martes, 14 de julio de 2020

Entré a la tienda del Mago, estaba en el mostrador. Maravillado, le dije: 

- Señor, ¿qué vende?

Me respondió:

Todos los regalos preciosos.
Le pregunté:

¿Cuánto cuesta?

Me respondió:

- No, es gratis

Contemplé la tienda y vi jarras con sabiduría, vidrios con fe, paquetes con esperanza, cajas con salvación, botes con amor.

Tomé coraje y pedí:

- Por favor, quiero mucho amor, todo el perdón, un vidrio de fe, bastante felicidad y salvación eterna para mí y para mi familia, también.

Así que el Mago me preparó un pequeño paquete tan pequeño que cabía en la palma de mi mano.

Maravillado, una vez más le dije: 

¿Es posible que todo esté aquí?

El Mago me respondió sonriendo:

Mi querido herman@ en la magia no vendemos frutos, solo semillas.


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