viernes, 3 de julio de 2015

Una certeza de Juan Marin

Hola. ¿Cómo estás?
No sé. Realmente no lo sé.
¿Cómo que no sabés? Estás mal, ¿no?
No específicamente mal. No sé cómo estoy.
Pero, ¿te pasa algo, sentís algo? ¿Estás triste?
No me pasa nada. No estoy triste ni alegre.
Algo te pasará. Siempre pasa algo. Un hombre solo, hablándome por teléfono, el hombre que amo, ¿te pasa algo conmigo? Algo te pasa.
No creas. A veces no pasa nada, o pasa todo y eso hace que no sientas nada.
Escucháme, cuando uno pregunta cómo estás el otro puede contestar, mal, bien o más o menos. Son tres las posibilidades. No hay más. ¿Me estás jodiendo?
Yo no lo sé. Y son cuatro. ¿Por qué uno tiene que saber cómo está, bebé?
La duda es la jactancia de los intelectuales. No seas boludo. 
Yo no dudo, ¿me sentiste dudar? Te dije que no sé cómo estoy.
Eso significa que estás para el culo. No me jodas, no seas retorcido. No saber cómo se está es saber que uno está para el culo.
¿O sea mal, querés decir?
Digamos.
La que está mal sos vos. Yo tengo la certeza de no saber cómo estoy.



No hay comentarios: