sábado, 16 de agosto de 2014

Hace frío

Sigo esperándote, amor.
Interminables lunas
comparten mi espera.
Cuántas veces se habrá tu nombre
disuelto en el aire,
en alamedas de hojas viejas.
En el vacío de los sueños
la noche arrastra cautelas;
la boca se inunda de arena.
Ventiscas de puñales
hieren los labios.
Las palabras sangran.
Ejércitos de sombras
asedian las ventanas.
Quisiera escapar
de este negro eco,
transitar tu incorpórea sonrisa,
tus mejillas de porcelana.
Temo abrir la puerta
y caer al vacío,
a la soledad del destierro.
Sigo esperando
en esta estación sin tiempo
tu regreso; pero el otoño
viaja en mi vagón y, hace frío.
Sí amor; frío y silencio.
(M.J. inédito)


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