lunes, 31 de marzo de 2014

Mario Benedetti



Todas las parcelas de mi vida tienen algo tuyo

y eso en verdad no es nada extraordinario

vos lo sabés tan objetivamente como yo




sin embargo hay algo que quisiera aclararte

cuando digo todas las parcelas




no me refiero sólo a esto de ahora

a esto de esperarte y aleluya encontrarte

y carajo de perderte

y volverte a encontrar

y ojalá nada más




no me refiero sólo a que de pronto digas

voy a llorar

y yo con un discreto nudo en la garganta

bueno llorá

y que un lindo aguacero invisible nos ampare

y quizá por eso salga enseguida el sol




ni me refiero sólo a que día tras día

aumente el stock de nuestras pequeñas

y decisivas complicidades

o que yo pueda o creerme que puedo

convertir mis reveses en victorias

o me hagas el tierno regalo

de tu más reciente desesperación




no

la cosa es muchísimo más grave




cuando digo todas las parcelas

quiero decir que además de ese dulce cataclismo

también estás reescribiendo mi infancia

esa edad en que uno dice cosas adultas y solemnes

y los solemnes adultos las celebras

y vos en cambio sabés que eso no sirve

quiero decir que estás rearmando mi adolescencia

ese tiempo en que fui un viejo cargado de recelos

y vos sabés en cambio extraer de ese páramo

mi germen de alegría y regarlo mirándolo




quiero decir que estás sacudiendo mi juventud

ese cántaro que nadie tomó nunca en sus manos

esa sombra que nadie arrimó a su sombra

y vos en cambio sabés estremecerla

hasta que empiecen a caer las hojas secas

y quede el armazón de mi verdad sin proezas




quiero decir que estás abrazando mi madurez

esta mezcla de estupor y experiencia

este extraño confín de angustia y nieve

esta bujía que ilumina la muerte

este precipicio de la pobre vida




como ves es más grave

muchísimo más grave

porque con estas o con otras palabras

quiero decir que no sos tan sólo

la querida muchacha que sos

sino también las espléndidas

o cautelosas mujeres

que quise o quiero




porque gracias a vos he descubierto

(dirás que ya era hora

y con razón)

que el amor es una bahía linda y generosa

que se ilumina y se oscurece

según venga la vida




una bahía donde los barcos

llegan y se van




llegan los pájaros y augurios

y se van con sirenas y nubarrones

una bahía linda y generosa

donde los barcos llegan

y se van

pero vos

por favor

no te vayas.


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