Podemos gastar el sueldo o aguinaldo en el mejor TV, la mejor camisa, cambiar de auto, podemos oler del más rico perfume francés,y llevar la cartera de marca más buscada, pero si no podemos conectarnos, si no reconocemos lo más valioso, y lo más esencial, seremos eternos insatisfechos y viviremos para el afuera, para impresionar, para competir, y para sufrir por dentro mientras sonreímos para la cámara y para la red social.
Los chamanes reconocen la energía y vibración en cada ser viviente, en cada piedra, en cada animal, en cada atardecer. Cuando usamos el tercer ojo para ver, vemos esa esencia que se pierde al entrar en un mundo consumista y superfluo. Sentimos esa conexión primal, y entendemos que nada de lo que nos quieren vender importa, que la sociedad armada para encajar es una maqueta, que mostrar una vida perfecta al público no sirve de nada si no creamos una vida interna que sea rica en magia y fantasía y sorpresa. Que la vida que creemos no sea sólo para el afuera, sino que verdaderamente sea una vida construida para nosotros mismos en constante evolución. En tiempos de Sol oposición Plutón y Venus cuadrando a Neptuno, emergen de la raíz cosas insospechadas, caen velos de ilusión o se exageran, se intenta ver más allá y se intenta sentir más que pensar. ¡Que el tercer ojo nos guíe!
No hay comentarios:
Publicar un comentario