Sin poder publicar ningún libro,
Sin verle la cara a mis versos en letra impresa,
Pido que, si quisieran molestarse por mi causa,
Que no se molesten.
Si así se dio, así está bien.
Aun cuando mis versos nunca sean impresos
Ellos tendrán su belleza, si fuesen bellos.
Pero ellos no pueden ser bellos y quedarse sin imprimir,
Porque las raíces pueden estar debajo de la tierra
Pero las flores florecen al aire libre y a la vista.
Tiene que ser así a la fuerza. Nada lo puede impedir.
Si yo muero muy joven, oigan esto:
Nunca fui sino un niño que jugaba.
Fui muchedumbre como el sol y el agua,
De una religión universal que sólo los hombres no tienen.
Fui feliz porque no pedí cosa alguna,
Ni intenté encontrar nada,
Ni encontré que hubiese más explicación
Que la palabra explicación no tiene ningún sentido.
No deseé sino estar al sol o bajo la lluvia:Al sol cuando había sol
Y bajo la lluvia cuando estaba lloviendo
(Y nunca otra cosa),
Sentir calor y frío y viento,
Y no ir más lejos.
Una vez amé, creí que me amarían,
Pero no fui amado.
No fui amado por esta única gran razón
Porque no tenía que ser.
Me consolé volviendo al sol y a la lluvia,
Y sentándome otra vez en la puerta de casa.
Los campos, a final, no son tan verdes para los que son amados
Como para los que no lo son..
Sentir es estar distraído.
Fernando Pessoa (Lisboa 1888-1935).
En Poemas inconjuntos. Alción Editora, Córdoba, 2001.
Trad. Pablo Heredia
Sin verle la cara a mis versos en letra impresa,
Pido que, si quisieran molestarse por mi causa,
Que no se molesten.
Si así se dio, así está bien.
Aun cuando mis versos nunca sean impresos
Ellos tendrán su belleza, si fuesen bellos.
Pero ellos no pueden ser bellos y quedarse sin imprimir,
Porque las raíces pueden estar debajo de la tierra
Pero las flores florecen al aire libre y a la vista.
Tiene que ser así a la fuerza. Nada lo puede impedir.
Si yo muero muy joven, oigan esto:
Nunca fui sino un niño que jugaba.
Fui muchedumbre como el sol y el agua,
De una religión universal que sólo los hombres no tienen.
Fui feliz porque no pedí cosa alguna,
Ni intenté encontrar nada,
Ni encontré que hubiese más explicación
Que la palabra explicación no tiene ningún sentido.
No deseé sino estar al sol o bajo la lluvia:Al sol cuando había sol
Y bajo la lluvia cuando estaba lloviendo
(Y nunca otra cosa),
Sentir calor y frío y viento,
Y no ir más lejos.
Una vez amé, creí que me amarían,
Pero no fui amado.
No fui amado por esta única gran razón
Porque no tenía que ser.
Me consolé volviendo al sol y a la lluvia,
Y sentándome otra vez en la puerta de casa.
Los campos, a final, no son tan verdes para los que son amados
Como para los que no lo son..
Sentir es estar distraído.
Fernando Pessoa (Lisboa 1888-1935).
En Poemas inconjuntos. Alción Editora, Córdoba, 2001.
Trad. Pablo Heredia
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