Mis lágrimas humedecerían los jardines más floridos.
Mis penas marchitarían, la más bella flor.
El sol más brillante no podría iluminar ningún día.
Seria maravilloso imaginar que la fortaleza de sus rayos,
transformaría mi bienestar.
Sin embargo, todo se visualiza opaco
hasta las esperanzas perdieron sus múltiples colores.
Qué sucede.
Absolutamente todo lo bello,
dura exactamente años luz.
Ni siquiera hace falta obrar minuciosamente,
porque se obtiene el mismo resultado.
En un instante - un abrir y cerrar de puños- permuta el alma
como una gota de lluvia frágil,
donde el viento más tenue quebranta sus partes.
Y en minutos,
el débil corazón,
parado en una esquina,
se desintegra,
sin que nadie este allí
para unir sensiblemente el suave latido,
que termina solitariamente
desvaneciéndose
en una nueva y clara mañana.
Fulce, 15/07/99
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