viernes, 28 de octubre de 2016

En estos tiempos de integración, el espíritu femenino de la selva ha querido que las mujeres sanen desde el lugar donde florece la vida antes de nacer en la tierra. Esta sabiduría se transmite de energéticamente de útero a útero invocando la energía del linaje de mujeres medicina que se han liberado de estas memorias de miedo y dolor.
Nos conecta con la divinidad que habita en nosotras, sanando las memorias ancestrales y desbloqueando viejas energías, sanando nuestro útero físico y nuestro útero corazón.
Esto conlleva a mirarnos con amor, aceptándonos, amándonos y a vivir plenamente la vida que hemos elegido vivir, encauzando la mirada y la comunicación interior y exterior.

Natalia Guadalupe Vidal



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