sábado, 15 de octubre de 2016

:: luna llena en aries :: estamos aquí ::

La Luna llena de mañana es en Aries el primer signo de la rueda astrológica. Toda Luna llena es la culminación de un ciclo. Culminamos el ciclo de la Luna nueva en Libra abierto hace dos semanas. También culminamos un ciclo de seis meses abierto con la Luna nueva en Aries en Abril de este año. Y por último culminamos un ciclo de dos años de Marte y Pluto. Es un buen momento para recapitular las siembras e intenciones del nuevo ciclo lunar abierto en Abril. Es un buen momento para recapitular nuestros pasos entre Noviembre del 2014 y el hoy, ya que este ciclo de crecimiento y transformación también se cierra bajo esta Luna y a lo largo de esta semana.

Urano y Eris están en conjunción con la Luna en Aries. Marte es el regente de Aries y gobierna esta Lunación. Marte está en conjunción con Pluto en Capricornio. Esta conjunción será exacta el 19 de Octubre. Marte está exaltado –poderoso y eficiente- en Capricornio unificando los poderes de Urano y Pluto por lo tanto hay una oportunidad de traspasar la espesura y el oscurantismo de la ignorancia patriarcal, la opresión y la represión del sistema político, económico y cultural para encontrar una vía de acción y expresión liberadora, transformadora, transgresora, visionaria. Esta Luna es perfecta para enfocar nuestras acciones personales y conjuntas en acciones comprometidas con el equilibrio medioambiental ; por los derechos humanos, por la igualdad de genero, la justicia social y la paz humanitaria. Para los que siguen las narrativas astrológicas esta Luna llena nos ayuda a integrar nuevas dimensiones de las cuadraturas de Urano y Pluto. Nos ofrece la posibilidad de sintetizar fuerzas conflictivas en un foco preciso de acción.

El Sol está en Libra por lo cual es un tiempo propicio para discriminar, elegir y valorar en la balanza lo que sí y lo que no.

Libra acoge este mes a Júpiter y a Mercurio juntos al Sol. Bajo esta Luna Pluto hace una cuadratura exacta con Mercurio por lo cual este proceso de elegir, decidir, sopesar los pro y los contras puede llevarnos a lugares mentales que nos hacen gravitar de un lado a otro de una situación, indecisos o confusos. Este balanceo puede ser dramático ya que de golpe y sin aviso una situación cotidiana nos puede llevar a las profundidades del inframundo. Y nos preguntamos  ¿cómo es posible que una situación tan “insignificante” tome proporciones existenciales tan profundas?

Esta Luna nos invita a abrazar este proceso ya que lo que parece pequeño e inofensivo probablemente oculta una historia más antigua que necesita nuestra mirada, nuestra consciencia y aceptación. La revelaciones de esta lunación pueden rasgar el velo de lo que parecen ser situaciones pacíficas y armoniosas cargadas de una violencia simbólica y sutil que antes tolerábamos y que ahora no podemos, o no queremos, sostener más. Estamos listos para sacudirnos de encima las larvas del trauma, los parásitos de la vergüenza y los depredadores de nuestra alegría. Listos y listas para decir basta, hasta aquí, te veo y no te tengo miedo. Tiempo de sacudirnos del letargo que el miedo a creado para protegernos de nuestra manifestación y expresión. Esto quiere decir que la ira y la rabia están presentes y que el manejo adecuado de este fuego es vital para canalizar esta energía de manera constructiva.

Gravitamos entre el entusiasmo fecundo de estar enamorados de lo que somos -de la vida, de nuestros sueños y visiones- y de golpe patrones letales del pasado destruyen y des-construyen lo que creemos y creamos. Estos patrones se activan a través de relaciones que nos quieren volver a ubicar el un rol, en un lugar del pasado, que ya no podemos ni queremos sostener más.

Estas pasadas dos semanas han revelado esta dinámica de diferentes maneras. La balanza se mueve, el péndulo va de un extremo al otro y nuestras emociones -o nuestras percepciones- se mueven dramáticamente. Para muchos este movimiento puede ser una montaña rusa entre lo que sentimos y pensamos, creando conflictos importantes a nivel interno y en nuestras relaciones. La cabeza se sobrecarga tratando de comprender el exceso de movimiento emocional. La energía necesita liberarse y nuestras creencias, hábitos y costumbres bloquean este movimiento. Nos balanceamos entre el desamparo, el miedo, el desasosiego y brotes de luz y actividad creativa que nos llevan al reino de la conciencia, la esperanza y la unión.

Poco a poco, a medida que Júpiter expanda sus lecciones y bendiciones en Libra, iremos alcanzando la maestría de este balanceo, de este columpiarnos entre realidades que parecen confligir entre sí y que buscan y necesitan la armonía, la concordia, la paz. La violencia del drama colectivo nos urge a que miremos hacia adentro y veamos todas las formas y maneras en que somos violentos con nosotros mismos. Cuando aceptamos lo inaceptable, cuando callamos nuestra verdad, cuando traicionamos nuestra intuición, cuando actuamos el miedo a Ser y nos censuramos, cuando nos escondemos y nos reprimimos, somos violentos. Somos violentos con lo que somos. Somos violentos con nuestra esencia.

La Luna en Aries hace una conjunción con Urano y con Eris. La violencia está en todas partes. Nos rodea la discordia, la falta de armonía, el mundo se deshace ante nuestros ojos en sus farsas de basura, de lujo artificial que consumimos ciegos y narcotizados por deseos muertos que se alimentan de nuestra entrega e inconciencia. Eris es implacable. El juego está podrido, nos dice. Este juego aniquila nuestra esencia. Este juego nos fragmenta, nos rompe en mil pedazos. Este juego es un crimen contra a Humanidad. Y Eris se levanta con la fuerza de Urano para recordarnos nuestra Soberanía Creativa, nuestra integridad, nuestro derecho a Ser. Una voz antigua se despierta a nivel planetario para decir basta. La sentimos dentro nuestro. Esta viva.

La línea entre la expresión creativa o destructiva de esta Luna-Urano- Eris es muy fina, y requiere de nuestra atención e intención plena. Esta Luna nos llama a la cautela ya que la reivindicación de nuestra soberanía interna y de nuestra búsqueda de equilibrio y paz interior se puede expresar hacia afuera de una manera hiriente y violenta para y con los demás. Esta es la maestría del verdadero equilibrio que esta Luna nos ofrece : ¿cómo me libero haciéndome el menor daño y haciendo el menor daño a otros?

Si no hemos abrazado el camino interior, si no nos hemos comprometido con un camino de verdad y responsabilidad propia, entonces nuestro ir y venir de un extremo al otro del columpio se visibilizará en nuestras relaciones. Nuestro movimiento se manifestará de adentro hacia fuera ya que al no hacernos cargo del movimiento de nuestra energía interna – espejo de nuestra relación con nosotros mismos- buscamos equilibrarnos hacia fuera. Al hacer esto abrazamos situaciones externas que nos desafían a volver hacia adentro a interrogar nuestras motivaciones, nuestros roles y personajes, nuestras adicciones, nuestras dependencias, carencias y necesidades.

Y si vamos más profundo, algunas relaciones nos desafiarán a acoger nuestra sombra, nuestra vulnerabilidad, nuestro dolor, nuestro miedo al rechazo y abandono desgarrando la memoria de algo antiguo profundamente herido. Entonces las relaciones son el terreno de equilibrio o desequilibrio que nos devuelven hacia nuestro Yo , que nos invitan a hacer nuestro trabajo interior con delicadeza, cuidado y paciencia. El peligro bajo esta Luna es la sensación de urgencia e inmediatez que Aries despierta en nosotros, como si el mundo se acabara si no remendáramos un conflicto ahora, si no encontráramos una solución ya.

Bajo esta Luna la urgencia y la prisa tiene un carácter destructivo y discordante que enciende un fuego en nosotros que arrasa sin piedad. Entonces el antídoto a esta prisa está en abrazar el Tiempo Circular de la Espiral Eterna de la Vida. Ahí el centro unificador de la polaridad nos habla de otro camino. Un camino que estamos todos abriendo. El barco no se nos va hoy, el barco vuelve. No hay prisa. En este sentido el foco de Marte en Capricornio nos dice que la constancia y la paciencia nos llevará a buen puerto si canalizamos esta potencia hacia proyectos creativos que podamos nutrir, cuidar y amar. Nos invita a estructurar nuestros objetivos a través de metas y pasos concretos. Esta Luna nos invita a usar la indignación, ira y el desaire que se pueda haber detonado por alguna causa externa como el fuego que enciende la mecha de nuestra competitividad saludable, la que nos inspira a superarnos, a levantarnos con dignidad y crear con voluntad y poder. Un poder interno. Un poder que nos saca del victimismo, de la queja y de las escusas. Un poder que nos llama a la auto-responsabilidad. Este es el camino.

La Luna llena en Aries trae una narrativa liberadora de una potencia irrevocable que se manifiesta en diversos planos. De ahí que esta lunación es la culminación de un proceso muy profundo y antiguo que requiere toda nuestra presencia, todo nuestro respeto, toda nuestra comprensión, amor y honra. Bajo esta Luna no hay escapatoria, y qué bueno, porque esto quiere decir que estamos listos para ver lo que rechazábamos, para abrazar lo que nos repugnaba, para integrar lo que está exiliado y disociado. La Luna llena en Aries nos convoca a una fuerza poderosa que apoya incondicionalmente el proceso de valentía y coraje necesarios para liberar nuestro Ser -nuestro Yo Soy- de las trampas, cárceles, mentiras, fragmentaciones, torturas de la opresión dominante, del abuso del poder, del robo de nuestra esencia. Entonces este es un momento tanto a nivel personal como colectivo que una poderosa fuerza se levanta, se alza de la cenizas del pasado para decir presente. Estamos aquí.

Esta Luna liberadora nos convoca a la autenticidad que aniquila todas las pretensiones. Nos convoca a abrazar la posibilidad de actuar desde un lugar más profundo, más auténtico. De ahí que el proceso de “sacar a la luz” aunque doloroso es necesario. Esta Luna también nos invita a interrogar las maneras en que escondemos lo que verdaderamente sentimos y solo mostramos lo que creemos agradará a los demás. En esta dinámica hay una violencia oculta ya que nos estamos negando a nosotros mismos. En esta negación no hay Amor.

Venus, regente del Sol en Libra, se encuentra en Escorpio, signo regido por Pluto y por Marte. Esta posición nos dice que el Amor quiere revelarnos tal como somos, mostrarnos y compartirnos sin miedo, rompe los patrones que nos impiden intimar. La Verdad Compartida en la relación es un camino de crecimiento transformador que rasga nuestras heridas de par en par para mostrar las vulnerabilidades de nuestro Ser. Es un camino que rompe los hechizos de la complacencia, las armaduras defensivas y el juego de roles de dominio y sumisión para encontrar la redención en la herida y la sombra compartida. Bajo esta Luna tenemos la oportunidad para cultivar conexiones más profundas y verdaderas, con más consciencia y verdad, y liberar el Amor de la superficialidad del juego para devolverlo a su lugar Sagrado.

Esta invitación a la intimidad pasa por un cultivo interno de una escucha personal tierna y sutil orientada hacia el respeto y auto-cuido. La intimidad pasa por el Arte Sagrado de la Confesión y por la escucha profunda y respetuosa. No confundamos este Tesoro con vaciar nuestros problemas en los demás, la necesidad de audiencia o compañía, el reclamo de atención o la demanda de conexión. Si nuestra escucha interna nos pide poner límites, decir que no, cerrar una puerta, es vital que nos escuchemos. La discordia está muy presente bajo esta Luna y ésta se activa en la medida que no estamos alienados con nuestro centro y verdad. En la medida que nos salimos de lo que sabemos es bueno para nosotros para acudir al llamado, la urgencia y el drama de otros abrimos la puerta a desencuentros inesperados. Bajo la configuración de esta Luna estos desencuentros pueden ser un punto de no retorno en ciertos vínculos. Toda agenda oculta se visibiliza bajo esta Luna por lo cual es difícil esconder nuestras verdaderas intenciones. De ahí que con cuidado usemos esta energía volátil a favor de la conciencia y la creatividad desde un lugar de intenciones puras y amorosas.

Un buen termómetro para dirigir nuestra escucha pasa por nuestros niveles de energía. Saturno hace una cuadratura exacta con los Nodos de la Luna en lo signos de Piscis y Virgo, por lo cual nuestro sistema inmunológico, nuestro sistema de defensas está bajo estrés. El agotamiento energético que sentimos tiene que ver con el reclamo de nuestro cuerpo de una escucha -de una alianza- de nuestra parte.  ¿qué relaciones –personas, proyectos, creencias- nos cargan? ¿ qué relaciones nos agotan? Este es un tiempo para equilibrarnos energéticamente cortando por lo sano con lo que no nos hace bien. Cortar por lo sano implica reconocer el patrón de abuso oculto, abierto, explícito o sutil que danza en la dinámica de nuestras relaciones. Es un buen momento para liberarnos de situaciones de poco cuido, poco respeto. Estas dinámicas que proyectamos fuera de nosotros son solo un reflejo del intercambio de la energía en nosotros mismos. Entre nuestra parte positiva y negativa, nuestra parte masculina y femenina, nuestra expresión activa y receptiva.

En estos momentos puede haber confusión debido a los cambios drásticos en nuestra energía vital. Los síntomas de nuestro cuerpo, sus voces y su capacidad de sostenerse y moverse en este paisaje energético-astral nos habla de un cambio en nuestra relación con el tiempo. Estamos desmontando las raíces de la estructura del tiempo lineal a la misma vez que abrimos camino a la memoria del tiempo circular dentro nuestro. Para muchos esta mudanza de tiempo implica honrar el llamado a la retirada. Este cambio de patrón es un cambio de paradigma que nos invita a movernos de otra manera, a crear desde otro lugar en nosotros. Nos invita a generar una nueva energía. Es imprescindible no luchar contra el agotamiento y escuchar hacia donde nos lleva.

Lo que se agota es el tiempo falso en nosotros porque no puede actuar desde la verdad que emerge desde adentro. En este sentido la retirada es una puerta necesaria de renovación creativa. Escucharla es intimar con la fuerza del Espíritu ya que lo que se renueva en nosotros es el Tiempo de la Verdad, la Memoria y la Sabiduría Imperecedera. Hay muchas sombras moviéndose a nuestro alrededor y através de nosotros. Que podamos encontrar ese lugar firme, seguro y centrado desde el cual honramos todo lo que somos y sostenemos la Luz de nuestro Ser. Que nadie nos desafíe a abandonar nuestro lugar. Estamos aquí.


Fuente: Paloma Todd 



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