LA FUERZA DE LA BUENA VOLUNTAD: A veces parece ilusión, como si lo que la persona persigue fuese sólo vacío anhelo. Pero lo inocente tiene a veces una capacidad de GENERAR EFECTOS EN EL MUNDO...
sábado, 7 de enero de 2012
viernes, 6 de enero de 2012
jueves, 5 de enero de 2012
Muchas veces escribir es acordarse de lo que nunca ha existido ¿Cómo lo conseguiré, saber lo que ni siquiera sé? Así: como si me acordase. Con un esfuerzo de "memoria", como si yo nunca hubiese nacido. Nunca he nacido, nunca he vivido: pero yo me acuerdo, y ese recuerdo está en carne viva.
Clarice Lispector
miércoles, 4 de enero de 2012
¿UNA METÁFORA DE NUESTRAS EMOCIONES?
En la antigua simbología los caballos solían representar a las emociones. Y es una magnífica metáfora, pues nuestros sentires, -al igual que los caballos-, requieren que aprendamos a relacionarnos con ellos de un modo sensible y lúcido: si se desbocan, se asustan, se inhiben, se encabritan... la convivencia con uno mismo y con otros se complica.
"No me pregunten quién soy ni me pidan que siga siendo el mismo." Michel Foucault
Cuando la identidad pasa por períodos de cambio agudo, responder a las expectativas de los demás puede mostrarnos cuánto dependemos de ellas. Y esa tensión que se produce quizás logre romper la telaraña para siempre... Pasamos de girar en círculos a volvernos una espiral en perpetua transformación.
martes, 3 de enero de 2012
lunes, 2 de enero de 2012
Expectativas = "poner el pecho afuera"
Haber perdido el propio eje."Poner el pecho fuera". Eso es lo que significa la palabra "expectativa" (ex-pectore). Con frecuencia las expectativas implican algo poco favorable: esperar que las cosas sean de determinada manera y no de otra (y cuando sucede de esa otra manera... nos des-ilusionamos, nos des-corazonamos o nos des-concertamos si todo es mejor de lo que creíamos que sería)); esperamos que los demás cambien, que nos den lo que no nos dieron, que tengan determinados gestos... (y cuando eso no acontece sufrimos una enorme frustración); esperamos de nosotros mismos ser distintos de como somos, luchando contra nosotros mismos (lo cual garantiza perder la batalla, pues nunca se gana cuando, en vez de trabajar CON lo que somos, trabajamos CONTRA lo que somos). EX-PECTATIVAS. Y en estos días del año este padecer estalla con virulencia, como en una hipnosis colectiva: hacia los demás, hacia los eventos familiares o grupales, hacia cómo tememos o deseamos ser vistos por los otros, hacia lo que "traerá el nuevo año"... Poner el pecho afuera nos deja en una condición muy frágil! La tarea es TRAERSE HACIA EL PROPIO PECHO, Y, DESDE ALLÍ, MANTENERSE ABIERTO, SENSIBLE, in péctore (pecho adentro, en el corazón).
Quedar a la expectativa de sentirnos bien SEGÚN lo que suceda... es quedar pendiente de eso; y ¿qué es un pendiente? Desde la Física, un péndulo: algo sin estabilidad propia, que oscila de aquí para allá a expensas de la mano que lo sostenga, no pudiendo evitar que un polo lo lleve a su opuesto. Cuando estamos pendientes de lo externo esas expectativas desgastan nuestro psiquismo. Y ésta es una situación dolorosa por donde se la mire: por un lado, porque perdemos libertad, y por otro, porque con frecuencia las expectativas de lo que debería ser nos impiden percibir lo que realmente es. Percibir lo que ES nos permite movernos en la vida con más seguridad, permaneciendo en eje, sabiendo de qué alejarnos y a qué acercarnos. Y también dejar libres a los demás! Pues, en la propia experiencia... ¿cuánto nos limitan, cuánto nos pesan las expectativas que los demás tienen sobre nosotros?
Pero cuidado: luchar CONTRA nuestras expectativas... es más de lo mismo! Es tener la expectativa de no tener expectativas. Entonces... ¿qué hacer? El punto es DARSE CUENTA de cuáles son, observar cómo funcionan CREANDO UNA REALIDAD MENTAL PARALELA, desplazándonos de LO ÚNICO QUE TENEMOS: el presente. Las ex-pectativas ponen el pecho no sólo afuera, sino también en lo que AÚN NO ES. Entonces: respirar hondo y advertir que nos hemos quedado "con el pecho puesto afuera", nos permite permite evaluar la realidad tal cual se da, fluir con ella, y tomar lo que SÍ pueda eventualmente prodigarnos, más allá de nuestras expectativas. Curiosamente las expectativas (positivas o negativas) responden a lo más viejo de nuestro interior; esa mente vieja evalúa lo por venir en función de lo ya vivido. La vida, en cambio, es móvil, fresca, inesperada... Soltar las expectativas es dejar de querer controlar las variables de lo que acontece; soltamos también las cuentas pendientes, los deseos, los prejuicios. Y entonces UNO SE DA CUENTA, y VA CON LA VIDA. Si algo puede anhelarse con cordura, es eso. Y es èse, pues, nuestro anhelo para cada uno de Ustedes, en estos días y siempre...
RE-PETIRSE? PEDIRSE A SÍ MISMO...
Que un nuevo año sea un año nuevo depende de uno: no todo el mundo tiene un nuevo año después de Año Nuevo! Porque uno se repite una y otra vez . Y así, un año que iba a ser nuevo tiene garantía de viejo antes de estrenárselo. ¿Dónde está el truco para salir del círculo? En la palabra misma: “repetir”. Su raíz contiene la expresión “volver a pedir”; y re petere significa también “volver a intentar” Pedir es pedirle ayuda a lo más profundo de sí mismo: pedirse ver, para comprender y así salir del círculo. Ése es el Intento. Porque el problema no es repetir, sino perseverar en el error sin practicar el Intento de ver; ver nuestros patrones de acción, de pensamiento, de sentimiento... Ver es iniciar un proceso.
Cuando re-petir nos encuentra pidiéndonos a nosotros mismos más lucidez, sucede que, a veces sin que lo advirtamos, se va gestando una transformación profunda que hace que nos sorprendamos de reaccionar de manera distinta ante los mismos estímulos. “ ¿Ésta soy yo?”. Sí: de tanto re-petirnos en el Intento, convertimos el círculo en una espiral ascendente... El punto es, entonces: darse cuenta... y darse tiempo! Con ternura y paciencia hacia sí mismo.Reiterar sin aprenderse es, en cambio, firmar contrato por una vida usada... porque es la misma del año pasado. ¿Qué puede uno hacer? Elegir trabajar sobre sí. Ningún cambio de almanaque modifica nuestras circunstancias, pero sí las modifica el propósito de liberarse a sí mismo de lo condicionado, de acompañar a otros en ese proceso y acompañarse de los demás. Con pasión, con constancia, aprovechando al máximo el ser quienes somos.
domingo, 1 de enero de 2012
Dawna Markova
No voy a morir una vida no vivida.
No voy a vivir con miedo.
Elijo habitar mis días permitiendo que la vida me abra
para volverme menos temeroso,
más accesible.
Para desatar mi corazón,
hasta que le crezcan alas,
una antorcha, una promesa.
Elijo tomar riesgo y significado,
para vivir de forma que lo que llegue a mí como semilla,
florezca para otros,
y lo que llegue a mí florecido,
siga viaje como una fruta.
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