A veces sólo vemos negatividad, y todo negro, y entonces la pregunta es si realmente las cosas son así o si tenemos esa oscuridad metida dentro de nuestros ojos y programada para ver todo lo malo, los defectos, lo que falta. Te propongo empezar a entrenar a tus ojos para bendecir lo que ven alrededor, lo que hay, lo que tengo. Puedo hacer de la queja mi compañera de ruta, o puedo reprogramarme y empezar a agradecer el techo arriba de mi, mis seres queridos, mi salud, mi comida en el plato, mi existir mismo.
¡Bendigamos este día, este respirar y este corazón latiendo!
Hoy me miro al espejo y me bendigo.
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