lunes, 11 de abril de 2016

Todo pasa


Creación





The Last Shadow Puppets



David Darling


Los años se suceden inexorablemente, uno tras otro. El tiempo no se detiene, lo destruye todo. Pero, a su vez, lo construye de manera diferente. Lo que amamos se queda ahí, siempre. Deconstruido.

Juan Marin.


EL ULTIMO CHARDONNAY

Después que mis ojos llorosos me dejaron ver, me levanté de la cama y me reflejé en el espejo. Ahí vi a otra mujer, eran los restos de la que había estado en mi cuerpo tantos años, acompañándome, jugando con mis fantasías, enarbolando sueños y correrías. Era aquel fantasma que hoy se burlaba de mi sufrimiento, era yo que gozaba con mi reflejo turbio, en carne viva. Sacudí mi realidad con agua bien fría, de esa que sirve para despabilar hasta a un muerto, y mis lágrimas fueron gotas que se mezclaron con esa verdad que parecía pesadilla, con esa falta que de ahora en más no sería fantasía.
Estaba desnuda y mis senos marchitos parecían sumarse al duelo de una sonrisa que había perdido. Caminé esos pasos nocturnos que se caminan sin sentido, húmeda y desnuda, encendiendo un cigarrillo y viendo desde mi balcón como esa ciudad hacía muecas a mis sentidos. No tenía más lágrimas, ellas también se habían ido, en una huída que me sorprendía, me dejaba perpleja porque tal vez esa ausencia me repondría. Puse a David Darling en el equipo, su cello con aire de jazz hacia que me sirviera una copa de chardonnay, con su gusto dulzón fermentado como mi amor, y otra más, y otra más con la firme intención de embriagarme y que abriera el último cuaderno que con él comprara en una tarde perdida de invierno.
Leí lo que días atrás había escrito, tan cruel y tan amoroso que todo pareció fútil pero elocuente y una lágrima, la última y escondida, pareció darle a él la bienvenida.

Juan Marin 



Desaparecer

Bien. Ella se fue, dije en voz alta. 
Es hora de que hagamos algo, pensé al encender el cigarrillo. Pero qué hacer con este cielo nublado borroneado de blanco, qué hacer con mis huesos, con el extravío, con el miedo. Ella se fue. Huyó. Bien. Desapareció. Muy bien. Requetebien. 
Oscuro y anónimo, sentía por primera vez en el día la incomprensible, helada sensación de soledad. Tal vez porque me veía aburrido, inútil, sin saber qué hacer, intuyendo que el día ya estaba perdido. Que no haría nada bueno, salvo emborracharme y morir tranquilo en el sueño acostumbrado.
Va a volver. Estoy seguro que va a volver, pensé y comencé a llorar.

Juan Marin 


domingo, 10 de abril de 2016

Mujer libro


Mira tu corazón, a ver qué quieres,
           y no esperes que la razón lo entienda.
           Serás feliz marchando por tu senda.
           No te fuerces en ser lo que no eres.

           Vive la vida que te dio el destino,
           no engañarás a la naturaleza.
           Sólo puede encontrar su fortaleza
           quien hace aquello para lo que vino.

           El sendero está hecho a tu medida.
           Aunque sea el peor, monta tu potro
           Hay una vida buena en cada vida
           con tal de que no sea la de otro.


  Martín Satke

Atraviesa