Jueves 26 de febrero la luna en Géminis sigue en cuadratura con el Sol y Neptuno en Piscis.
En èstos tiempos de fines de ciclo podemos sentir en estos aspectos la tensión entre nuestra mente y nuestros ideales. Entre nuestra personalidad y nuestra alma.
Cuando los pueblos están espiritualmente inseguros y moralmente derrotados , las promesas de salvación en los niveles más bajos de confusión neptunianos buscan los mesías para convertirse en sus obedientes discípulos.
La Luna, que representa nuestras emociones, que representa la teta que nos alimentó para sobrevivir , esta amigablemente conversando con Mercurio , Urano y Jùpiter (R), acerca de la inteligencia como forma de conocer y sintetizar las experiencias, los deseos de libertad con responsabilidad de este tramo de la vida en el planeta tierra y la posibilidad de convertirnos en maestros de nosotros mismos.
El cielo en su conjunto nos habla y nos ayuda a la gran transmutación de este fin de ciclo.
Un Yod o Dedo de Dios en lenguaje astrólogico, pone a Plutòn en el Apex o vértice de un triángulo en cuya base esta la Luna y Júpiter. Esto representa las emociones en estado puro y la necesidad de ser conscientes de nuestro lugar en el esquema universal de las cosas.
Plutón es el alma misma que nos lleva al retorno a la Fuente de la creación.
Podemos preguntarnos ¿En dónde estamos disociados, en dónde nos sentimos rígidos y asustados?
Necesitamos el silencio para guardar la memoria de las experiencias y abrir el corazón al amor incondicional planetario. Necesitamos otras experiencias.
Fuente: Silvia P.M.
En èstos tiempos de fines de ciclo podemos sentir en estos aspectos la tensión entre nuestra mente y nuestros ideales. Entre nuestra personalidad y nuestra alma.
Cuando los pueblos están espiritualmente inseguros y moralmente derrotados , las promesas de salvación en los niveles más bajos de confusión neptunianos buscan los mesías para convertirse en sus obedientes discípulos.
La Luna, que representa nuestras emociones, que representa la teta que nos alimentó para sobrevivir , esta amigablemente conversando con Mercurio , Urano y Jùpiter (R), acerca de la inteligencia como forma de conocer y sintetizar las experiencias, los deseos de libertad con responsabilidad de este tramo de la vida en el planeta tierra y la posibilidad de convertirnos en maestros de nosotros mismos.
El cielo en su conjunto nos habla y nos ayuda a la gran transmutación de este fin de ciclo.
Un Yod o Dedo de Dios en lenguaje astrólogico, pone a Plutòn en el Apex o vértice de un triángulo en cuya base esta la Luna y Júpiter. Esto representa las emociones en estado puro y la necesidad de ser conscientes de nuestro lugar en el esquema universal de las cosas.
Plutón es el alma misma que nos lleva al retorno a la Fuente de la creación.
Podemos preguntarnos ¿En dónde estamos disociados, en dónde nos sentimos rígidos y asustados?
Necesitamos el silencio para guardar la memoria de las experiencias y abrir el corazón al amor incondicional planetario. Necesitamos otras experiencias.
Fuente: Silvia P.M.
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