sábado, 23 de mayo de 2015
El abrazo de la serpiente
Cuenta la épica historia del primer contacto, encuentro, acercamiento, traición, y posible amistad que trasciende la vida, entre Karamakate, un Chamán Amazónico, último sobreviviente de su tribu y dos científicos que con cuarenta años de diferencia, recorren el Amazonas en busca de una planta sagrada que podría curar sus males. Inspirada en los diarios de los primeros exploradores que recorrieron la Amazonía Colombiana, Theodor Koch-Grunberg y Richard Evan Schultes.
La Misión
Es una película británica de 1986 dirigida por Roland Joffé e interpretada por Robert De Niro, Jeremy Irons, Ray McAnally y Aidan Quinn en los papeles principales, ganadora de varios premios cinematográficos internacionales. Para darle un hilo conductor al drama, quizá se toma como fuente de inspiración la vida del sacerdote jesuita, misionero y escritor peruano Antonio Ruiz de Montoya (Lima, 1585 – Lima, 11 de abril de 1652)
viernes, 22 de mayo de 2015
K. Kraus
La necesidad puede hacer de todo un hombre un periodista, pero no de toda mujer una prostituta.
Alfonsina Storni
Paz
Vamos hacia los árboles, el sueño
Se hará en nosotros por virtud celeste
Vamos hacia los árboles, la noche
Nos será blanda, la tristeza leve
Vamos hacia los árboles, el alma
Adormecida de perfume agreste
Pero calla, no hables, sé piadoso,
No despiertes los pájaros que duermen
Vamos hacia los árboles, el sueño
Se hará en nosotros por virtud celeste
Vamos hacia los árboles, la noche
Nos será blanda, la tristeza leve
Vamos hacia los árboles, el alma
Adormecida de perfume agreste
Pero calla, no hables, sé piadoso,
No despiertes los pájaros que duermen
jueves, 21 de mayo de 2015
Chepita de mi alma, Chepita linda, locura ternura, vida mía: ¡Como me haces falta, como te quiero, como me estoy muriendo por ti, como me estás matando, amor, dulce mía!. Jamás nadie se ha muerto tantas veces así. Te quiero con todas las partes de mi cuerpo, te quiero espantosamente, desoladamente, insoportablemente. Ya no puedo más. ¡Como es posible vivir sin ti! ¡De que modo eres necesaria, ineludible! Cadena de mi corazón, filtro mío, vida mía, te quiero, te quiero, oye que no puedo estar sin ti, te lo voy a decir por primera vez, que la vida me quite todo pero que me quedes tú, que pierda yo un brazo, las piernas, que yo quede ciego pero contigo, que yo me haga un miserable, un imbécil, un triste, pero contigo, amor, contigo. No puedo respirar, tu eres el aire, el agua, el pan, todo lo que vive; perdóname porque te quiero así, perdóname porque éste amor me mata, porque éste amor te matará diariamente a mi lado, perdóname porque estarás conmigo todos los días de mi vida, porque no te dejaré nunca, seré tu castigo y tu culpa, porque nos vamos a morir juntos. Chepita de mi alma, mi Chepita linda, mira como me espanto de éste amor, de éste hierro al rojo sobre mi carne, porque tu eres mi marca y yo soy tu marca, ya te lo dije, clausuraste mi corazón, lo encadenaste, es tuyo.
¡Con que locura te amo! ¡Que atrocidad de los días lejos! Enciérrate, amor, cuídate, cuídame tu cuerpo, guardame tu boca, tu corazón, no salgas, que no te mire nadie,entrégame al regreso lo que dejé, intacto, sin sol siquiera, encerrado, de mis manos a mis manos. Yo ya no puedo más. (...)
Pero escríbeme a todas horas. A todas horas me haces falta, me dueles. Mi Chepita linda, que ganas tengo de tenerte a mi lado, de acariciarte de hablarte, de saber que existes, porque ya no sé como eres, como besas, como es tu voz; sólo sé un montón de cosas acerca de los dos, pero todo se parece a un cuento, no sé en donde estás, quiero saberlo, quiero tocarte; vamos a empezar a querernos, nos vamos a conocer ahora, antes no existíamos, todo ésto es un lío tremendo, sólo sé que me faltas, que me estás matando.
Chula, linda, ya voy...
Jaime.
Jaime Sabines - Los amorosos, Cartas a Chepita.
*Carta de Jaime a Chepita del Libro "Los Amorosos, Cartas a Chepita"
Año 2009 Pags. 157 - 158 Editorial JM Joaquín Mortiz
¡Con que locura te amo! ¡Que atrocidad de los días lejos! Enciérrate, amor, cuídate, cuídame tu cuerpo, guardame tu boca, tu corazón, no salgas, que no te mire nadie,entrégame al regreso lo que dejé, intacto, sin sol siquiera, encerrado, de mis manos a mis manos. Yo ya no puedo más. (...)
Pero escríbeme a todas horas. A todas horas me haces falta, me dueles. Mi Chepita linda, que ganas tengo de tenerte a mi lado, de acariciarte de hablarte, de saber que existes, porque ya no sé como eres, como besas, como es tu voz; sólo sé un montón de cosas acerca de los dos, pero todo se parece a un cuento, no sé en donde estás, quiero saberlo, quiero tocarte; vamos a empezar a querernos, nos vamos a conocer ahora, antes no existíamos, todo ésto es un lío tremendo, sólo sé que me faltas, que me estás matando.
Chula, linda, ya voy...
Jaime.
Jaime Sabines - Los amorosos, Cartas a Chepita.
*Carta de Jaime a Chepita del Libro "Los Amorosos, Cartas a Chepita"
Año 2009 Pags. 157 - 158 Editorial JM Joaquín Mortiz
Muchas personas, cuando piensan en un maestro, se imaginan un ser de Luz, vestido con túnicas flamantes, una sonrisa beatífica, un aura de espiritualidad, una expresión de armonía. En mi vida, mis grandes maestros han estado lejos de esa ensoñación luminosa. Mis grandes transformadores de vida han sido el mal humor, las iras, los tropezones con sus lógicas magulladuras, las parálisis, las crisis, los rechazos, la soledad, las carencias, los vacíos existenciales. Esosmaestros que nadie quiere ni nombrar, han forjado y forjan mi personalidad, desde su lugar de la Sombra, no quiero dejar de nombrar a mi gran maestra la exigencia, la autocrítica, la voz de mi juez interno , implacable, presionando para seguir. También la mente, con sus filos y agudezas, con sus pinches y opresiones.
Hoy, quiero agradecer, reconocer y sacar de las penumbras a estos maestros de la vida, que hacen que seamos más conscientes, más evolucionados, más despiertos. Estos maestros no necesitan disfrazarse de seres perfectos y de amor y paz, no necesitan las túnicas ni ponerse nombres hindúes. Solo están, para todos, disponibles siempre. Y podemos elegir dos caminos con ellos: integrarlos, aprender la lección, acreditar su presencia,o negarlos, taparlos, ponerlos bajo la alfombra y de esa forma, alimentarlos más y más y promoviendo su reaparición a nuestras vidas. ¡Esa elección es personal! Gracias miedos por hacerme más fuerte, gracias crisis por hacerme salir de mis zonas de confort y animarme. Gracias críticas que me enseñaron a pulirme y forjarme, gracias iras porque me enseñaron a ver un ego lastimado y a ver mis deseos.
miércoles, 20 de mayo de 2015
Jaime Sabines
...y yo te miro y fumo
y acaricio tu pelo enamorado.
Esta mortal ternura con que callo
te está abrazando a ti mientras yo tengo
inmóviles mis brazos.
y acaricio tu pelo enamorado.
Esta mortal ternura con que callo
te está abrazando a ti mientras yo tengo
inmóviles mis brazos.
Jaime Sabines
Les preocupa el amor. Los amorosos
viven al día, no pueden hacer más, no saben.
Siempre se están yendo,
siempre, hacia alguna parte.
Esperan,
no esperan nada, pero esperan.
Saben que nunca han de encontrar.
El amor es la prórroga perpetua,
siempre el paso siguiente, el otro, el otro.
Los amorosos son los insaciables,
los que siempre -¡que bueno!- han de estar solos.
Los amorosos son la hidra del cuento.
viven al día, no pueden hacer más, no saben.
Siempre se están yendo,
siempre, hacia alguna parte.
Esperan,
no esperan nada, pero esperan.
Saben que nunca han de encontrar.
El amor es la prórroga perpetua,
siempre el paso siguiente, el otro, el otro.
Los amorosos son los insaciables,
los que siempre -¡que bueno!- han de estar solos.
Los amorosos son la hidra del cuento.
Siento la humedad en mi cáscara, siento el olor de la Tierra en mi cuerpo, siento esa frondosa sensación de lluvia,barro, hojas, raíces, esa oscuridad pacífica, nutritiva, ese escondite que me permite escucharme, sentirme, conocerme. Soy pequeña aún, pero siento mi potencia, siento mi pulsión, siento mi fuerza latiendo. Dentro mío hay promesas, hay abundancia, hay mundos nuevos, hay tanto, hay todo. Me ubico cómoda en mi cuna de Tierra, y siento el agua fresca de lluvia fertilizando, nutriendo cada fibra, rociando cada partícula de mi ser. Siento que los sueños se activan, siento pequeños brotes minúsculos emergiendo, me siento expandir. Siento miedo, a veces, por esta metamorfosis. Estoy cambiando, ya no tengo la pequeñez de antes, ahora soy otra. Cada vez más infinita, más grande, más fuerte. Veo ante mí visiones, sueños, y son de grandeza. No tengo miedo a mi propio poder, no pondré trabas en este crecer. No boicotearé la apertura de mis brotes, dejaré que se conviertan en ramas, en flores, en frutos, y que esos mismos se expandan en miles de semillas. Me permito crecer, me permito ser, y me permito gozar del proceso. No soy pequeña ya, soy cada vez más grande. Me reproduzco, mis células se duplican. Soy árbol. Voy creciendo, más cerca del cielo. Siento el aire en mis ramas, siento el sol en mi corteza. Soy roble, soy fuerte. Ninguna tormenta puede abatirme, ningún tornado voltearme. Anido pájaros, en mí habita vida. Corre por mis venas mi sangre verde, que toma su sustento de la tierra, del aire, del sol. Qué lindos recuerdos, de cuando era una pequeña semilla, bajo tierra, y ahora mis ramas miran al cielo! Agradezco la valentía que tuve, la de animarme a ser, de permitirme crecer, de sentir que merecía este destino. Aquí estoy, puedes dormitar bajo mi sombra, puedes cobijarte bajo mis ramas y tomar mis frutos. Mis frutos son para todos, para compartir. Todo lo mío es de los demás. Soy parte del todo y todo es parte de mí.Honra y riega la semilla que sos, que mañana serás roble.
Reflexiones de los últimos días de Sol en Tauro. La Luna ya ha pasado a Géminis junto con Mercurio (a poco de ponerse Rx, y Marte. Todos oponiendo a Saturno en Sagitario. Tiempos de pensar con responsabilidad. No será fácil para la energía geminiana tan rápida, impaciente y poco madura. No nos queda más que honrar y sembrar, y confiar en el roble que somos, que no ha crecido ni crecerá de la noche a la mañana.
Reflexiones de los últimos días de Sol en Tauro. La Luna ya ha pasado a Géminis junto con Mercurio (a poco de ponerse Rx, y Marte. Todos oponiendo a Saturno en Sagitario. Tiempos de pensar con responsabilidad. No será fácil para la energía geminiana tan rápida, impaciente y poco madura. No nos queda más que honrar y sembrar, y confiar en el roble que somos, que no ha crecido ni crecerá de la noche a la mañana.
Cuidemos al niñ@
Los problemas vividos en la infancia vaticinan cómo será nuestra calidad de vida cuando seamos adultos. Además, estos pueden influir significativamente en como nuestros niños de hoy actuarán mañana y en como nosotros, por otro lado, afrontaremos las adversidades.
Así, de alguna forma, a partir de estas 5 heridas emocionales o experiencias dolorosas de la infancia, conformaremos una parte de nuestra personalidad.
Veamos a continuación cuáles son nuestras heridas:
1- El miedo al abandono
La soledad es el peor enemigo de quien vivió el abandono en su infancia. Habrá una constante vigilancia hacia esta carencia, lo que ocasionará que quien la haya padecido abandone a sus parejas y a sus proyectos de forma temprana, por temor a ser ella la abandonada. Sería algo así como “te dejo antes de que tú me dejes a mí”, “nadie me apoya, no estoy dispuesto a soportar esto”, “si te vas, no vuelvas…”.
Las personas que han tenido experiencias de abandono en la infancia, tendrán que trabajar su miedo a la soledad, su temor a ser rechazadas y las barreras invisibles al contacto físico.
La herida causada por el abandono no es fácil de curar. Así, tú mismo serás consciente de que ha comenzado a cicatrizar cuando el temor a los momentos de soledad desaparezca y en ellos empiece a fluir un diálogo interior positivo y esperanzador.
2- El miedo al rechazo
Es una herida muy profunda, pues implica el rechazo de nuestro interior. Con interior nos referimos a nuestras vivencias, a nuestros pensamientos y a nuestros sentimientos.
En su aparición pueden influir múltiples factores, tales como el rechazo de los progenitores, de la familia o de los iguales. Genera pensamientos de rechazo, de no ser deseado y de descalificación hacia uno mismo.
La persona que padece esta dolorosa experiencia no se siente merecedora de afecto ni de comprensión y se aísla en su vacío interior por el miedo de ser rechazado. Es probable que, si hemos sufrido esto en nuestra infancia, seamos personas huidizas. Por lo que debemos de trabajar nuestros temores, nuestros miedos internos y esas situaciones que nos generan pánico.
Si es tu caso, ocúpate de tu lugar, de arriesgar y de tomar decisiones por ti mismo. Cada vez te molestará menos que la gente se aleje y no te tomarás como algo personal que se olviden de ti en algún momento.
3- La humillación
Esta herida se genera cuando en su momento sentimos que los demás nos desaprueban y nos critican. Podemos generar estos problemas en nuestros niños diciéndoles que son torpes, malos o unos pesados, así como aireando sus problemas ante los demás; esto destruye la autoestima infantil.
El tipo de personalidad que se genera con frecuencia es una personalidad dependiente. Además, podemos haber aprendido a ser “tiranos” y egoístas como un mecanismo de defensa, e incluso a humillar a los demás como escudo protector.
Haber sufrido este tipo de experiencias requiere que trabajemos nuestra independencia, nuestra libertad, la comprensión de nuestras necesidades y temores, así como nuestras prioridades.
4- La traición o el miedo a confiar
Surge cuando el niño se ha sentido traicionado por alguno de sus padres principalmente, no cumpliendo sus promesas. Esto genera una desconfianza que se puede transformar en envidia y otros sentimientos negativos, por no sentirse merecedor de lo prometido y de lo que otros tienen.
Haber padecido estos problemas en la infancia construye personas controladoras y que quieren tenerlo todo atado y reatado. Si has padecido estos problemas en la infancia, es probable que sientas la necesidad de ejercer cierto control sobre los demás, lo que frecuentemente se justifica con un carácter fuerte.
Estas personas suelen confirmar sus errores por su forma de actuar. Requiere trabajar la paciencia, la tolerancia y el saber vivir, así como aprender a estar solo y a delegar responsabilidades.
5- La injusticia
Se origina en un entorno en el que los cuidadores principales son fríos y autoritarios. En la infancia, una exigencia en demasía y que sobrepase los límites generará sentimientos de ineficacia y de inutilidad, tanto en la niñez como en la edad adulta.
Las consecuencias directas en la conducta de quien lo padece será la rigidez, pues estas personas intentan ser muy importantes y adquirir un gran poder. Además, es probable se haya creado un fanatismo por el orden y el perfeccionismo, así como la incapacidad para tomar decisiones con seguridad.
Requiere trabajar la desconfianza y la rigidez mental, generando la mayor flexibilidad posible y permitiéndose confiar en los demás.
Así, de alguna forma, a partir de estas 5 heridas emocionales o experiencias dolorosas de la infancia, conformaremos una parte de nuestra personalidad.
Veamos a continuación cuáles son nuestras heridas:
1- El miedo al abandono
La soledad es el peor enemigo de quien vivió el abandono en su infancia. Habrá una constante vigilancia hacia esta carencia, lo que ocasionará que quien la haya padecido abandone a sus parejas y a sus proyectos de forma temprana, por temor a ser ella la abandonada. Sería algo así como “te dejo antes de que tú me dejes a mí”, “nadie me apoya, no estoy dispuesto a soportar esto”, “si te vas, no vuelvas…”.
Las personas que han tenido experiencias de abandono en la infancia, tendrán que trabajar su miedo a la soledad, su temor a ser rechazadas y las barreras invisibles al contacto físico.
La herida causada por el abandono no es fácil de curar. Así, tú mismo serás consciente de que ha comenzado a cicatrizar cuando el temor a los momentos de soledad desaparezca y en ellos empiece a fluir un diálogo interior positivo y esperanzador.
2- El miedo al rechazo
Es una herida muy profunda, pues implica el rechazo de nuestro interior. Con interior nos referimos a nuestras vivencias, a nuestros pensamientos y a nuestros sentimientos.
En su aparición pueden influir múltiples factores, tales como el rechazo de los progenitores, de la familia o de los iguales. Genera pensamientos de rechazo, de no ser deseado y de descalificación hacia uno mismo.
La persona que padece esta dolorosa experiencia no se siente merecedora de afecto ni de comprensión y se aísla en su vacío interior por el miedo de ser rechazado. Es probable que, si hemos sufrido esto en nuestra infancia, seamos personas huidizas. Por lo que debemos de trabajar nuestros temores, nuestros miedos internos y esas situaciones que nos generan pánico.
Si es tu caso, ocúpate de tu lugar, de arriesgar y de tomar decisiones por ti mismo. Cada vez te molestará menos que la gente se aleje y no te tomarás como algo personal que se olviden de ti en algún momento.
3- La humillación
Esta herida se genera cuando en su momento sentimos que los demás nos desaprueban y nos critican. Podemos generar estos problemas en nuestros niños diciéndoles que son torpes, malos o unos pesados, así como aireando sus problemas ante los demás; esto destruye la autoestima infantil.
El tipo de personalidad que se genera con frecuencia es una personalidad dependiente. Además, podemos haber aprendido a ser “tiranos” y egoístas como un mecanismo de defensa, e incluso a humillar a los demás como escudo protector.
Haber sufrido este tipo de experiencias requiere que trabajemos nuestra independencia, nuestra libertad, la comprensión de nuestras necesidades y temores, así como nuestras prioridades.
4- La traición o el miedo a confiar
Surge cuando el niño se ha sentido traicionado por alguno de sus padres principalmente, no cumpliendo sus promesas. Esto genera una desconfianza que se puede transformar en envidia y otros sentimientos negativos, por no sentirse merecedor de lo prometido y de lo que otros tienen.
Haber padecido estos problemas en la infancia construye personas controladoras y que quieren tenerlo todo atado y reatado. Si has padecido estos problemas en la infancia, es probable que sientas la necesidad de ejercer cierto control sobre los demás, lo que frecuentemente se justifica con un carácter fuerte.
Estas personas suelen confirmar sus errores por su forma de actuar. Requiere trabajar la paciencia, la tolerancia y el saber vivir, así como aprender a estar solo y a delegar responsabilidades.
5- La injusticia
Se origina en un entorno en el que los cuidadores principales son fríos y autoritarios. En la infancia, una exigencia en demasía y que sobrepase los límites generará sentimientos de ineficacia y de inutilidad, tanto en la niñez como en la edad adulta.
Las consecuencias directas en la conducta de quien lo padece será la rigidez, pues estas personas intentan ser muy importantes y adquirir un gran poder. Además, es probable se haya creado un fanatismo por el orden y el perfeccionismo, así como la incapacidad para tomar decisiones con seguridad.
Requiere trabajar la desconfianza y la rigidez mental, generando la mayor flexibilidad posible y permitiéndose confiar en los demás.
domingo, 17 de mayo de 2015
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