Muchas veces cuando llega un invitado y la casa está desordenada, evitamos abrir la puerta o le pedimos que espere para que, cuando entre, todo esté en orden. Este mecanismo, también es frecuente en el amor. Cuando alguien llega a nuestras vidas, queremos que vea todo "en orden" y ocultamos esos desórdenes tras una puerta con llave o bajo la alfombra. Tememos que, al ver estas miserias, el otro se largue de nuestras vidas. Pero, inevitablemente, algún día esa puerta se abre de golpe, ese candado cede, esa alfombra se levanta, y todo salta a la vista, y emerge la Mujer Esqueleto que nos habita. La parte esquelética es nuestro hueso, en donde nada está cubierto. El esqueleto es lo básico, donde nada puede disfrazarse: nuestros miedos, nuestras compulsiones, nuestras paranoias, nuestros temores heredados, nuestro temor al rechazo, todo emerge en algún momento y queda a la vista del otro. Y allí viene la verdadera prueba del amor. Si alguien es capaz de amar esa Mujer llorosa, deformada por las lágrimas, que no teme mostrar sus vulnerabilidades, que no teme dejarse ver, el amor es real. Tenemos que estar dispuestos a ver el desorden propio y el ajeno, y aceptarlo como parte del amor.
En astrología, este es el eje Tauro-Escorpio, el de la vida y de la muerte, en donde todo abunda, todo es hermoso, hay flores y frutos, y hay belleza, pero en el otro polo hay dolor, pérdida, y esqueletos, descomposición. El amor, crecerá en ambos lugares, en el bosque más frondoso y también en el páramo más desolado.
En tiempos de Sol Venus en Libra, queremos estar bellos, armoniosos, equilibrados, mostrar lo mejor de nosotros. Por eso en la primavera todos hablan de amor. Pero siempre, siempre, está cerca la sombra y qué más auténtico que integrarla, y no negarla , a nuestras relaciones? Con más comunicación, con más apertura, y mostrando esa Mujer Esqueleto, que se muestra vulnerable, doliente, y sintiente, intensa, profunda? Abrirle al otro las puertas de nuestro submundo, da miedo, pero el amor necesita entrega y necesita totalidad. El amor, no sobrevive únicamente con momentos buenos permanentemente. No se puede estar siempre de acuerdo, siempre felices, siempre bien. Eso es falso, estático, y no se puede sostener. Animémonos a decir que tenemos miedo, que sentimos celos, que queremos más, que estamos sensibles. Si esa persona nos ama, entrará al cuartito desordenado sin temor, amorosamente, y ayudará a poner orden, o a echar luz, o simplemente observará, sin juzgar, el desorden, el caos, sin sorpresa, porque, por supuesto, todos tenemos ese cuartito en algún lugar de la psique. Y es humano poderlo compartir.
Mucha gente huye de este desorden intentando recrear un amor idealizado, saltando de romance a romance, y huyendo cuando aparece el Esqueleto. Son personas que no se animan al verdadero amor, que todo lo puede vencer. También mucha gente, con tal de no mostrar su desorden, pone una llave en el corazón y se cierra al amor, porque "así estoy bien", en un acto de cobardía .Pobre el que no sabe amar a alguien en todos sus matices....
En astrología, este es el eje Tauro-Escorpio, el de la vida y de la muerte, en donde todo abunda, todo es hermoso, hay flores y frutos, y hay belleza, pero en el otro polo hay dolor, pérdida, y esqueletos, descomposición. El amor, crecerá en ambos lugares, en el bosque más frondoso y también en el páramo más desolado.
En tiempos de Sol Venus en Libra, queremos estar bellos, armoniosos, equilibrados, mostrar lo mejor de nosotros. Por eso en la primavera todos hablan de amor. Pero siempre, siempre, está cerca la sombra y qué más auténtico que integrarla, y no negarla , a nuestras relaciones? Con más comunicación, con más apertura, y mostrando esa Mujer Esqueleto, que se muestra vulnerable, doliente, y sintiente, intensa, profunda? Abrirle al otro las puertas de nuestro submundo, da miedo, pero el amor necesita entrega y necesita totalidad. El amor, no sobrevive únicamente con momentos buenos permanentemente. No se puede estar siempre de acuerdo, siempre felices, siempre bien. Eso es falso, estático, y no se puede sostener. Animémonos a decir que tenemos miedo, que sentimos celos, que queremos más, que estamos sensibles. Si esa persona nos ama, entrará al cuartito desordenado sin temor, amorosamente, y ayudará a poner orden, o a echar luz, o simplemente observará, sin juzgar, el desorden, el caos, sin sorpresa, porque, por supuesto, todos tenemos ese cuartito en algún lugar de la psique. Y es humano poderlo compartir.
Mucha gente huye de este desorden intentando recrear un amor idealizado, saltando de romance a romance, y huyendo cuando aparece el Esqueleto. Son personas que no se animan al verdadero amor, que todo lo puede vencer. También mucha gente, con tal de no mostrar su desorden, pone una llave en el corazón y se cierra al amor, porque "así estoy bien", en un acto de cobardía .Pobre el que no sabe amar a alguien en todos sus matices....
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