viernes, 5 de agosto de 2016






Todo lo que existe está compuesto de energía. Una mosca, tus sentimientos, pensamientos, lo material, lo etérico, una célula, los planetas y todo el universo. Dice la Teoría de las Cuerdas que adentro del átomo, adentro del electrón, adentro del quark hay fibras, cuerdas que vibran y que de alguna forma son la esencia del todo. Por eso nuestro ritmo cardíaco, nuestros pensamientos y hasta inclusive nuestro estado de ánimo es susceptible de ser analizado como una onda, con su frecuencia y su amplitud. De este modo podemos entender por qué hay buenos y malos momentos, alegrías y tristezas, amaneceres y ocasos. La sabiduría tal vez esté en procurar ser conscientes de este devenir incesante para fluir con las ondas y que no nos arrastre la ola.



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