sábado, 5 de agosto de 2023

El planeta Tierra es uno de los más duros del Universo, pues en él todavía existe la creencia en la muerte como final de todo. Si no existiera esta creencia, que en realidad es tan solo una ilusión basada en el desconocimiento espiritual y en la desconexión con el Ser, la vida aquí sería distinta y los aprendizajes totalmente diferentes. En la Tierra, cada suceso y cada relación están teñidos de una carga emocional máxima, pues el fantasma de la "desaparición" siempre flota en el aire... Por ello, los aprendizajes que se obtienen aquí no pueden obtenerse en muchos otros lugares, ya que los habitantes de otros mundos saben desde que nacen que la "muerte" es simplemente una transición y que volverán a encarnar en otros cuerpos y en otros planetas, según los anhelos de su alma. A veces recibo la pregunta de por qué no lo recordamos, y la respuesta tiene mucho que ver con lo anterior: si recordáramos, la experiencia sería totalmente distinta y no podríamos aprender lo que estamos aprendiendo. Por ello decidimos venir aquí, pues las vivencias terrestres suponen todo un reto para el alma, aparte de adquirir una maestría y un crecimiento en conciencia muy difíciles de obtener en otros planetas. Valoremos, por tanto, la vida que tenemos y disfrutemos de cada segundo, de cada relación, de cada momento en la naturaleza... Somos realmente privilegiados, aunque a primera vista no lo parezca. Javier López Alhambra