La Luna en Astrología representa nuestro mundo interno, nuestras más íntimas sensaciones. Es un costado mas vulnerable y sensible; siempre latente en nuestra personalidad, aflora cuando impulsamos las emociones al exterior, cuando sentimos miedo ó cuando nos relacionamos íntimamente con alguien.
También representa nuestro pasado y la relación que estrechamos con la persona que nos crió. La luna es la madre astrológica que nos guía en la vida hacia un crecimiento pleno, pero también es quien deja huellas imborrables de una infancia que nos persigue en nuestras más efímeras emociones.
La Luna conecta pasado y presente, a través de nuestro mundo emocional.
Así, el pasado se logra rescatar desde la Carta Natal, mostrándonos nuestro niño interno: nuestro mas complejo ser y, a la vez, el mas primario y simple.
A continuación, la LUNA signo x signo.
Luna en Aries:
Con reacciones rápidas y frontales, te mostrás muy honesto y sin miedo a los enfrentamientos. Con fuertes deseos de independencia desde niño, no permitirás que los demás interfieran en tu camino, menos que te den consejos.
La disciplina te costará y siempre tratarás de salir de lo convencional y establecido. Con frecuencia te enojarás de una manera feroz, pero el enojo se irá rápidamente, olvidándote casi por completo del asunto.
La Luna en Aries es una gran iniciadora de caminos, con la habilidad espontánea de ayudar y motivar a los demás a realizar su propio camino de vida.
Luna en Tauro:
Sereno, fuerte y de reacciones lentas, necesitas estabilidad y protección siempre. Desde tu infancia se te demostraba el valor de las cosas, lo importante que era la seguridad del hogar, la comida en la mesa.
En el presente te cuestan los cambios y arrancar a hacer cosas. Por el contrario, te estancas en trabajos y en relaciones, buscando la seguridad deseada. Muy sensual y generoso, demostrás tu gran capacidad de amar a través de regalos y cosas materiales.
La Luna en Tauro es esencialmente la calma a la vorágine de la vida, es la estabilizadora emocional que nos permite lograr objetivos y sentir placer por ello, sin culpas.
Luna en Cáncer:
sensible, emocional e intuitivo. Desde la infancia tenés un vínculo muy fuerte con tu familia. El clan familiar es tu seguridad y tu vida.
Te costará abrirte al afuera, proyectando una imagen tímida y, a veces, distante. Formar una familia será algo primordial para sentirte seguro y protegido. El pasado estará siempre presente en tu vida, con la cualidad especial de poder recordar la emoción exacta que sentiste años atrás.
Tu gran memoria es nostálgica y receptiva. Sos muy protector de tus afectos, totalmente maternal.
La Luna en Cáncer es el recuerdo viviente de nuestra infancia, la conexión completa con la madre que nos protegió, el ancla puesta en un pasado que amamos.
Luna en Géminis:
versátil, movedizo e impredecible, te adaptás a todas las situaciones que se te presentan en la vida. Con una infancia en donde se valoraban los estudios y la inteligencia, tu salida emocional será siempre desde lo racional, con una necesidad de poner palabras a las emociones.
Tus sentimientos cambian tan rápidamente y tu mente es tan activa, que te cuesta concretar en la realidad tus deseos. Te mostrás intelectual, curioso y hablador, y te encanta hacer mil cosas a la vez.
La Luna en Géminis nos demuestra la posibilidad de multiplicarnos, extendiendo nuestras emociones hacia el poder de la razón y el entendimiento.
Luna en Leo:
Líder, generoso y entusiasta, tenés mucha confianza en vos mismo. Te gustará ser el centro de todas las reuniones; inconscientemente, necesitas que te admiren y sentirte el mejor de todos.
Tu gran entusiasmo por la vida te lleva a amar el deporte, la enseñanza, la actuación, y toda actividad en donde puedas brillar. De niño fuiste muy valorado y amado por todos, casi sin esfuerzoni hacer nada, el amor renacía con tu sola presencia.
Hoy, esa seguridad te hace un ser diferente a todos, un rey que ama a su familia y da todo por ellos, siempre y cuando se sienta valorado.
La Luna en Leo nos conecta con la esencia pura de nuestra energía, nos afirma en la vida y nos hace querer más de ella. Nos hace sentir importantes, únicos, especiales.
Luna en Virgo:
Reservado, humilde, honesto, te gusta que los demás te necesiten porque estas dispuesto siempre a ayudarlos. Muchas veces te mostrás demasiado crítico y exigente, más aún con vos mismo. En tu niñez te sentías un adulto, alguien muy maduro para su edad, que muchas veces se hacia cargo de cosas que no le correspondían.
Sos muy servicial, con la capacidad de entender a los demás, quizás más de lo que te entendés a vos mismo. Te interesan la salud, la limpieza y la perfección en cada detalle de tu rutina.
La Luna en Virgo nos demuestra que ayudar a otros abre puertas mágicas en nuestra vida, conectándonos con la verdadera esencia del elemento tierra: la ayuda desinteresada a todo ser viviente.
Luna en Libra:
diplomático, elegante, de buenos modales, desde la infancia precisas que los demás te aprueben. Tenés una fuerte necesidad de estar en pareja y relacionarte, siendo esto vital para tus emociones.
Muchas veces daría la impresión que tu mundo es de a dos, poniendo siempre el deseo del otro por sobre el tuyo y dudando de poner limites en cuestiones de pareja, que te sobrepasan emocionalmente. Le huís a las discusiones y los conflictos, por temor a quedarte solo luego de una pelea.
Tu mundo se sitúa en la búsqueda de tranquilidad y bienestar, para vos y tu pareja.
La Luna en Libra nos conecta con nuestros vínculos más cercanos y la posibilidad de buscar relaciones armónicas, sin conflictos que nos atemoricen.
Luna en Escorpio:
intenso y profundo, tu mundo emocional es hacia adentro. Solo vos sabes lo que sucede en tu interior, un lugar sagrado donde tus emociones fluyen y trasmutan todo el tiempo. Tu infancia no fue fácil, mas bien fue compleja y, a veces, dolorosa.
Esto hace que en el presente tu mundo de relaciones se vea afectado por esas emociones tan fuertes. En general te ofendes con facilidad, pero el sexo puede ser una buena forma de hacer cambiar tu energía negativa en positiva, rápidamente.
La Luna en Escorpio es el magnetismo y la intensidad de nuestras relaciones. Nos demuestra que los lazos verdaderos son aquellos que se someten a la profundidad de lo eterno.
Luna en Sagitario:
te mostrás inquieto, idealista y siempre necesitando algo que estimule tu vida. Tenés un fuerte optimismo, que a veces no te deja ver la realidad. Esto hace que saltes los conflictos, yendo de una lado a otro, siempre buscando el lugar en el mundo que te de un estimulo para seguir.
Tus padres fueron grandes guías para tu futuro, viviste tu niñez desde la alegría de sentirte parte de algo elevado y superior.
La Luna en Sagitario nos acerca hacia una libertad elevada, hacia una filosofía que nos conecta con algo superior a nosotros mismos.
Luna en Capricornio:
Ambicioso y reservado, te mostrás un tanto distante al mundo, como poniendo una muralla para que los demás no interfieran en tu vida. Desde niño viviste la exigencia familiar, creciendo antes de tiempo y haciéndote cargo de todo lo que ocurría a tu alrededor.
Sos muy sacrificado y te cuesta pedir algo cuando lo necesitas, por el contrario te exigís a vos mismo, hasta solucionar todos los problemas. Más allá de tu impronta fría y reservada, seguís siendo un niño que busca amor. Sos muy organizado y responsable, y la gente confía en tu poder de decisión.
La Luna en Capricornio nos demuestra que la exigencia y la perseverancia nos llevan a lugares muy altos, marcando así un crecimiento vital para el futuro.
Luna en Acuario:
Necesitas libertad para expresar tus emociones, las ataduras te alejan y te sofocan. Sos un ser anticonvencional, que busca por donde los otros aun no pasaron. En tu infancia viviste situaciones de desconexión familiar, quizás de abandonos. Dentro de la familia sos el excéntrico, el que saltó el molde.
La inestabilidad del pasado hace que en el presente seas un perfecto escapista, acomodándote a lo que el destino tiene para ofrecerte.
Te gusta ser diferente a todos, desprejuiciado, y buscar siempre la libertad, en todo lo que haces.
La Luna en Acuario nos conecta con esa libertad única de hacer lo que realmente tenemos ganas. Sin pensar en quienes nos observan y nos critican, sino solo fluir con nuestra creatividad absoluta.
X Silvina Mignone, astróloga FE
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