“Muérdeme la oreja, mientras me susurras lo que te gusta, déjame morderte el pecho, márcame las piernas, seduce mi alma, conquista a este pobre corazón. Hazme el amor en la cama, en la sala, en la cocina, en el patio, en tus ojos, en mis manos, en la calle, donde sea y como sea, pero ¡Hazlo!”
— El deseo de un amante
— El deseo de un amante
No hay comentarios:
Publicar un comentario