La Luna, ese centro de antiguos misterios femeninos, es la morada subterránea de la Diosa, es el camino sagrado, el laberinto hacia el centro, nos trae conocimiento y energía para la vida y para la muerte.Es el entrar y emerger , morir y regenerar.
Estos días los aires lunares geminianos acercaron los deseos de experiencias nuevas, reconocer a la inteligencia como la posibilidad de integrar y sintetizar las experiencias en conocimientos.
Ahora esta menguando y se encuentra de vuelta con El Sol , que desde Leo junto a Jùpiter y a Venus, activo todas las energías, para provocar confianza, y sentir que estamos encontrando nuestras formas propias.
La palabra es identidad , el fuego y el aire se potencian para hacernos sentir satisfacción interna.
El camino sagrado, el laberinto se ilumina y alcanzamos a tocar la Diosa. Esos conductos oscuros que nos provocan temores.
Convoquemos nuestros espíritus protectores, confiemos en los poderes superiores que nos guían por el sendero sagrado y aprenderemos a confiar definitivamente en nuestra propia intuición.
Fuente: Silvia PM.
Estos días los aires lunares geminianos acercaron los deseos de experiencias nuevas, reconocer a la inteligencia como la posibilidad de integrar y sintetizar las experiencias en conocimientos.
Ahora esta menguando y se encuentra de vuelta con El Sol , que desde Leo junto a Jùpiter y a Venus, activo todas las energías, para provocar confianza, y sentir que estamos encontrando nuestras formas propias.
La palabra es identidad , el fuego y el aire se potencian para hacernos sentir satisfacción interna.
El camino sagrado, el laberinto se ilumina y alcanzamos a tocar la Diosa. Esos conductos oscuros que nos provocan temores.
Convoquemos nuestros espíritus protectores, confiemos en los poderes superiores que nos guían por el sendero sagrado y aprenderemos a confiar definitivamente en nuestra propia intuición.
Fuente: Silvia PM.
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