jueves, 7 de octubre de 2010

Frida Kahlo

"Tomaba para ahogar mis penas, pero las muy desgraciadas aprendieron a nadar" 



El tránsito es más pesado aún, el andar supera la velocidad del viento y el cielo todavía puede observarse claramente incoloro...

La ciudad se transforma después de cada lluvia, la sensación de melancolía puede percibirse en el aire, como tatuajes en finos pétalos de flor.
Mientras que aquella gota, desde lo alto cae en el regazo de una amplia hoja, deslizándose sobre sus curvas porosas, para luego morir, simplemente, entre adoquines marcados por pisadas que van y vuelven sin detenerse un solo instante.

El silencio se zambulle en un ruido constante, las ideas brotan ramificándose en lágrimas que humedecen rostros, corazones despedazados tras la lejanía acelerada de dulces instantes y la tristeza de saber que nada será como antes...



Fulce C. 22-10-1998.-

martes, 5 de octubre de 2010



"A veces la Vida...tiene esas vueltas que uno menos imagina. Puedo dar certeza que cada giro fue el adecuado...para hoy estar aquí y apreciar el mismo aroma, el mismo sabor, la misma textura, pero ...ya de otro modo. 

De eso se trata muchas veces...de ver cuando realmente los ojos están listos para ser abiertos".

Fulce C.






Estados de ánimo - Mario Benedetti

A veces me siento 
como un águila en el aire. 
-Pablo Milanés 

Unas veces me siento 
como pobre colina 
y otras como montaña 
de cumbres repetidas. 

Unas veces me siento 
como un acantilado 
y en otras como un cielo 
azul pero lejano. 

A veces uno es 
manantial entre rocas 
y otras veces un árbol 
con las últimas hojas. 
Pero hoy me siento apenas 
como laguna insomne 
con un embarcadero 
ya sin embarcaciones 
una laguna verde 
inmóvil y paciente 
conforme con sus algas 
sus musgos y sus peces, 
sereno en mi confianza 
confiando en que una tarde 
te acerques y te mires, 
te mires al mirarme. 

domingo, 3 de octubre de 2010

Rayos de Sol a Mí !

¡¡ Hoy...el Universo me abraza, me desperté como un pimpollo recién nacido...el domingo esta a pleno.... iré en busca de conquistas...allá Voy !!

Un cuento: Amigarnos con nuestras "imperfecciones"

Con mucha frecuencia las buenas personas, -aquéllas verdaderamente valiosas-, suelen ser más duras consigo mismas que con cualquier otro: les cuesta disculparse sobre su pasado y su presente, les duelen sus propias falencias, sus "imperfecciones", y se torturan con ellas, apenándose y hasta avergonzándose de ser quienes son. Tienen un alto ideal de sí mismos y se sienten "fallados" si no lo despliegan tal cual lo imaginan. Descubrir esto es un paso esencial en el trabajo sobre sí: darse cuenta de que esos "defectos" son parte de nuestra identidad, y que necesitamos aceptarlos para que, recién entonces, puedan empezar a jugar a favor en nuestro camino cotidiano.

Aquí va un antiguo cuento que nos habla de esto...
Un aguador de la India tenía sólo dos grandes vasijas que colgaba en los extremos de un palo y que llevaba sobre los hombros. Una tenía varias grietas por las que se escapaba el agua, de modo que al final de camino sólo conservaba la mitad, mientras que la otra era perfecta y mantenía intacto su contenido. Esto sucedía diariamente. La vasija sin grietas estaba muy orgullosa de sus logros pues se sabía idónea para los fines para los que fue creada. Pero la pobre vasija agrietada estaba avergonzada de su propia imperfección y de no poder cumplir correctamente su cometido. Así que al cabo de dos años le dijo al aguador:

-Estoy avergonzada y me quiero disculpar contigo porque debido a mis grietas sólo obtienes la mitad del valor que deberías recibir por tu trabajo.

El aguador le contestó:

-Cuando regresemos a casa quiero que notes las bellísimas flores que crecen a lo largo del camino.

Así lo hizo la tinaja y, en efecto, vio muchísimas flores hermosas a lo largo de la vereda; pero siguió sintiéndose apenada porque al final sólo guardaba dentro de sí la mitad del agua del principio.

El aguador le dijo entonces:

-¿Te diste cuenta de que las flores sólo crecen en tu lado del camino? Quise sacar el lado positivo de tus grietas y sembré semillas de flores. Todos los días las has regado y durante dos años yo he podido recogerlas. Si no fueras exactamente como eres, con tu capacidad y tus limitaciones, no hubiera sido posible crear esa belleza. Todos somos vasijas agrietadas por alguna parte, pero siempre existe la posibilidad de aprovechar las grietas para obtener buenos resultados.