domingo, 29 de noviembre de 2015

Huida del tiempo

Llegó con ventisca en las manos,
ausencia en los ojos,
anhelo de un tiempo lejano.
Misteriosos aromas pendían del aire.
Néctar de silencios envolvía la tarde.
En este turbulento estío
arden los pájaros. Una estela de cenizas 
cubre los asolados campos.
Los latidos de los árboles
son sollozos interminables.
En la senectud de las flores se detiene,
se mira en la fuente y le espanta su llanto.
Al ver tu tristeza, las rosas
derraman lágrimas de arena.
Sin esperanza buscas la lluvia,
que estallen en tu mente los colores;
pequeñas cosas sin importancia, sin nombre.

Marcos Jimenez Leon (Inédito)-Andre Pérez Rueda



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