lunes, 16 de noviembre de 2015

Qué hermosas son las perlas. . . aún así debemos saber que son producto del dolor.
Toda perla es la consecuencia de una ostra que ha sido herida por un grano de arena que ha entrado en su interior. Una ostra que no ha sido herida no puede producir perlas...
En la parte interna de la ostra se encuentra una sustancia llamada “nácar” y cuando un grano de arena penetra en la ostra, ésta lo recubre con capas de nácar para protegerse. Como resultado, se va formando una hermosa y brillante perla.
Muchas son las veces que nos hemos sentido heridos, frente a palabras o hechos que nada tienen que ver con nuestra esencia, situaciones injustas, indiferencia, desvalorización, mentiras, rencores... entonces, podemos elegir quedarnos con esa amargura o por el contrario edificar sobre cada tristeza, dificultad o dolor del alma nuestra propia Fortaleza... Porque es allí donde reside la diferencia, Perdonar no significa estar de acuerdo o aceptar... Perdonar es tomar el aprendizaje para nuestro espíritu y soltar aquello que tanto nos daña...

"Una perla es una herida... sanada por el Amor, el Perdón y el entendimiento"

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