miércoles, 6 de noviembre de 2013

La realidad ES.

Si me preocupo, sufro o me enojo le estoy agregando a "lo que es" mi obstinación, mi soberbia al querer cambiarlo según mi creencia. Genero fricción y mayor malestar aún.
Si ACEPTO, mi energía favorece la transformación del obstáculo o del dolor en una experiencia enriquecedora, sea la que sea.
Nuestra omnipotencia nos hace creer que somos fuertes al oponernos, pero con nuestra actitud dejamos dicho cuán débiles somos al no estar a la altura de las circunstancias. La fortaleza es poder estar ahí para lo que corresponda. Conscientes de nuestra vulnerabilidad y sintiéndonos sostenidos por la VIDA misma.
Inés Pérez Arce -

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