martes, 16 de noviembre de 2010

Mis lágrimas humedecerían los jardines más floridos.
Mis penas marchitarían, la más bella flor.
El sol más brillante no podría iluminar ningún día.
Seria maravilloso imaginar que la fortaleza de sus rayos, 
transformaría mi bienestar. 
Sin embargo, todo se visualiza opaco  
hasta  las esperanzas perdieron sus múltiples colores.
Qué sucede. 
Absolutamente todo lo bello, 
dura exactamente años luz. 
Ni siquiera  hace falta obrar minuciosamente, 
porque  se obtiene el mismo resultado.



En un instante - un abrir y cerrar de puños-  permuta el alma 
como una gota de lluvia frágil, 
donde el viento más tenue quebranta sus partes.
Y en minutos, 
el débil corazón,  
parado en una esquina, 
se desintegra,  
sin que nadie este allí 
para unir sensiblemente el suave latido, 
que termina solitariamente 
desvaneciéndose  
en una nueva y clara mañana.



Fulce, 15/07/99

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