Debe incluirse la comunicación emocional profunda, desde lo auténtico, desde el hueso (Plutón). Hablar no es comunicar, debemos ser más económicos con lo que decimos, más sintéticos, pero también más auténticos. La clave de un año Virginiano es Mercurio, ya que es su regente. La clave del año será poder abrir el chakra laríngeo y comenzar a hablar. Hablar de nuestra historia, compartir, abrir las cuerdas vocales a la emoción, transmitir nuestra verdad, agregar sentimientos a nuestras gargantas y a nuestras neuronas. Y no sólo eso, sino también poder abrir nuestros oídos y escuchar con atención a nosotros mismos y a los demás. Y por sobre todo, no solos, compartiendo, sanando, abriéndonos. Porque desnudarnos no es un acto de vulnerabilidad, es un acto de absoluto coraje. 

Julieta Suarez Valente 







Carlos Castaneda - Los 4 enemigos del ser humano



El lobo estepario Hermann Hesse

Con fingida alegría me puse a trotar sobre el asfalto de las calles, húmedo por la niebla. Las luces de los faroles, lacrimosas y empeñadas, miraban a través de la blanda opacidad y absorbían del suelo mojado los difusos reflejos. Mis años olvidados de la juventud se me representaron; cuánto me gustaban entonces aquellas noches turbias y sombrías de fines de otoño y del invierno; cuán ávido y embriagado aspiraba entonces el ambiente de soledad y melancolía, correteando hasta media noche por la naturaleza
hostil y sin hojas, embutido en el gabán y bajo lluvia y tormenta, solo ya en aquella época también, pero lleno de profunda complacencia y de versos, que después en mi alcoba escribía a la luz de la vela y sentado sobre el borde de la cama. Ahora ya esto había pasado, este cáliz había sido apurado, y ya no me lo volverían a llenar. ¿Habría que lamentarlo? No. No había que lamentar nada de lo pasado.





Hang Music


Seamos luz entre tanta oscuridad

Tengo que aprender a ser luz
entre tanta gente detrás.
Me pondré las ramas de este sol que me espera
para usarme como al aire...♪



Así de grandes son las ideas


Natural



¡Juera malos pensamientos!