Cuando estamos por embarcarnos en alguna actividad o situación de cambio que puede sanarnos o ayudarnos en nuestra evolución, comienzan muchas veces a operar un sistema de resistencias internas que lentifican o entorpecen y en muchos casos, anulan la posibilidad de cambio. El inconsciente no quiere cambiar, porque eso implica esfuerzo o salir de zonas de confort, entonces intentará por todos los medios que nos quedemos en el status quo o en lo viejo.
Típicamente muestro resistencias cuando sé que algo me hará bien pero me convenzo a mí mismo que "mejor no, no tengo tiempo, no tengo plata, no es el momento, no puedo", o cuando me enfermo, pospongo, llego tarde, o cuando miento y pongo excusas, cuando "es lejos, hace frío, es trasmano", en estos casos, me quedo en el mismo lugar, me niego la evolución que el tratamiento podría traer, y luego me victimizo y siento pena por mí mismo por nunca poder comprometerme.
Esto sucede ante un tratamiento psicológico, un Taller, un viaje, un tratamiento médico, una sesión terapéutica, o cualquier herramienta que puede abrir mis ojos. Pero, mis resistencias me dicen, "para qué abrir los ojos, si mejor estás así, sin ver, porque cuando veas, no habrá vuelta atrás"?
Si sentís que estás negándote o quedándote fuera de situaciones que podrían hacerte bien pero siempre hay algo más importante, es hora de rever tus prioridades y preguntarte si vos mismo sos una prioridad, y dejar de mentirte. Es hora de entender las resistencias y superarlas.
Julieta V.
Típicamente muestro resistencias cuando sé que algo me hará bien pero me convenzo a mí mismo que "mejor no, no tengo tiempo, no tengo plata, no es el momento, no puedo", o cuando me enfermo, pospongo, llego tarde, o cuando miento y pongo excusas, cuando "es lejos, hace frío, es trasmano", en estos casos, me quedo en el mismo lugar, me niego la evolución que el tratamiento podría traer, y luego me victimizo y siento pena por mí mismo por nunca poder comprometerme.
Esto sucede ante un tratamiento psicológico, un Taller, un viaje, un tratamiento médico, una sesión terapéutica, o cualquier herramienta que puede abrir mis ojos. Pero, mis resistencias me dicen, "para qué abrir los ojos, si mejor estás así, sin ver, porque cuando veas, no habrá vuelta atrás"?
Si sentís que estás negándote o quedándote fuera de situaciones que podrían hacerte bien pero siempre hay algo más importante, es hora de rever tus prioridades y preguntarte si vos mismo sos una prioridad, y dejar de mentirte. Es hora de entender las resistencias y superarlas.
Julieta V.
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