Los antiguos lo sabían: más allá de las circunstancias cambiantes de nuestras vidas, los designios de la suerte, el entorno y la biología, somos responsables en gran medida por la calidad de nuestros días. Todo lo que nos acontece nos invita a elegir una actitud, una forma de responder, de abrazar o repeler, resistirnos o aprender.
Exaltadas en mitos, celebradas en poemas, propiciadas por distintos credos y linajes,las actitudes, virtudes o cualidades esenciales que abordaremos en este curso tienen el poder de abrir nuestro corazón, serenar nuestra mente y fortalecer nuestro estado de ánimo. Y sobre todas las cosas, nos ayudan vivir vivos.
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