miércoles, 2 de septiembre de 2015

"Escuchar el silencio es uno de los ejercicios que recomiendo para desarrollar ese sexto sentido, tercer ojo, o mirar hacia dentro de uno mismo. Hay que relajarse y advertir la conversación interior. Detenerse en medio de una frase y quedarse en blanco. Claro que en pocos segundos el comentarista interno creará más comentarios, armando otras escenas con amigos y enemigos. En ese momento hay que ponerse en blanco nuevamente. Cuando uno logra suspender la charla repetitiva, hay que empezar a escuchar el silencio. Al principio parecerá un zumbido o una sutil vibración. Aconsejo comenzar a oír lo que ocurre por detrás de esa vibración y entrar en contacto con un lugar tenue y sereno. Puede ser que las primeras veces uno se sobresalte y pierda el contacto. No hay que preocuparse: hay que ingresar nuevamente, aprender a soportarlo y fusionarse con él. Cuando uno sea capaz de pasar un tiempo en ese lugar silencioso comenzará a percibir ideas y deseos, los productos genuinos de su voz intuitiva que surgen de ese conocimiento directo y profundo de uno mismo."



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