Cuando estamos desorientados, recurrimos a la mente para que resuelva, y sólo nos confunde más con sus miedos, cantaletas, boitcots, parloteos y ruidos. Sólo en el silencio del latido de mi corazón hay respuestas. El corazón habla a gritos, sólo que hemos aprendido a no escucharlo y a lentamente acorazarlo. Cuando sentimos nuestro latido, conectamos con nuestra Sabiduría Ancestral, y hallamos las respuestas. Si algo "no tiene corazón", como se dice en Chamanismo, no funcionará. Si mi trabajo o mi pareja o mi vida está automatizada y robotizada, no seré feliz, y no habrá evolución. Si mi mente está más involucrada que mi corazón en mis relaciones, pronto se disolverán o se volverán tóxicas. Todos tenemos hilos rojos que nos conectan de corazón a corazón, que nuestros ojos físicos no los vean no significan que nuestro tercer ojo no sea capaz de reconocerlos.
Hoy, día del Dios Rojo, Marte, representante de la sangre, del bombear, apoyo mis manos en mi corazón y reconozco que todos mis impulsos de vida y mis decisiones partirán de su sabiduría, mi pulso me impulsará a evolucionar y a vivir por y para el corazón.
Hoy, día del Dios Rojo, Marte, representante de la sangre, del bombear, apoyo mis manos en mi corazón y reconozco que todos mis impulsos de vida y mis decisiones partirán de su sabiduría, mi pulso me impulsará a evolucionar y a vivir por y para el corazón.
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